Recordó el fiscal que la vil acción fue ejecutada 8 de mayo de 1986, en el estado Yaracuy, y allí fueron asesinados por orden del entonces gobierno de Jaime Lusinchi, nueve activistas revolucionarios, a saber; Dilia Rojas, Nelson Castellanos, Ronald Morao, José Silva, Simón Romero, Luis Guzmán, Rafael Quevedo, Alfredo Castillo y Pedro Jiménez.
Los citados eran jóvenes estudiantes que fueron sorprendidos por un grupo policial armado -disfrazados de guerrilleros- quienes abrieron fuego en contra de los revolucionarios antes mencionados.
La Fiscalía imputó a Celestino Rojas por su participación en el hecho e informó que sigue en juicio el ciudadano Berman Vega y que además solicitó la orden de aprehensión a tres personas más.