El golpe de Estado para expulsar a Evo Morales del gobierno de Bolivia, que a la postre le forzó a abandonar el país, está apoyado por una campaña de lavado de imagen en redes sociales dirigida al exterior. Según ha podido comprobar eldiario.es gracias a los datos facilitados por varios expertos e investigadores, la maniobra se vale de decenas de miles de cuentas de Twitter creadas en apenas dos semanas (más de 23.000 dadas de alta entre los días 11 y el 12, inmediatamente después de la salida de Morales de la capital) que se están usando para aumentar la sensación de apoyo a los líderes opositores, atacar al exmandatario y ayudar a propagar desinformación sobre él en otros países.
El uso de bots (cuentas falsas en redes sociales operadas de forma automática) y cyborgs (cuentas falsas gestionadas por una persona que maneja manualmente 10, 20 o 30 de ellas para aumentar la sensación de que hay una identidad real detrás de cada una) está aún más extendido en Latinoamérica que en España. Las operaciones de guerra sucia para manipular la opinión pública a través de Internet son frecuentes, tanto las dirigidas hacia dentro del mismo país como hacia el exterior. Venezuela o Brasil, por ejemplo, son a la vez puntos de origen y objetivos habituales de estas operaciones de intoxicación basadas en propaganda opaca. En el caso del golpe de Estado contra Morales en Bolivia, existen indicios suficientes para señalar la existencia de una maniobra coordinada en redes sociales para influir en la conversación internacional e imponer la narrativa de que no ha existido tal golpe de Estado y que Morales ha tenido que abandonar el país por fraude electoral y por estar vinculado al narcotráfico.