Si existe algún punto en común entre el dólar innombrable, pero que tiene varios nombres: dólar guarimbero, dólar especulativo, dólar paralelo, dólar negro, dólar criminal, entre otros y el llamado salario mínimo vital, es que el cálculo de los mismos, están muy alejados de la realidad económica del país…por un lado el billete verde estadounidense, se ha convertido en el principal enemigo de la estabilidad monetaria y del valor del bolívar, en los circuitos económicos de intercambio de bienes y servicios…y por el otro lado, tenemos a un salario mínimo, que cada día disminuye de manera dramática su poder de compra y se aleja de ser un mecanismo para poder subsistir, ya que a lo sumo podrán adquirirse dos productos, y esperar el pago del siguiente mes, que seguramente, solo se podrá adquirir a duras penas, un solo producto…
Quiero referenciar a tres artículos de nuestra Constitución Nacional, que por múltiples razones, “no se están cumpliendo, pero que deben cumplirse”…comenzando por lo establecido en el artículo 91, que en su primera parte, señala de manera textual: “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales”…
El articulo 318, le otorga un papel fundamental al Banco Central de Venezuela, en el manejo y control de nuestro sistema monetario, cuando expresa…”El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria. La unidad monetaria de Venezuela es el Bolívar.”…y ya sabemos como cada día nuestra economía se encuentra más dolarizada, menos los salarios, tomando como referente, lo que el dólar guarimbero ordena…
Y el artículo 320, le señala una delicadísima responsabilidad al Estado, cuando señala en su primer párrafo, lo siguiente: “El Estado debe promover y defender la estabilidad económica, evitar la vulnerabilidad de la economía y velar por la estabilidad monetaria y de precios, para asegurar el bienestar social.”…
Hay que preguntarse de manera reflexiva, ¿porqué no se cumplen con los mandatos constitucionales?