La ONG advirtió que, como consecuencia de la falta de acceso al agua potable, los indígenas no están exentos a padecer enfermedades. Kapé Kapé aseguró que ante esta grave falencia del servicio de agua potable, podrían ocurrir “consecuencias en la salud y en la vida cotidiana de las personas”.
La organización dedicada a defender los derechos indígenas en Venezuela dijo que el derecho humano al agua y al saneamiento están ausentes en las comunidades indígenas seleccionadas. Como parte de su abordaje, trabajaron con 26 comunidades indígenas en los tres estados mencionados.
Entre Bolívar, Delta Amacuro y Amazonas entrevistaron a un total de 90 familias con las que constataron el grave problema.
Ante la falta de acceso al agua, las “principales fuentes de abastecimiento” son pozos con bombas y ríos, sobre todo en Amazonas y Bolívar, fronterizos con Brasil.
Sin embargo, “el suministro mediante pozo con bomba presenta dificultades en la mayoría de estas comunidades”, pues el servicio eléctrico es interrumpido al menos una vez a la semana.
En Delta Amacuro, las opciones a las que más recurren las comunidades son el “suministro por acueducto, pila de agua y la recolección del río”, de acuerdo con la organización.
Según Kapé Kapé, en Amazonas, el 40 % de las comunidades indígenas tienen “problemas de higiene y aseo en el hogar”; en Bolívar, el 80 %, y en Delta Amacuro, el 15 %.