Trump y Macri desbaratan el recetario neoliberal. Cojan palco que el mundo está alborotado

Jueves, 05/09/2019 02:44 PM

Los neoliberales, llamados así porque arrastran la herencia del liberalismo económico, pues son hijos de quienes aquello formularon como Adam Smith, y porque creen al Estado un estorbo para el crecimiento, progreso y hasta-¡tamaña audacia!- bienestar colectivo, están siendo aporreados ahora por quienes son sus líderes en el campo de la política, siéndolo al mismo tiempo en el campo empresarial, a quienes aquél les estorba si se mete a regular para que ellos ganen bastante pero sin que estrangulen a la gente.

Eso sucede; está en el paisaje y estándolo uno no lo puede ignorar como tampoco lo van a ignorar los neoliberales viendo que su prédica comienza a mostrar fallas grandes, como las troneras que hundieron al Titanic.

La guerra arancelaria entre China y Estados Unidos, siendo este país el líder e impulsor del neoliberalismo, del ALCA y de todas las políticas sustentadas en el poder de sus empresas, capital y tecnología, es como un cuento al revés. La China de los mandarines y hasta la de Mao, hasta hace poco incapaz de competir en el mercado internacional y dedicada con paciencia a desarrollar sus fuerzas productivas, aprovechar su enorme población y en consecuencia mercado interno, y habiendo conquistado un alto pedestal en el mundo tecnológico, de repente se volcó sobre el mercado mundial a competir en forma sustancialmente ventajosa. Y entonces el mercado de EEUU se vio invadido por las mercancías chinas de gran calidad y a precios inferiores a los de la industria USA. Y este acontecimiento no previsto por el capital interno de este país, pero si dentro de la lógica del capitalismo, como que capitales en buena cantidad de ambos países aparecen imbricados, como para que el New York Times considere no viable que empresas estadounidenses se puedan retirar de China como lo ordena Trump, significa un cambio sustancial en el mundo de los negocios, finanzas y diplomacia.

Tanto es el cambio que Trump, para decirlo con una frase que me recuerda mucho a Domingo Alberto Rangel, ahora "rompe lanzas" en una guerra como contra el liberalismo y el neoliberalismo, el Alca y a favor de las barreras arancelarias. Frente a China pareciera no tener otra respuesta que las sanciones de esa naturaleza, a lo que este país responde, "sin que se agüe el ojo", con devaluación de su moneda a manera de invalidar la propuesta de Trump. Y a este no se le ocurre otra cosa que pedir al FED devaluación del dólar y en vista que este no le hace caso, porque considera eso un remedio peor que la enfermedad, opta por meter su colita entre las piernas y volver a "reconciliarse" con China. Tanto ha cambiado el mundo que ahora EEUU aparece parapetándose en las barreras arancelarias que antes aborrecía, mientras un país de la periferia como lo fue China, predica algo así, frente a EEUU, como un "dejar hacer, dejar pasar".

Macri, al asumir la presidencia de Argentina, entonó el sonsonete que le es propio, el de los neoliberales, fuera el Estado, que saque sus manos del manejo de la política económica, libertad cambiaria, que le economía flote libre para que la riqueza se multiplique, "disminuir todo aquellos gastos con fines sociales e improductivos" y vayamos al Fondo Monetario internacional para que nos preste y podamos dar divisas a nuestra gente, los empresarios; y llegó la señora Lagarde con su corte y a Macri prestaron para saliese de la crisis que el mismo generó. Y para eso le hicieron firmar la receta. Disminución del "gasto público", no por salir de la crisis sino "para que nos puedas pagar" y para esto pagarán los salarios de obreros, jubilaciones, inversiones en escuelas y hospitales y paremos de contar porque el cuento es resabido.

Llegaron las PASO y el cuento de Macri, el FMI y la señora Lagarde, quedó deshecho. Las urnas ratificaron lo que venían diciendo las encuestas, que el pueblo argentino no se tragaban aquella narrativa y no le iban a enredar con ese "cambalache".

Macri, Trump y el FMI no pierden las esperanzas, no que Macri gane, ese no es su meta, como tampoco es la de Trump; al ente financiero lo que le mortifica son sus reales, que le paguen y Macri, intentando revertir la intención de voto, dado que una reciente encuesta dice que pierde por más del 20 ciento, se reinventa y lanza un programa contrario al clásico del neoliberalismo y del FMI, como control cambiario, aumento de pensiones y salarios, medidas de regulación sobre el comercio, venta de combustible y todas esas que ellos suelen llamar populismo y hasta comunismo, más o menos lo que antes había condenado. Y Trump, como en coherencia con su comportamiento frente a China y deseoso que Macri no se vaya porque eso le estorbaría sus planes, con este se hace "populista". Y uno, como en un descanso y un tomar aliento, no puede decir otra que: ¡Cómo cambia este mundo!

Pero veamos, a todas estas, cómo reacciona el FMI frente a eso de Macri, que es como un alzamiento y renuncia al recetario y hasta haber llegado en declararse en defualt o en indisposición de pagarle ahora cuando le toca su cuota al ente financiero. Por supuesto, toda la maniobra está destinada a intentar ganar las elecciones para volver a hacer lo que venía haciendo, como garantizarle al FMI su pago y su ganancia. Pero este, donde se obedece a las reglas de la banca y eso que llaman lógica del capital, como "te presto y tú me pagas puntual y con buena ganancia sin importarme lo qué pasa", se ha armado un zafarrancho, tanto que, según información de diario Página 12, de Buenos Aires "Italia, Suecia y Holanda se oponen al giro. Dicen que el gobierno de Mauricio Macri viola los términos del programa pactado con el Fondo y pretenden esperar al recambio presidencial antes de comprometer más recursos". https://www.pagina12.com.ar/215943-paises-europeos-le-bajaron-el-pulgar-a-macri

La gravedad es mayor si se toma en cuenta que Macri espera otra porción del préstamo para el 15 de septiembre por un monto de 5 mil 400 millones de dólares, un apoyo como para ganar las elecciones. En el FMI se sabe que esto es una opción muy difícil y significaría un riesgo, sobre todo dadas las denuncias de Fernández contra el ente financiero mismo. Por eso, los países señalados, más otros que se suman de los 24 que tienen poder de decisión sobre el asunto, se muestran reacios a entregar a Macri lo antes acordado y más bien por esperar los resultados electorales de octubre para negociar con el nuevo gobierno. Es decir hay cautela y no están dispuestos a jugarse a "Rosalinda" con un candidato sujeto a una derrota anunciada.

Pero según la misma fuente informativa, "Al creciente escepticismo entre los representantes europeos se contrapone la posición de Estados Unidos. El principal accionista del FMI mantiene, por ahora, su respaldo al programa." Es decir, Estados Unidos o el gobierno de Trump, está dispuesto a jugársela con Macri en su objetivo de "tirar la última parada" para no dejar el poder, seguir con la misma política y sobre todo mantener a la Argentina dentro de los planes para la América Latina, dado el rumbo que toma la política mundial. Y por este rumbo, vemos venados correr tras de los perros, carretas detrás de los caballos y muchos creen ver una película o un mundo imaginado. No lo creen y siguen haciendo lo mismo de antes.

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