Tal vez sería bueno que pensemos en esto cada vez que vamos de compras

Jueves, 07/11/2019 02:01 PM

Creo que mucha gente no se da cuenta que lo que llamamos tan arbitrariamente "la economía," es únicamente la consecuencia de la codicia humana, y nada más.

Básicamente, es el mismo principio que la adicción al chocolate.

Por ejemplo, si usted fuese un pobre Indígena quien vive en las salvas amazónicas y que jamás había probado el chocolate (cacao sí, pero chocolate no), y de repente algún terrateniente viene a verlo para desterrarlo (porque sí), pero en vez de ponerse violento y matarlo y a toda su tribu, el terrateniente le ofrece a usted un pedazo de chocolate --- chocolate que él mismo importa y distribuye en la región ---, bueno, es casi 100% seguro que usted va a querer más, y más, y más, chocolate.

¿Verdad?

Sin embargo, el problema es que el chocolate cuesta muchísimo dinero, en particular para un pobre Indígena que vive en la selva donde no existe el dinero, entonces, si uno quisiera poder disfrutar de un bueno chocolate (digamos uno por día) y compartir este maravilloso gusto con los familiares y amigos, bueno, entonces uno tendría que conseguir el dinero de alguna manera para comprar ese chocolate.

¿Verdad?

Bueno, el problema es que un pobre Indígena que vive en la selva no ni tiene educación ni diploma universitario para conseguir un buen trabajo que le genere suficiente dinero para comer chocolate todos los días …

Y esa es la verdad.

¿Entonces qué ocurre?

El pobre Indígena, para seguir satisfaciendo su gusto (el que siempre va en aumento debido a la adicción), y también para poder compartir el chocolate con sus familiares, y para aparentar frente a la otras tribus que no pueden conseguir el chocolate, el pobre Indígena debe ir "a trabajar," pero solo puede trabajar para el terrateniente ya que es el único "empleador" en la región.

¿Y qué pasa?

Bueno, pasa algo al estilo de:

"Señor terrateniente, aunque estas tierras no son de nadie, trabajaré para usted sobre estas mismas tierras", pero el Indígena no le dice exactamente por qué quiere trabajar (es por el chocolate), sin embargo, unas semanas después de haber empezado a trabajarle al terrateniente, el Indígena se da cuenta que el terrateniente, el único quien le puede pagar con el dinero necesario para comprar el chocolate (para satisfacer su adicción y aparentar), solo le está pagando (cuando paga) lo suficiente para comprarse un chocolate por mes, y no uno por día como lo había esperado.

Es más, el Indígena se dio cuenta que cada vez que le preguntaba el precio del chocolate al terrateniente, el terrateniente, quien también tiene todo el control sobre todo lo que tan arbitrariamente llamamos "la economía" (en esa región), le dice:

"Bueno, amigo, ahora sé por qué decidiste trabajar, es por el chocolate, ¿verdad?, bueno … cuando me preguntaste el precio la primera vez, costaba 10 Bs., pero ahora cuesta 20 Bs., y probablemente mañana costará 30 o 50 Bs., entonces mejor será que trabajes muy duro para poder seguir comprando tu chocolate."

Entonces el Indígena le dijo, bueno, si el precio del chocolate aumentó, entonces mi salario también aumentará, ¿verdad? Eso sería lógico y justo, ¿no?

Y el terrateniente, fingiendo estar enojado y listo para estrangular al pobre Indígena, le grita:

"Mire desgraciado, infeliz, y malagradecido, tu no sabes nada sobre la economía, eres un ignorante, yo sé lo que estoy haciendo, soy educado, tu no sabes nada, yo no te puedo incrementar tu salario por razones que jamás entenderás, vete devuelta a trabajar y cállate la boca, ah, sí, y la otra cosa es que el precio del chocolate recién aumentó otra vez."

Esa es la codicia.

Ese es el fundamento o la esencia de nuestra economía euro-colonizadora la cual desde que Maduro ha estado en el poder sigue su rumbo destructor en nuestro país, Venezuela, con la total colaboración de Maduro y de su gobierno.

Por un lado, el terrateniente quiere (necesita) enriquecerse más y más cada día a través de los negocios para ir satisfaciendo sus deseos, los cuales cada día se ponen más y más grandiosos porque cada vez que prueba algo que no había probado antes (como el Indígena y su chocolate), y le gusta --- como el caviar, el salami, el queso azul, el whisky de Escocia, el vino tinto de Francia, y la cerveza de Bélgica --- el terrateniente tiene que inventar cómo lo pagará, y cada vez le costará más y más dinero, ¿entonces qué hace?, bueno, paga menos salario y aumenta más el precio del chocolate.

Así funciona "la economía."

Es pura codicia humana.

Por otro lado, el pobre Indígena --- por los momentos --- solo trata de satisfacer un solo deseo, un chocolate por día (algo que casi no puede alcanzar), pero, cada día sus familiares le piden más y más chocolate, y nacen más y más niños (los suyos probablemente porque él trae el chocolate como regalo para todas sus novias), y el pobre Indígena tiene que trabajar más y más todos los día --- matándose por la codicia humana --- para poder seguir compartiendo con la familia y aparentando frente a las otras tribus quienes no tienen cómo comprarse chocolate.

Ahora …

¿Qué está ocurriendo aquí en Venezuela con nuestra "economía"?

Bueno, básicamente, el terrateniente tiene a toda la población pobre Indígena de la nación (o sea, nosotros) subyugada a la noción de que debemos comer chocolate, ¿pero qué ocurre?

Si el terrateniente vendiera el chocolate que él importa únicamente allí en las salvas amazónicas (las partes pobres de Venezuela) a sus empleaos pobres Indígenas (nosotros), bueno, sus ganancias al vendernos el chocolate se caerían por el suelo ya que los pobres Indígenas (nosotros) no somos capaces de pagarnos mucho chocolate, o sea, no existe un buen mercado para el chocolate aquí en Venezuela, ¿entonces qué hace el terrateniente?

Bueno …

El terrateniente se dice a él mismo algo como:

"Ya sé lo que voy a hacer, en vez de importar el chocolate como lo estaba haciendo, voy a montar una enorme fábrica de chocolate aquí mismo en la selva amazónica donde se consigue el cacao y el azúcar, empleo a esos pobres Indígenas para elaborarlo, después exporto todo ese chocolate vendiéndolo en dólares a más de 100 veces el precio que pudiera vendérselo a esos Indígenas aquí en Venezuela, y después, si los pobres Indígenas quieren comprarse chocolate, bueno, yo les ofrezco de seguir importándolo como siempre lo hacía, solo que esta vez importaré mi propio chocolate que había exportado, y que fue elaborado por ellos mismos, y les venderé ese mismo chocolate, siempre con su aumento regular, a precios de productos importados, eso es todo, y así me enriquezco más y más y más."

La codicia.

Esa es nuestra "economía."

Bueno, básicamente, eso es lo que está ocurriendo con (casi) todos los productos que compramos aquí en Venezuela desde que Chávez murió.

Este gobierno de Maduro no solo ha perdido todo el control sobre los terratenientes, sino que (además) se ha unido abiertamente a ellos para impulsar la exportación de los productos producidos (o re-empaquetados) aquí en Venezuela para generar dólares.

Por eso estamos pagando precios de "productos importados" aun cuando el producto puede ser fácilmente y ampliamente producido aquí mismo en nuestro país para ser vendidos a "precios justos" y "controlados" (algo que no existe hoy aquí en Venezuela y jamás existió bajo el mando de Maduro). Buenos ejemplos de este fenómeno son el azúcar y el café, que cuestan aquí en un país productor de azúcar y café, a veces más que cuesta en Canadá, un país que importa el azúcar y el café desde los países del Sur como Venezuela.

Todo eso se llama, codicia.

Otro ejemplo:

En la frontera con Colombia, una de las prácticas comunes, dependiendo del precio de los productos de ambos lados de la frontera, es de comprar un producto de un lado de la frontera, pasarlo al otro lado de la frontera, re-empaquetarlo bajo otra marca, y reenviarlo (exportarlo) otra vez a su país de origen para la reventa a muy altos precios de "productos importados."

(También ver la nota al final de este artículo sobre lo que ocurre dentro de PDVSA.)

CONCLUSIÓN

Básicamente, al propiciar y promulgar las exportaciones así como lo hace Maduro, él mismo estaría promulgando la importación y la vente de los productos nacionales producidos aquí en Venezuela a precios de "productos importados," y a raíz de este tipo de estafa enmascarada de "exportaciones para generar divisas," Maduro estás destruyendo lo que arbitrariamente llamamos "la economía."

No sé exactamente, pero yo diría que proporcionalmente, de todos los productos que se compran hoy aquí en el país --- comida, ropa, bebidas, repuestos para carros, repuestos para maquinaria, juguetes, herramientas, maquillaje, toallas sanitarias, etc. --- debemos estar alrededor de un 90% de productos importados, y estoy seguro que muchos de esos productos importados tienen de alguna manera (corrupción y estafas) su origen aquí mismo en Venezuela.

Un muy buen ejemplo actual es la empresa "venezolana" Savoy, la cual no es venezolana, aunque mucha gente cree que la es (la empresa pertenece a la multinacional Nestle, basada en Suiza).

Esta empresa suiza Savoy (terrateniente) nos vende a nosotros los venezolanos y las venezolanas (los pobres Indígenas) aquí mismo en Venezuela el chocolate producido aquí mismo en Venezuela con el cacao venezolano y con el azúcar de Venezuela y con nuestra propia mano de obra barata esclavista ($7 por mes) a precios increíblemente altos, equivalentes y aun más altos que los precios de los productos importados (a menudo son más baratas las galletas importadas desde Colombia y Brasil que las que son producidas aquí en Venezuela, es algo insensato).

O sea, básicamente las fábricas y los almacenes de Savoy aquí en Venezuela son como otro país (el país Savoy) donde hay ratas aquí en Venezuela que exportan (buscando dólares) el azúcar y el cacao venezolano al país Savoy, donde allí se elabora el chocolate con mano de obra barata esclavista venezolana (también importada hacia el país Savoy), y enseguida ese país llamado Savoy "exporta" el chocolate al territorio venezolano para la reventa, o sea, probablemente las mismas ratas que exportan desde Venezuela el cacao y el azúcar hacia el país Savoy, son los mismos que importan al territorio venezolano el chocolate elaborado desde el país Savoy.

Este fenómeno está ocurriendo básicamente con todos los productos aquí en Venezuela, y todo eso se basa únicamente en la codicia.

Esa es nuestra "economía."

Tal vez sería bueno que pensemos en esto cada vez que vamos de compras.

N.B. En base a informaciones que he recibido, esto está pasando de manera absolutamente horrible dentro de PDVSA desde que Maduro ha estado en el poder. Ciertos productos importados necesarios para las operaciones de los pozos petroleros son pagados por PDVSA a entre 5 y 9 veces el precio internacional, o sea, entre traer y llevar (equivalente a importar y exportar), el país (nosotros) estamos siendo estafados de manera monumental por la pura codicia humana. Estoy seguro que lo mismo está ocurriendo en absolutamente todas las empresas e instituciones del gobierno.

Y este fue mi opinión.

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