El Ministerio Público (MP, Fiscalía) precisó que Misael Domico Bailarín, Ezequiel Bailarín, Aristarco Valdespino, Eduel Bailarín Jomi y Eliecer Bailarín Domico, fueron condenados por el asesinato del pequeño, de nacionalidad venezolana, por la tentativa de homicidio de dos adultos, también venezolanos, y por robo agravado en perjuicio de personas migrantes.
Fuentes oficiales dijeron a EFE el pasado 18 de noviembre, cuando el Juzgado halló culpables a los 5 hombres y anunció que la sentencia se leería en diciembre, que estos eran originarios de la comunidad indígena panameña de Marraganti.
El suceso tuvo lugar ocurrió el 20 de septiembre de 2022 en el sector de Dos Bocas, en la provincia panameña de Darién, cuando valiéndose del uso de arma de fuego los sentenciados «le causaron la muerte al menor de edad, lesionaron de muerte a dos ciudadanos venezolanos y se apoderaron de pertenencias de personas migrantes», indicó la Fiscalía en un comunicado de prensa.
En septiembre de 2022, las autoridades panameñas informaron que un niño migrante venezolano de 6 años murió cuando el grupo con el que viajaba fue asaltado «por personas con acento extranjero en combinación con indígenas panameños».
Otras dos personas resultaron heridas en el ataque y fueron identificadas entonces como los padres del menor. Las autoridades colectaron entonces al menos un arma de fuego en el lugar de los hechos.
La selva del Darién es considerada uno de los pasos migratorios más peligrosos del mundo, tanto por su propio entorno salvaje como por la presencia de grupos armados y del crimen organizado que la ha utilizado durante décadas para el tráfico ilegal de drogas, armas y personas.
En el marco de la actual crisis migratoria regional impulsada en los últimos años por el éxodo venezolano, las autoridades panameñas han señalado que más del 20 % de las más de 300.500 personas que han cruzado la selva este año son niños, niñas y adolescentes.
No se sabe con certeza cuántas personas han muerto en el Darién en medio de la actual ola migratoria, pero este año se habla de más de 170. Los migrantes relatan que los viajeros pierden la vida por caídas o heridas, porque simplemente no pueden seguir por estar enfermos o débiles, ahogados en ríos crecidos, o a manos de delincuentes.