¿Qué fue primero: la especulación o la manipulación cambiaria?
Esta semana, por finalizar, el animador venezolano de televisión Leonardo Villalobos, sorprendió a tirios y troyanos, al denunciar –mediante un video colgado en instagram- la especulación que domina la economía nacional, ahora transmutada en dólares, dijo: “Seguimos con la viveza criolla, seguimos queriendo hacernos rico de la noche a la mañana, y seguimos hablando mal del gobierno, echándole la culpa al gobierno y no nos miramos en un espejo y vemos que con esa actitud, de esa avaricia, de esa viveza, de esa usura… ¿inflación en dólares?”. En artículo previo, intentamos buscar las causas de esa forma de actuar por parte de la burguesía comercial-importadora, que se ha generalizado a todo el cuerpo económico de la Nación. Convencidos estamos, que no se ha dicho toda la verdad sobre el tema y destacados economistas, han dado sus previsiones sobre la materia, por lo general, coincidente en ubicar la causa del problema en la moneda, su manipulación unos, y otros en su excesivo monto en circulación, que los lleva a responsabilizar al Gobierno por su emisión. La verdad, no es monopolio exclusivo de nadie, suele ser esencialmente dialéctica y controversial. Como tal, la ciencia forma parte de la conciencia, y en toda ciencia existen flujos de subjetividad y de ideología que circulan en ambas direcciones. De la conciencia hasta la ciencia y, a la inversa. El auténtico saber científico, es inconformista por naturaleza, y no se da por satisfecho aun descubriendo las causas de un problema determinado. Es así, que en la interpretación que nos ofrece Leonardo Villalobos, sobre la especulación que azota el país, apreciamos más contenido científico, que en las supuestas “verdades” que hemos escuchado decir y leer de connotados economistas nacionales.
Alegar, que es la moneda extranjera la causa de la especulación e hiperinflación en el país, nos remite a la interrogante antigua de quién es primero, entre el huevo y la gallina. En este caso, entre la hiperinflación (por manipulación cambiaria) o la especulación. En artículo previo, hicimos mención del Informe Fox, en cuyo contenido se dejaba –tajantemente- sentado que sin manipulación cambiaria alguna, ya para entonces, Venezuela contaba con los precios más altos del mundo. Repito: los precios más altos del mundo, y contaba entonces, Venezuela, con una moneda estable y baja inflación. Ese solo antecedente, desmiente la matriz actual, pero estimamos, que no es suficiente. En el dilema entre el huevo y la gallina, la humanidad no escatimó esfuerzo intelectual alguno, en la búsqueda de la verdad. Aristóteles, afirmaba al respecto que: “lo actual es siempre anterior a lo potencial y, por lo tanto, el hombre precede siempre al esperma, es decir, la gallina precede al huevo”. No obstante, esa “verdad” aristotélica no convenció a muchos o muchas, y desde la antigüedad hasta el presente estamos empeñados en dar una respuesta certera a ese dilema. En 2006, el diario británico: The Times reabrió el debate y consultó a un científico especialista de la Universidad de Nottingham, un especialista en filosofía de la ciencia del King's College, y un avicultor, sobre la materia en cuestión. El profesor John Brookfied, especialista en genética, fue concluyente en su respuesta: "la primera cosa viva que podemos calificar sin temor a equívocos miembro de esa especie es el primer huevo". En la misma línea de pensamiento, David Papineau, especialista en filosofía, señalaba: “el primer pollo salió de un huevo, y es un error pensar que el primer huevo de gallina fue un mutante producido por padres de otra especie”. Mientras, que Charles Bourns, avicultor, es coincidente también con sus predecesores: "Los huevos existían ya antes de que naciera el primer polluelo (...), claro que tal vez no tuviesen el aspecto de los de hoy". El huevo, se coronaba entonces, como el primero en su especie.
En 2010, las universidades de Sherfield y Warwick, reabren el debate y llegan a la conclusión de que la gallina habría sido la pionera en la existencia, relegando al huevo, a un segundo lugar. Sin embargo, el dilema sigue abierto ¿De dónde vino la gallina? Hoy sabemos, según el materialismo, que la vida no ha existido siempre sino que tiene su origen en la materia inerte. Que lo vivo y lo inerte, es materia en movimiento. Que la vida es materia en transformación. Es, a lo que se refería Espinoza en su concepto de “natura naturans”, y su idea de naturaleza en continuo proceso de cambios. Que no hay vida sin materia inerte, sin azúcares, oxígeno, grasas, agua, fotones o sales minerales. En palabras de Engels: “La vida es el modo de existencia de los cuerpos albuminoideos, y ese modo de existencia consiste esencialmente en la constante auto renovación de los elementos químicos de esos cuerpos”. La materia viva procede de la inerte; en la cual, se desarrollan procesos físicos y químicos, subordinados a leyes biológicas. Escribió Bichat, a comienzos del siglo XIX: “La vida es el conjunto de funciones que se resisten a la muerte”. Volvamos a Engels: “Ya no se considera científica, ninguna fisiología si no entiende la muerte como un elemento esencial de la vida, la negación de la vida como contenida en esencia en la vida misma, de modo que la vida se considera siempre en relación con su resultado necesario, la muerte, contenida siempre en ella, en germen. La concepción dialéctica de la vida no es más que esto. Pero para quien lo haya entendido, se terminan todas las charlas sobre la inmortalidad del alma. La muerte es, o bien la disolución del cuerpo orgánico, que nada deja tras de sí, salvo los constituyentes químicos que formaban su sustancia, o deja detrás un principio vital, más o menos el alma, que entonces sobrevive a todos los organismos vivos, y no sólo a los seres humanos. Por lo tanto aquí, por medio de la dialéctica, el solo hecho de hablar con claridad sobre la naturaleza de la vida y la muerte basta para terminar con las antiguas supersticiones. Vivir significa morir”.
La obra cumbre de Darwin, se llama: “El origen de las especies”, la muerte recrea la vida pues no habría nueva vida sin la muerte de la antigua, de allí el tercer concepto básico de la biología, la transformación de las especies, la manera en que unos seres vivos desaparecen para dar lugar a otros diferentes. Una vez muerto el organismo vivo, la materia orgánica entra en un proceso de descomposición que lo aleja de la vida y lo convierte en materia inerte. La muerte, devuelve la vida a su punto de partida. El origen de la vida, arranca con el carbono y acaba con la carbonización. Finalmente, científicos de la Universidad de Queensland en Australia y del instituto NÉEL de Francia, probaron que en física cuántica, tanto el huevo como la gallina son primeros. “Piensa, por ejemplo, en la idea de los bits de computadoras que pueden tener un valor de 0 o de 1. En nuestro experimento, si el valor de control es 0, A sucede antes que B. Y si el valor de control es 1, B sucede antes que A”. En física cuántica, se pueden tener bits en superposición, lo que implica que su valor es 0 y 1 al mismo tiempo: “Y debido al valor indefinido del control, que a su vez determina el orden, podemos decir que hay un orden indefinido entre los eventos A y B” (…) “El huevo y la gallina es, en realidad, una metáfora. En la literatura popular, se pregunta qué fue primero. Y lo que probamos con este experimento, en que “A sucede antes que B” y “B sucede antes que A” pueden ser ciertos al mismo tiempo, es que los dos eventos ocurren primero”, explica Jacqui Romero, del Centro de Excelencia de ARC para Sistemas de Ingeniería Cuántica de la Universidad de Queensland.
¿Incide la manipulación cambiaria sobre la especulación?, Evidente que sí. Ahora, ¿Es el factor fundamental? La experiencia nos dice, que no es. A las pruebas nos remitimos. El Plan Farías, instrumentado desde 2018, tanto por el BCV como por el Gobierno Bolivariano, inspirado en las propuestas económicas formuladas por el profesor universitario, constituyente y militante del PSUV, Econ. Jesús Farías, parte de la premisa de que es la manipulación del dólar, desde la web dólar today, el causante de la hiperinflación inducida sobre la economía venezolana. Por su parte, la burguesía y sus partidos de la derecha, obvian esa apreciación y persisten en que los culpables son los controles de cambio y de precios. El Gobierno Bolivariano, se decide por aplicar una solución salomónica, y procede a desmontar todos los controles menos uno, el control de emisión de masa monetaria. Deja así, sin argumentos a la derecha.
Expone las bondades de su Plan, Jesús Farías: “¿Para qué servirá la libertad cambiaria? La tarea fundamental de la política económica es derrotar la hiperinflación, la cual es motorizada esencialmente (no exclusivamente) por la especulación cambiaria. Todos los precios se forman de manera especulativa en función del precio de la divisa en el mercado "negro", el cual, a su vez, es determinado abiertamente por la especulación y la arbitrariedad con fines inconfesables. En nuestro caso, la especulación con el precio de la divisa se desata con el control de cambios y éste ha sido incapaz de detenerla. Eso es irrefutable…” (Aclaratoria al Profesor Eleazar Díaz Rangel, Jesús Farías, 16-07-2018, www.aporrea.org/economia/a266429.html). Los hechos, esos sí que son irrefutables. Eliminado el control cambiario: los precios, absolutamente todos, en espiral ascendente. Un dólar desatado, incontenible, rebasando la barrera de los 12 mil Bs/dólar. Tenemos, un año después, al Banco Central y su política cambiaria, haciendo de “correcaminos” detrás del dólar paralelo a ver si lo alcanza. Las premisas del profesor Farías, para vender su propuesta de libertad cambiaria y de precios: “La libertad cambiaria generará confianza en los actores económicos que tienen divisas y estarían dispuestos a traerlas para la inversión en el país…”. No se cumplió, un año después, tanto, que es preciso destacar que fuera de los dólares provenientes de las remesas, que envían venezolanos y venezolanas sobreexplotados con jornadas de trabajo de 12 o más horas y sin seguridad social alguna, en países suramericanos con regímenes neoliberales, regidos por el FMI, la pregunta obligada es: ¿Cuántos dólares, han ingresado para invertir en Venezuela del connotado promotor de la libertad cambiaria, como lo es, Lorenzo Mendoza?, pregunta para el profesor Farías y esa promesa incumplida. Por lo demás, tenemos un Estado que se ha auto minimizado, reduciendo apenas, su actividad a garantizar el orden interno. Un Estado, en que la impunidad de los delitos es la norma suprema. Un Estado, que ha decidido liberarse de sus responsabilidades, autodestruirse, mientras proclama a los cuatro vientos: “laissez faire, laissez passer le monde va de lui même”, “Dejad hacer, dejad pasar, el mundo va solo”. En una visión errada de lo que es una verdadera Democracia Participativa y Protagónica, en que la norma suprema es la Constitución Bolivariana de 1999, y que poco hacen las instituciones de gobierno para que su resplandor, ilustre la convivencia ciudadana en la patria de Bolívar y Chávez.
La especulación en Venezuela, es una actividad delictiva y poco tiene que ver con razones económicas aunque se sustente en la economía para la obtención de grandes beneficios. Se utiliza, con fines políticos desestabilizadores y como tal, debe atacarse. La especulación y la manipulación cambiaria, forman parte de un proceso único e indivisible para desestabilizar la República, en la que agentes externos, el imperialismo; como internos, la burguesía comercial-importadora, unifican esfuerzos para intentar “tocerle el brazo y hacerle que nos obedezca” (Barack Obama, cita) al Estado Bolivariano. Con ella, lograron objetivos que se trazaron años atrás, como lo son la eliminación de los controles cambiarios y de precios, y aspiran más, en especial, el poder político de la Nación. Tamaña pretensión, debe obligar a las fuerzas de la patria a retomar las enseñanzas y directrices del Padre Libertador, Simón Bolívar: “La justicia es la reina de las virtudes republicanas, y con ella se sostienen la igualdad y la libertad que son las columnas de este edificio…” (Discurso con motivo de la instalación del gobierno general de la Nueva Granada, Simón Bolívar, 23-01-1815).
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