¡Otra vez El Aissami a “Precios justos y acordados”! ¿Duerme usted señor presidente?

Viernes, 06/09/2019 03:09 PM

Ayer, cuando se esperaba Maduro anunciase medidas reales para proteger al salario, algo así como cuando el bateador espera que el lanzador venga por la goma y recta de humo, pues está en tres bolas y dos strikes, dos outs y con las bases llenas, de repente se vino con una bombita que no pudo siquiera engañar a aquél, pues picó como tres metros frente al plato; en una demostración de eso que dicen los managers de tribuna "ya a ese pitcher no tiene nada en la bola". Y uno, el observador, imaginó hasta el mismo manager como mirando con desconsuelo hacia allá donde suelen calentar los lanzadores, pues el espacio solo lo ocupaban un cátcher sustituto y el coach de ellos, ambos en estado de absoluta ociosidad.

La bombita que lanzó Maduro pero poniéndose en tensión como quien viene con todo, fue que Tareck El Aissami, después de su muy largo período de descanso y hasta periplo, refrescamiento como para que nos olvidásemos de sus muy malas actuaciones con el asunto de los pollos, huevos y al final de los Precios Justos y Acordados, volvía yprecisamente a ocuparse de un asunto donde no dio pie con bola y por el cual con quienes hubo de lidiar entonces le cogieron de mamadera de gallo y hasta de trompo servidor. Tanto fue de esto último que tuvieron como esconderle o ponerle en "blanqueo", para olvidásemos jugó aquel triste papel y volver luego como refrescado, listo y puesto. Por algo es de los escogidos por los dioses por lo menos para que este allí, "donde se bate el cobre".

Uno que, como decíamos en la Cumaná de mi tiempo, ya le tenemos "cogida la cagá" al gobierno, lo que sería lo mismo que sus huellas o mañas, supo que a El Aissami lo habían puesto en cuarentena, pero no esa con la que Trump nos amenaza, sino solamente para que olvidásemos su mala racha, más eso que dijimos en "blanqueo", para que se le borraran las rayas que se le pintaron en sus intentos de domar al empresariado, comerciantes, bachaqueros y hasta a su propia gente que en todo eso anda. Según él, ya eso uno no cree, los manejadores de toda la mercancía le firmaban acuerdos y al día siguiente irrespetaban todo. Según estos, El Aissami no firmaba con nadie por lo menos representativo del sector y de esa manera sugerían que intentaba engañar, uno no sabe a quién, porque en verdad no consiguió hacerlo con nadie. Y es tan cierto que por eso lo mandaron a un largo descanso y se supone con paga completa y sus respectivas cajas de Clap y todas aquellas cosas que uno no ve ni en sueños, pero a los funcionarios de gobiernan les llegan hasta caminando solas.

Mientras tanto, el pueblo en buena mayoría y miles de chavistas que aun apoyan a Maduro porque creen que "es indispensable hacerlo" para dar demostraciones de ser antiimperialista, le claman por medidas económicas eficientes y hasta que se deshaga de quienes por incompetentes le tienen como hundido, aquél no responde porque duerme, no coge la seña o alguien hace para que a nadie más le pare.

Caupolicán Ovalles escribió aquel poema, ¿Duerme usted señor presidente?, donde dijo lo que dijo, no cuesta leerlo, es muy corto y ameno, referido a Betancourt, quien tenía una visión de Venezuela y por intentar que la realidad compaginase con su sueño, ordenó "disparen primero y averigüen después". Claro bien lo sé. Betancourt fue Betancourt. En Miraflores ahora está Maduro, pero es este quien acaba de decir cosas como que; "Señor vicepresidente, lo encargo a usted -subordinado a la vicepresidente Ejecutiva, Delcy Rodríguez- para que establezca de manera permanente, con información al pueblo, el sistema de precios acordados y justo actualizado, es una orden de pleno cumplimiento y de protección al pueblo". Pero dijo además otras cosas, como que "mediante el acuerdo de los precios se alcanzó un equilibrio entre el costo de los productos de consumo básico y la capacidad adquisitiva de los venezolanos, sin embargo el alza descontrolada de los precios debido a la especulación y la falta de contraloría perjudicó el equilibrio alcanzado."

https://www.aporrea.org/economia/n346426.html

Si le prestamos atención a lo dicho por Maduro, veremos que asegura que cuando El Aissami dejó aquello como estaba, se había alcanzado "un equilibrio entre el costo de los productos de consumo básico y la capacidad adquisitiva de los venezolanos". Leyendo esto y recordando el pasado, no sé si el presidente estaba dormido entonces o nosotros aniquilados por los precios y la represión del salario estábamos en la luna. Y cómo me quedan las dudas, dado que sé de mi hambre y angustia de entonces que son las mismas de ahora, me atrevo a preguntar:

¿Señor presidente si eso fue como dijo, que Aissami encontró "el punto de equilibrio" con productores y distribuidores y nuestro salario, por qué hubo de esconderle por tanto tiempo? ¿Si logró ese milagro, pasando usted tantas dificultades y faltándole tanta gente competente, cómo se dio el lujo de darle vacaciones tan largas?

¿Cómo es posible haya permitido se fuera por tanto tiempo para que "por falta de contraloría" perdiésemos lo que por él habíamos logrado?

¿Entonces presidente, soy yo ahora quien despierta, todo esto nada tiene que ver con dólar to day, Trump, etc. sino sólo fue por falta de contraloría?

Por cierto presidente, despierte, escuche y responda esta pregunta, ¿el muerto no tiene dolientes? ¿Nadie es responsable de esa falta de contraloría?

No presidente, despierte, nadie tiene la culpa de eso, me refiero a lo de no haber hecho contraloría, pues para eso habría que partir de lo real, algo concreto por medir o evaluar. Sería esa como una manera poco caballeresca de echarle la culpa a otro y hasta más deleznable, si ese otro no existe, pues sólo se trata de justificar o tapar errores garrafales. Porque ese "equilibrio" del cual habla nunca se dio, sólo fue un sueño y si bien no creo eso de Calderón "que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son", porque es una manera de evadir la realidad, percibo justamente que usted intenta a la manera del subjetivismo justificar la vuelta de El Aissami a una tarea donde no estuvo a la altura. Y lo que es peor, los venezolanos casi todos lo sabemos.

No se engañe, ni sueñe presidente, con esas cosas como infantiles no se sale adelante; podrá satisfacer ciertas aspiraciones, egos y hasta tapar grietas, pero de allí no pasa. El desequilibrio entre salarios y precios no es tampoco una grieta, es una enorme zanja que no la va a cubrir ni esconder con el mismo sainete.

No sueñe presidente. ¿Duerme usted? El salario mínimo es menor a dos dólares; tanta es la angustia que Walter Martínez, quien ha estado dando pruebas que le respalda hasta acríticamente, se atrevió a decirle que "comemos un día sí y uno no" y puedo asegurarle, por mi experiencia y refiriéndome a gente como yo, eso no es ajeno a la verdad. ¿Duerme usted presidente? Despierte por favor que el hambre me rompió la puerta de la casa y se tomó todos mis espacios. Y yo no duermo señor presidente, porque soy un persistente insomne y no tengo dinero para comprar los psicotrópicos que durante años me habían ayudado. ¿Duerme usted? Yo no.

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