¡Y la bola se va y se fue! Y, la vinotinto como selección venezolana: ha quedó eliminada del Preolímpico Premier 12 con dos juegos jugados y dos juegos perdidos -se les perdió la bola-, y fue el equipo de China quien le metió la estocada final, para que, salieran como corcho de botella del torneo sin demostrar que fueron a jugar al béisbol para ganar, a no ser que, a ellos lo mismo les da ganar que perder y, asistieron a demostrar que en Venezuela estamos cayapeados, que no tiene nada que ver con los deportes, pero aún así, les encanta ponerse el uniforme a ver qué hacen y no hacen nada, sino perder y, mire que fueron diez meses de preparación y cuatro juegos amistosos y Maduro, por recursos no se paren que de alguna parte se rasguña y viajan a demostrar que somos venezolanos invencibles, progresando como futura potencia y, recuerden que somos felices, que pronto comeremos pernil y hallacas, pero les sucedió como a Betulio el boxeador maracucho cuando, mediante la narración del locutor de la pelea el público oyente estaba feliz oyendo a éste en su fanática descripción: ¡Pega Betulio!, ¡vuelve a pegar Betulio!, jab fortísimo de Betulio, derecha de Betulio, izquierda de Betulio y el boxeador contrario recula y Betulio se le va encima y, se cayó Betulio señores, qué mano, y, así pasa con la vinotinto se prepara, le tiran a la pelota, la descosen sin participar y, en la práctica no ganan ni un juegito siquiera, uno para los gastos del Estado, pero no importa para la próxima será la vencida que para eso se compite, ya que seguimos estando en lista de espera de prevenidos, o será que tendrán que ir a representarnos a esos torneos los jugadores de Guaidó.
Que vaina con nuestros jugadores vinotintos que se ponen los lentes que no son y, ¿cómo van a ver la pelota?, si la ven cuadrada y así seguimos y ellos cómo si nada sin preocupación ninguna y hasta dirán, hicimos todo lo posible por ganar, pero esos japoneses y chinos juegan bien y saben jugar están más adelantados que nosotros son más organizados y, llevan miles de años jugando y, nosotros apenas recién comenzamos, pero estamos aprendiendo.
Ya vendrán las felicitaciones y numeroso público irá al aeropuerto internacional -con banderas y pitos- a recibirlos como unos héroes agarrotados que batallaron, pero no pudieron, ¿pero será que nunca pueden?, siempre salen con el rabo entre las piernas, pero lo importante es participar que perdiendo también se gana, y si no fue hoy será mañana y el pueblo de lo más contento y Maduro los esperará en Miraflores y con voz altanera de indigesto comprensivo -les dirá- bienvenidos al país campeones, ustedes son unas maravillas que gracias a su esfuerzo seguimos triunfando por el mundo que, no nos ven con ojos de piedad -eso jamás- lo que pasa es que siempre nos sale un Goliath, pero sigan practicando que a futuro serán grandes ligas que eso es lo que vale.
El entusiasmo no hay que perderlo, ni empeñarlo jamás, somos lo que somos mostrándole al mundo que sí se puede, que se trabaja duro para conseguirlo y, que nuestro esfuerzo por triunfar es a largo plazo y, que siempre irán los mejores jugadores cuando de juegos se trata a dar lo mejor de ellos y, no juegan con bate partido, aquí no ha pasado nada señores, pero qué puede pasar, tenemos dinero para botar, y la euforia por la vinotinto seguirá, así es la vida, unos pierden y otros ganan, y eso de ganar siempre tampoco es bueno al hacerse difícil conseguir rivales y, el año 1941 nos enseñó que sí se puede y hay que insistir y, muchachos y hombres, ¡manos a la obra! Y una raya más todavía le cabe a la vinotinto. Pero eso sí, quedan castigados para pasar a representar a Venezuela en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.