La cancillería que representa al gobierno de facto de Bolivia puso a circular un comunicado donde prohíbe llevar los trajes tradicionales a su personal como una forma de borrar todo vestigio de la presencia indígena en el gobierno boliviano.
Esto ha sido considerado como otro duro golpe a la cultura tradicional indígena de bolivia que había alcanzado y derribado barreas de siglos de discriminación durante el gobierno de Evo Morales.
Para nadie es un secreto que en Bolivia antes del gobierno de morales se discriminaba a las etnias indígenas que son la gran mayoría del país del altiplano andino, en el que era público y notorio los carteles en las puertas de negocios donde se prohibía la entrada de indios a los establecimientos y mucho menos podían alcanzar puestos de alto nivel gubernamental.
Con la llegada de Morales se comenzó a desvelar y poner en el tapete siglos de racismo y de colonialismo en la sociedad boliviana, donde finalmente la presencia indígena comenzó a recuperar sus espacios y a avanzar en el reconocimiento de su identidad.
Sin embargo, estos avances no han sido aceptados por una minoría que que se asimila a la cultura europea y que reniega y pretende mantener a las grandes mayorías indígenas en calidad de vasallaje y de inferioridad, uno de estos peligrosos eventos ha sido la quema de la wiphala por grupos violentos de la oposición y que había sido incorporada a los símbolos nacionales en la Constitución en 2009 y donde los militares las arrancaron de sus uniformes y aquellos que las portaban fueron perseguidos y reprimidos por los cuerpos de seguridad, y ahora van tras otro de los símbolos ancestrales como lo son los trajes tradicionales de los pueblos originarios de Bolivia.
Anteriormente, la presidenta de facto y autoproclamada, Janine Áñez, también hizo público su rechazo a la bandera indígena como símbolo nacional, pero luego, ante las críticas decidió cambiar de opinión.
Ahora surge de nuevo la necesidad de estos grupos que pretender borrar la presencia indígena en con estas nuevas directrices dentro del gobierno de facto. En el documento, firmado por el jefe de la Dirección de Ceremonial, Marcelo Arias de la Vega, con fecha 26 de noviembre, se pedía a los trabajadores usar "traje oscuro con corbata" y a las trabajadoras "traje entero, falda o pantalón".
El presidente derrocado de Bolivia, hizo pública su indignación ante este nuevo embate de la oligarquía que hoy usurpa a un gobierno cuyas elecciones fueron desconocidas por fraudulentas y luego del golpe reconocidas por la OEA, en donde reconocieron que no hubo ningún tipo de fraude.