"El deporte delega en el cuerpo
alguna de las virtudes más fuertes del alma:
la energía, la audacia, la paciencia"
Jean Giraudoux
La expectativa despertada por este juego, se vivió en toda Venezuela, sin descartar las diferencias políticas, porque para algunas personas forma parte de su manera de ver la vida. En una urbanización de la ciudad de Araure, todos los mensajes para saber la hora de restablecerse el servicio eléctrico, la mayoría giraban en torno a este juego, el cual le calienta las pasiones a más de uno, como sucedía en el hogar de una humilde mujer, el cual estaba pendiente de los enfrentamientos entre los leones del Caracas y el Magallanes de toda Venezuela., como dice un amigo; ya que, la reducida sala de su vivienda se hacía insuficiente para albergar tanto entusiasmo. Los dos hijos uno caraquista y el otro del magallanes, en lo único que se ponían de acuerdo era para comprar la caja de cerveza y después ella se convertía en la apaciguadora de todas las emociones desbordadas, que casi le tumbaban el ranchito, como decía al día siguiente, cuando alguien le preguntaba ¿Cómo estuvo el juego? ¡Casi me tumban el ranchito!
Las tribunas del majestuoso escenario del desafío, me hicieron recordar a varios personajes entre ellos a la humilde matrona ya fallecida, a pesar que de beisbol, solamente conocía el manicomio en el que le convertían su casa los hijos y todo el mundo se enteraba en el barrio. A Rafael "Felo" Ramírez, cuando con su bien timbrada voz, dejó para los aficionados y fanáticos de aquel beisbol para el recuerdo, cuando Michell Page dio un jonrón en el José Bernardo Pérez de Valencia para decidir un partido y campeonato la expresión como un trueno ¡Esto es un manicomio! Pero, quién puede olvidar a Humberto "Beto" Perdomo, ya que apenas se iba arriba algunas de las dos escuadras, las banderas, gorras, franelas se convertían en la fiel expresión de alegría y regocijo por disfrutar un pasatiempo para todas las edades, recordándome, cuando decía con sus ocurrencias propias del momento y se repetían en la calle, ya que es una verdad difícil de refutar ¡Cómo se goza ganando!
Triunfo la novena estadounidense, pero disfrute al máximo la vergüenza y el entusiasmo de todos los jugadores venezolanos, que nos representaron con el corazón y la bandera en la mano, porque para mí vale más, que todos los millones del mundo, el cual se mueven en un negocio tan desarrollado en los Estados Unidos, que deja a kilómetros de distancia muchas actividades, que van directamente al desarrollo del ser humano. Todas las sonrisas desbordadas trasmitidas a través de la televisión, me recuerdan un pensamiento del comandante Fidel Castro, cuando decía "El deporte es bienestar, es estándar de vida, es salud, es felicidad y honor para los pueblos, y quizás el más eficiente instrumento para luchar contra las tendencias delictivas, contra la droga y otros muchos vicios que acosan a las sociedades modernas" No sé, si triunfó el mejor, pero nuestro aguerrido equipo, nunca bajo la guardia y fue menos que el contendor. ¡Viva el deporte en bien de la unión de los pueblos!