El Caficultor venezolano y su inconformidad ante la Gaceta Oficial Nro.: 42303

Lunes, 31/10/2022 11:13 PM

El Caficultor venezolano y su inconformidad ante la Gaceta Oficial Nro.: 42303

Existe un descontento generalizado y nacional entre los caficultores porque en menos de cuarenta días un quintal (saco) de café descendió de 250 dólares a 160 dólares, sin explicación aparente.

Esta sorpresiva actuación del mercado ha despertado deseos de protestas formales de los campesinos que de parte de las instituciones responsables del Estado aparentan atender convocando, como en otras ocasiones, reuniones (que como en otras situaciones) no llegan a nada en concreto.

Una de esas reuniones, con carácter nacional, una vez más, la convoca la Corporación Venezolana del Café, para llevarse a efecto el día martes 01 de Noviembre del año 2022, en Biscucuy, del estado Portuguesa.

Los caficultores venezolanos continúan siendo lesionados en su actividad productiva, sobretodo con la imposición de precios porque cuando no lo hace la industria oligopólica del café lo hace una "Gaceta oficial".

En décadas anteriores, la emisión de una Gaceta oficial (de carácter agrícola) ameritaba una discusión de días y la participación de tradicionales caficultores o gremios representantes del cultivo, la agroindustria y representantes del Ministerio de Agricultura.

El primer factor que se consideraba para aquella discusión era el estudio de los costos de producción de un quintal de café, y el mismo no se exigía a los productores sino que era encargado de realizar a FUDECO, o a una Universidad con cancelación del servicio a cargo del Ministerio de Agricultura.

Aquellas discusiones se sostenían con meses previos a la cosecha y, generalmente, la prensa y otros medios de comunicación daban seguimiento público a estas discusiones tri-partitas, por así decirlo.

Para el caso que nos ocupa, se emite una Gaceta oficial, número 42.303, de fecha del mes de febrero de este año pero que fue hecha pública, por entes con responsabilidad en la materia, a mediados del mes de Junio, fecha para la cual los precios internos de un quintal de café habían superado a los precios internacionales.

Es bueno señalar que para el mes de febrero, fecha de emisión de la Gaceta oficial, los precios de un quintal de café se cancelaban en un treinta por ciento menos que los referentes internacionales. Es decir, la Gaceta oficial no cumplió su función.

Para culminar el tópico relativo a la Gaceta en cuestión se puede concluir que la misma es lesiva al productor de café y solo favorece al exportador de café.

Ahora bien, es bueno señalar que en Venezuela, históricamente, los precios de un quintal de café pocas veces se cotizan en base a los precios o mercados internacionales y una de las razones es que nuestros costos de producción referentes a la mano de obra siempre son más elevados que el resto de las economías cafeteras de América Latina.

Ello explica el por qué, en Venezuela, el cultivo del café es muy poco atractivo para otros inversionistas ajenos o diferente a los campesinos de las regiones cafeteras que, generalmente, sin opción deben permanecer allí.

Ahora bien, antes, en el lapso 2016-2019 los caficultores podían vender un quintal de café en menos de ochenta dólares y era posible un pequeño margen de utilidad porque era tan grave la crisis económica del Pais que un obrero o trabajador devengaba un dólar en promedio, pero ahora, para el año 2022 ese mismo obrero devenga entre 6-8 dólares por jornada.

Este concepto incrementa, ostensiblemente, los costos de producción de un quintal de café.

Otros elementos que se agregan al aumento de los costos de producción son el combustible (gasolina y gasoil) que hace tres años eran gratis y ahora debemos cancelar en dólares, además del tiempo invertido para hacernos de este consumible.

Pero otro concepto que se agrega es el hecho de comprar fertilizantes exentos de subsidio alguno, con el agravante de que por el conflicto entre Rusia y Ucrania, los fertilizantes son, significativamente, más costosos.

El "Rosario de penas" de un caficultor no acaba allí, pues debido al colapso financiero del Estado venezolano le corresponde auto financiar el cultivo, reparar la vialidad y financiar algunas infraestructuras del servicio eléctrico, entre otros conceptos.

Además de la competencia desleal que significa lidiar con importaciones fraudulentas de café desde otros países.

En dicha reunión, próxima a celebrarse, pudiera sugerirse un mecanismo que para el pasado surtió efecto, que consistía en fijar los precios de un quintal en base a un 70 por ciento del valor del café expendido al consumidor (puro y no mezclado, pues en el mercado existen productos adulterado con mezclas de maíz o trigo, con precios muy bajos).

Otro argumento de utilidad para debatir es que en el País hay poca producción de café y no hay ninguna razón para fijar nuestros precios internos en base a precios internacionales, precios internacionales tan bajos que ya comienzan a ser protestados por los caficultores colombianos y mexicanos, entre otros.

Según algunos registros suministrados por caficultores, producir un quintal de café requiere 17 jornales (desde fundación, mantenimiento y renovación), 0,7 sacos de fertilizante químico, 100 gr de estiércol, 5 gr de enmienda calcárea y el 30 por ciento de su valor para gastos de cosecha y poscosecha, entre otros conceptos, que suman para que los costos de producción de un quintal de café superan los 200 dólares.

Hay quienes consideran que quien esgrime la defensa de una Gaceta lesiva a los intereses del caficultor es por un capricho de exportar café que, a partir de mayo de 2023 tornará deficitario el mercado interno conllevando a repetir la importación de café colombiano de mala calidad, como sucedió este año.

También hay otros que expresan que otra de las razones para exportar café radica en la existencia de un incentivo de quince por ciento en dólares, que el Banco de Comercio Exterior, BANCOEX, otorga al exportador de café, por ser ésta una exportación no tradicional.

El hecho que para junio un saco de café haya alcanzado 270 dólares, mientras el precio internacional estaba en 240 es el mejor indicador que hay déficit de producción de café.

Venezuela no produce el café que el consumidor venezolano está demandando.

Resumiendo, se puede señalar que mientras exista voluntad política puede alcanzarse un acuerdo satisfactorio para el golpeado caficultor venezolano y el Estado, representado por la Corporación Venezolana del Café, está llamada a buscar los mecanismos que permitan resucitar al sector cafetalero nacional.

Ing. MSc. Freddy Colmenarez-Betancourt.

11.585.479. fantonicb@gmail.com

Caficultor e Ingeniero agrónomo.

31 de octubre de 2022.

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