La cruzada del presidente Donald Trump con los inmigrantes ilegales que buscan llegar a Estados Unidos llegó a tal punto que sugirió que les dispararan en las piernas y hasta fortificar el muro en la frontera con México con una trinchera de agua llena de serpientes y caimanes, en una reunión con sus funcionarios celebrada en marzo pasado.
Así lo reveló el diario The New York Times, en un informe basado en entrevistas con más de una docena de funcionarios de la administración de la Casa Blanca involucrados en esa reunión. El artículo se basa en el libro de los reporteros Mike Shear y Julie Hirschfield Davis, titulado Guerras fronterizas: el asalto interior de Trump contra la inmigración, que se publicará el 8 de octubre próximo.
Según la publicación del diario, la reunión de la Oficina Oval en marzo pasado comenzó, como tantas otras, con Trump enfurecido por la crisis con los migrantes. Mientras los asesores de la Casa Blanca escuchaban asombrados, les ordenó cerrar toda la frontera con México al mediodía del día siguiente.
Los asesores temieron que la orden del presidente atrapara a los turistas estadounidenses en México, dejara a los chicos en las escuelas a ambos lados de la frontera y creara una crisis económica en los dos países.
Los asesores dijeron al diario que Trump sugirió durante la reunión que deberían disparar a los migrantes en las piernas para frenarlos. En privado, el presidente a menudo había hablado de fortificar el muro fronterizo con una trinchera llena de agua, repleta de serpientes o caimanes, lo que llevó a los asistentes a buscar un cálculo de costos.
Después de sugerir públicamente que los soldados disparan a los migrantes si arrojaban piedras, el presidente reculó cuando su personal le dijo que eso era ilegal. Pero más tarde, en una reunión -recordaron los ayudantes- sugirió que dispararan a los migrantes en las piernas para reducir la velocidad. Eso tampoco está permitido, le dijeron.
En la reunión, según The New York Times, estaban el activista político de extrema derecha?? y consejero de Trump Stephen Miller; el entonces secretario de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen; el secretario de Estado, Mike Pompeo; el entonces jefe de Aduanas y Protección Fronteriza Kevin McAleenan; el jefe de gabinete interino, Mick Mulvaney; el asesor presidencial y yerno del mandatario Jared Kushner, y otros funcionarios de alto rango.
"El presidente estaba frustrado y creo que se tomó ese momento para presionar el botón de reinicio", dijo Thomas D. Homan, que se desempeñó como director interino de Inmigración y Control de Aduanas de Trump, al recordar esa semana en marzo. "El presidente quería que se arreglara rápidamente" la crisis