...Disculpe que te trate de tú, pero para ser mi libertador tuviste primero que ser mi amigo.
" Canción Bolivariana. Ali Primera"
Compañero, me atrevo a llamarle de esta forma en lugar de decirle Presidente porque lo siento así, usted es mi compañero de lucha, siento que lo conozco desde siempre pues abrazamos la misma bandera de redimir a los pobres del mundo. Cuando se es compañero de verdad se siente que uno se conoce desde toda la vida y nos cubre una señal de amistad y de confianza que sobrepasa los limites del protocolo requerido en estos casos.
Yo no se si usted leerá esta misiva, no se si llegará a tenerla entre sus manos, pero abrigamos la esperanza que alguna alma buena que ronde por allí le haga saber que los campesinos de esta tierra de gracia abrigan la esperanza de ser escuchados en terminos ciertos de intercambio de saberes y de ideas para reivindicar la patria
Las dificultades que transitamos hoy dia en el pais para sostener el proceso revolucionario iniciado por Chávez reclama mucha sinceridad y un compromiso extremo. Amenazados como estamos y en riezgo permanente por la acción de los enemigos del proceso Bolivariano y Socialista, como campesino de manos callosas del trabajo arduo que implica sembrar la tierra, desde la optica y la vivencia que implica producir en el campo soportando no solo los rigores del ambiente natural al que nos enfrentamos diariamente, sino tambien a los avatares de las burocracias estatales que entorpecen el normal funcionamiento para desarrollar el campo venezolano. Desde esta optica es que me atrevo hoy a escribirle estas tres letras que resumen las miles de preocupaciones que cargamos a cuestas en nuestra actividad diaria de producir el alimento de nuestra familia y nuestro pueblo.
Nosotros los campesinos nos sentimos burlados por quienes elaboran y ejecutan las politicas agricolas del país, las cuales parecen estar diseñadas a favorecer los grandes capitales del campo y de la agroindustria. Los campesinos y agricultores pobres del pais no nos sentimos atendidos y vemos muy distantes las politicas que para nuestro sector elaboran en las oficinas burocraticas del ministerio. Las politicas de suministro de semillas, insumos y el financiamiento no estan diseñados para atender al campesino que es quien más necesita la ayuda, todos los recursos se los llevan los grandes empresarios del campo.
Le mienten Presidente, sin duda que le mienten en relación a la agricultura, al campo y la realidad del campesino. Acerquese a escucharnos a nosotros, sin muchos protocolos y anillos infranqueables que alejan nuestra voz, Usted es uno de los nuestros y como tál será recibido en nuestros conucos y sembradíos, escuche al campesino del café que siente por igual la agresión de la industria y de la Corporación Venezolana del Café, creada para apoyar al campesino y devenida en aliada de los grandes capitales de la exportación del grano de oro. Escuche a los campesinos de las hortalizas de nuestros andes venezolanos, escuche a los campesinos de paramo de la cristalina, los de La Quebrada, los del Tachira, los Merideños. No busque interlocutores que temen perder sus prebendas y no van a desnudar lo que ocurre. Los verdaderos campesinos le diran a mas clara voz que el plan de semillas fue abandonado, que los insumos no les llegan, el financiamiento ha desaparecido y que la Gran Misión Agro Venezuela, ni es grande ni cumple su misión.
Compañero, Busque la manera de promover una conversa permanente y directa con los campesinos de la patria, sin la intermediacion ministerial que le dibuja todo bonitico y no le dice la verdad del pesimo estado de la vialidad que impide la salida de las cosechas, del negocio que implica la distribución del combustible, del negocio de la exportación del café que eternamente ha sido un coto reservado para los corruptos que medran del Estado, que la agricultura de puerto nos asfixia lentamente.
Compañero Presidente, no hay tiempo pá perder tiempo. Los campesinos de la costa, del llano y de los andes sufrimos con un peso mayor los avatares de la crisis, somos hombres y mujeres que al despuntar el día salimos a sudarnos el pan, no queremos que nos regalen nada, solo queremos atención y respeto. No nos metan en el mismo saco de la agro-industria y los grandes capitales del campo, ellos nos llevan la ventaja, saben como defenderce y gozan de muchos cerebros y bolsillos que lo hagan por ellos. El campesino en cambio tiene que combatir a diario contra los grandes capitales y los burocratas del gobierno que impiden que las politicas del Estado lleguen a nuestros predios.
Finalmente, disculpe lo crudo de esta carta, pero mas crudo son nuestros sufrires diarios por sobrellevar una vida produciendo y amando nuestra tierra. Es necesario buscar una maneral que nos escuchemos y asi seran mas acertivas las politicas que juntos diseñemos para convertir a nuestra tierra en una patria productiva y feliz.
Saludos, desde algún lugar de la patria campesina y creadora. Venezuela siempre puede contar con nosotros. Palabra santa.