Capturado en Maracaibo depredador Sexual: ex-diputado Roberto Suárez señalado como pedófilo en serie

Miércoles, 14/09/2022 04:12 PM

Roberto Suárez
Credito: NAD
Roberto Suárez
Credito: NAD

14-09-22.-Después de mucho tiempo tras su pista, fue detenido en Maracaibo un pedófilo en serie, cuya cuenta de casos, rebasan la imaginación. Más de diez víctimas confirmadas y cerca de 40 denuncias, constituyen el palmarés criminal de este depredador sexual.

Roberto Suárez, exdiputado y pastor evangélico trocado en demonio, empoderado en su imagen de hombre benefactor, arremetió sexualmente contra sus hijos y sobrinas en una vorágine de abusos según lo relataron de manera exclusiva para NAD, las propias víctimas.

Por un fortuito caso, el sujeto quien presenta denuncias en cuatro países: Panamá, México, Colombia y ahora en Venezuela, cayó en poder de la Policía del estado Zulia, quien lo presentó al Ministerio Publico, ante la Fiscal Octavo Mariangelis Araque, quien dará cuenta de este criminal que por tres generaciones, abusó sexualmente de los miembros de su familia y de sus entornos.

Hablan las víctimas: Durante 30 años Roberto Suárez asaltó sexualmente a tres generaciones de su familia

Pablo Suárez tiene treinta años; llegó acompañado de su prima, Dayana de Matos, de treinta y siete y de las hijas de ésta: Victoria, de dieciséis años y Valentina, de catorce. Son sólo cuatro de las once víctimas contabilizadas del depredador sexual Roberto Suárez.

-Cuando detienen al ciudadano Roberto Suárez, ¿por qué te llaman a ti?

-Me llamaron porque estaba dentro de sus contactos y pienso que él creyó que iba a salir en su defensa.

-Cómo es eso que pensó, ¿tú no eres su hijo acaso?

-Sí.

-¿El abuso de ti?

-Sí. Y por eso me extrañó que acudiera a mí, porque él estaba en conocimiento de que yo sabía lo que le había hecho a la familia y que estaba reuniendo los testimonios para llevar adelante la denuncia.

Pablo comentó en exclusiva para NAD, que la aprensión en relación con este tema es recurrente, porque pensó que era uno, en un mar de las dificultades que la vida misma plantea, las presiones del trabajo de su padre, en fin, no hubo denuncias, ni señalamientos de parte del hijo contra el papá, por misericordia.

La fe en Cristo ha sido la columna vertebral y el peñón de fortaleza de este grupo de personas, quienes anunciando al mundo de lo que es capaz Roberto Suárez, lo describen como un lobo con piel de oveja, pues hasta pastor evangélico habría sido.

-¿Por qué no habías hecho la denuncia?

-Porque lo había perdonado.

Años de preparación e impunidad

Suárez, el padre, tenía como coto de caza a los miembros de la familia, quienes estaban al alcance de sus depravadas apetencias.

Fueron décadas de manipulación y empoderamiento, reforzadas con buena posición económica, aderezada con una familia quizás ingenua, quizás detenida en el interés de un proveedor seguro de quien era como impensable que actuara de esa manera.

“Este señor es un encantador de serpientes -señala Pablo Suárez-, ayudaba a la familia, ayudaba a quien de la familia estuviera pasando por problemas económicos, pero todo era calculado”.

Dayana de Matos, otra de las afectadas por las acciones de esta especie de monstruo quimérico con cara de ángel y alma de demonio, relata su terrible experiencia:

“Yo trabajé en una camaronera y ese trabajo es muy exigente con los horarios. Veía poco a mis hijas (Victoria y Valentina). En eso llegó mi tío Roberto Suárez y me propuso que él podía ubicarme en un trabajo mejor, donde pudiera estar cerca de mis muchachas”.

Dayana, valiente, hace caso omiso del amargo recuerdo y prosigue: “En efecto, él nos alquiló una casa, pagando todo, pero días antes nos había dejado instalados en el hotel a mis hijas y a mí”.

El cálculo y la sangre fría de nuestro oscuro personaje son de antología, porque ese mismo día atacó. ¿La víctima? Una de las hijas de Dayana y así estuvo abusando de ésta y posteriormente de la otra pequeña, un poco menor. Ambas confirman la infausta información.

-¿Por qué no lo denunciaron? Preguntamos a las menores con autorización de su madre.

-Porque él nos decía que sería inútil cualquier denuncia y con eso, y sus amenazas, nos sometía.

“Todas sus acciones», interviene Pablo, «iban en esa dirección, darles facilidades para atacar sexualmente a los menores de la familia”.

–Y a usted, Dayana, ¿la atacó sexualmente?

-Sí, en un día de playa. Él había convidado a toda la familia a unas cabañas que había alquilado. En la noche se pegó a mi cuerpo y me dijo que me quedara tranquila que eso era normal, y que sólo era una muestra de afecto. Yo sólo tenía quince años.

Eso fue hace veintidós años. Al día siguiente Dayana estuvo horas encerrada en el baño y nadie daba con el motivo de tan extraña actitud, Pablo, su primo, hijo del victimario y víctima a su vez del mismo, corrobora la historia con un “Sí, yo estuve ahí”.

Pablo Suárez había perdonado al papá, pero al descubrir la madeja de podredumbre que envolvía al hasta ahora impoluto personaje, decidió tomar la sartén por el mango y actuar.

Nota leída aproximadamente 24269 veces.

Las noticias más leídas: