Le entramos al 2020 y el escarmiento y pudor comercial se vinieron íntegros, arrastrados por la voracidad sin escrúpulos que se crea alrededor de unos comerciantes minoristas que no han querido aceptar su responsabilidad de ser intermediarios entre el mayorista y el consumidor, aliándose con el depredador mayor.
En este fin de año la entrega del medio petro los volvió locos; se retiraron de la normativa comercial subiendo precios solo para especular y cobrando comisión por hacer el trámite a los desesperados en la necesidad que tenían de accesar al sistema para registrarse en las máquinas de biopago a través de la huella.
El desconocimiento junto a la desesperación lo hizo presa fácil para ese intermediario que convertido en enemigo de su propia clase, peor que un delincuente que roba por vicios; encontró la forma de hacer unos reales, cobrando el diez por ciento de la transacción y poniéndole un precio a los productos que el día anterior no era tanto y hoy para que el daño sea mayor lo siguen subiendo.
Por lo que se muestra a principio de año, al parecer no tendrán límite en su ambición, no miran un día más allá de lo que puede ocasionar su desproporción y causar un desastre.
No imaginan que por menos de eso que están haciendo hoy, es que empezó esta revolución cuando el paquete económico del presidente de entonces CAP.
Pudiera decirse y ya es una voz que corre por todos los caminos: que no hay control y hasta los encargados de ponerlo están metidos en el plan para desestabilizar y la ambición los embruteció por ignorancia.
Los bodegueros, con su conciencia o no del aporte que le hacen a la traición; juegan al casos.
Propongo en emergencia; llamar a las comunidades a convertirse en comité de defensa en las barriadas para evitar que la anarquía nos devoré.
Si la anarquía sigue avanzando, las consecuencias pueden ser graves para la revolución y el riesgo de perder lo avanzado estaría latente con una derecha adecuando y sacando tajada de una situación que sabemos; ellos menos que nadie podría tener solución para detener semejante desastre.
Si no encontramos en lo inmediato una forma para detener a los mayoristas que es donde la solución es más factible para controlar, porque ellos son menos, pero los dueños de la mercancía; cualquier otra solución no se ve viable en este momento sin que el pueblo pueda aportar.
Cuando tratamos de solucionar para aportar a la deuda social que arrastramos; tenemos que analizar consecuencias como la que estamos presentando; el riesgo que el capitalismo haga estragos sigue funcionando en lo económico y el socialismo desaparece en una intención que la convierte en asistencias a la contra y encontrarle motivos revolucionarios al capitalismo se hace una inocencia que nos puede costar lo que no estamos dispuesto a entregar porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.