Decíamos en artículo anterior que la tarea de implantación del Petro es una labor de Patria y Soberanía. Y ello es así, por cuanto el criminal ataque al cual está siendo sometida nuestra moneda nacional, es algo que afecta no sólo nuestra economía, que ya es bastante decir, sino que el perjuicio que directamente produce en la más mínima satisfacción de nuestras necesidades y labores cotidianas, no distingue ideologías, raza, credo o estrato social. Toda nuestra población resulta afectada por la creciente desvalorización del bolívar y la consiguiente merma de nuestro poder adquisitivo.
Desde el año 2007, comenzaron a darse las primeras manifestaciones de la guerra económica, las cuales se hacían más intensas en las cercanías de los eventos electorales. Pero, fue a partir de la partida física de nuestro Comandante Eterno, que comenzó a arreciar el ataque contra nuestra moneda de circulación nacional. En julio del 2013, la equivalencia del dólar criminal con respecto al bolívar era de 32 Bs/$, 6 años después, en julio del 2019 la equivalencia era de 9.400 Bs/$. El incremento del dólar fue en ese período de 29.275%. Eso como se sabe, tiene una incidencia directa en los precios de todos los bienes y servicios y explica la hiperinflación inducida que sufre nuestra economía. En los meses transcurridos desde julio de 2019 hasta hoy, el dólar ha llegado con sus vaivenes puntuales a 78.000 Bs/$. Todas las medidas que ha implementado el equipo económico del gobierno para frenar el alza del dólar han resultado fallidas. Ya es conocido que la reconversión monetaria, el Plan de Recuperación y Prosperidad Económica y el anclaje "teórico" del salario al Petro, implementados a partir de agosto del 2018, no han tenido los efectos deseados. Razones habrán, pero no es el objeto analizarlas ahora. La realidad cierta es que el dólar criminal sigue su ascenso indetenible, con los conocidos perjuicios a nuestra economía, a nuestros maltrechos salarios y a la vida toda de la patria.
Y todo esto viene aconteciendo, mientras que la hegemonía ejercida por el dólar desde los acuerdos de Bretton Woods en 1944, cada día se estrecha y debilita más, junto con la Gobernanza que aún rige al Sistema Mundo Capitalista. No es cierto como algunos afirman, haciéndose eco del pensamiento de la ideología dominante, que el "Capitalismo está vivito y coleando". Las diversas iniciativas que han venido desarrollando China y Rusia, junto con economías emergentes no alineadas con los planes hegemónicos de EE.UU, como India, Turquía, Irán, etc, favorecen los intentos del gobierno venezolano de sacudirse del perverso efecto del dólar criminal, a través de la implantación del Petro.
Lógico es suponer que esto no será una tarea fácil. Ya Trump ha amenazado con sancionar a quienes en Estados Unidos y en los países de su influencia, realicen transaciones con la criptomoneda Petro. A nivel interno, a través de las redes sociales y medios de comunicación se está desarrollando una campaña para desprestigiar al Petro. La Cámara Inmobiliaria, la Cámara de Comercio y otras organizaciones empresariales han manifestado su oposición a realizar operaciones con el Petro. Esto era de esperarse, por lo que el gobierno nacional precisa desarrollar aceleradamente un conjunto de iniciativas que contrarresten las campañas en contra y faciliten la comprensión por parte del pueblo de todo lo referido al mundo de las criptomonedas, y en particular, del Petro. Es nuestra intención señalar, desde esta trinchera de lucha, algunas ideas que, a nuestro entender, son prioritarias en el éxito de la implantación del Petro.
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LA CONFIANZA EN EL PETRO: cualquier tipo de moneda, sea ésta virtual o física, basa su aceptación en el respaldo que tenga o en la confianza que genere quien la emite. Desde 1971 el dólar deja de tener respaldo en oro y basa su circulación en la confianza que le da ser emitida por el país que ha sido la primera potencia militar y económica en el mundo desde antes de 1944.
.De las criptomonedas existentes, el petro tiene la ventaja de ser la primera emitida por una nación soberana y tener respaldo en minerales estratégicos como el petróleo, hierro, oro y diamantes en proporciones que ya han sido definidas, pero que pueden ser modificadas a conveniencia de nuestro país. Las reservas de esos minerales están certificadas, pero lo que es más importante y necesario, ellas existen y los volúmenes anunciados recientemente como respaldo al petro, de petróleo y hierro briquetado, pueden perfectamente ser corroborados. No puede haber mayor confianza que ese respaldo que, por lo demás, se cuenta con las reservas necesarias para ampliarlo, si así fuera necesario. Pero eso hay que difundirlo e instar a organismos internacionales de indiscutible IDONEIDAD a que se realicen las auditorías físicas a que hubiere lugar.
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LA USABILIDAD O TRANSABILIDAD DEL PETRO: este aspecto es esencial. Con el ensayo del PETROAGUINALDO salieron a flote algunas debilidades que es necesario superar. Los que hicieron uso del BIOPAGO, tuvieron que afrontar el problema de las colas y la especulación de la mayoría de comerciantes que disponían de esta herramienta tecnológica. Ambas cosas, cola y especulación, se pueden y deben corregir. Es importante, por lo tanto, avanzar en el desarrollo de la plataforma tecnológica, tanto del BDV, como los demás bancos públicos y privados, así como afinar los mecanismos de control, que pudieran incorporarse al mismo sistema informático y complementarlo con la acción de los organismos que tienen asignada esa competencia. Ya en la plataforma del BdV se ha avanzado en esta dirección.
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FORTALECER Y AMPLIAR EL ECOSISTEMA DEL PETRO: Este aspecto está en estrecha relación con el punto anterior. Masificar y normar el uso de equipos electrónicos ( tales como los BIOPAGO ) en todos los establecimientos comerciales, incluidos abastos y bodegas de barrios, es el punto de partida indispensable para que el Ecosistema del Petro se consolide y expanda. De igual modo, algo que ha sido anunciado, la Tarjeta Electrónica del Petro, debe ser puesta en funcionamiento, lo antes posible. Esto de manera natural irá generando la Confianza y Usabilidad arriba señaladas.
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OBLIGATORIEDAD Y NO USO DISCRECIONAL DEL PETRO: sobre esto ya se han emitido decretos que ya algunos gremios empresariales han comenzado a objetar. Se precisa actuar con contundencia, tanto en el ámbito público como privado. No puede seguir siendo que decretos y leyes sean letra muerta, ante la actitud complaciente de quienes tienen el deber de cumplirlas y hacerlas cumplir. Estimo que inicialmente podría ser necesario la apertura de diálogos y reuniones con algunos sectores para explicar detalles y aclarar dudas, pero luego de esta fase explicativa hay que hacer cumplir lo decretado y acordado.
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CAMPAÑA COMUNICACIONAL INTENSIVA: sobre este aspecto también se han dado algunos pasos, pero al igual que con lo referido al ecosistema, no con la fuerza e intensidad requerida. Aquí se trata, en mi criterio, de poner en tensión todas las fuerzas de que se dispone en el plano institucional y no institucional. Apoyarse en el PODER POPULAR organizado es fundamental.
Finalmente, no porque sea menos importante, quiero referirme a la debilidad del bolívar, intrínseca en la valorización o apreciación del Petro. Resulta obvio que no puede seguir siendo que nuestra moneda de circulación nacional, constitucionalmente establecida en el artículo 318 de la CRBV, pierda valor cada vez que el Petro se aprecia. Así ha sido desde agosto del 2018, cuando se estableció el valor del Petro, asociado al precio de un barril de petróleo, que estaba en ese entonces, alrededor de 60 dólares. Desde entonces el valor del Petro ha estado atado al dólar, por cuanto el precio difundido por el BCV resulta de multiplicar 60 por el vigente precio "oficial" del dólar que inexplicablemente, para el común de los mortales, desde hace tiempo "persigue" el precio del dólar paralelo.
Esta situación tiene que ser corregida. El "White paper" del petro publicado y en vigencia desde octubre del 2018, sustituyó al publicado en enero de ese mismo año. En esa modificación se estableció el precio del petro determinado por una cesta de "commodities" en la siguiente proporción: petróleo (50%), oro (20%), hierro (20%) y diamantes(10%). Desconocemos si esa proporción ha sido estrictamente considerada para fijar a partir de allí, los sucesivos precios publicados del Petro, pero la realidad cierta es que hasta ahora el bolívar, nuestra moneda de circulación diaria y con la que pagamos bienes y servicios, se deprime y desvaloriza cada vez más, mientras nuestra criptomoneda, el Petro, aumenta su valor.
En conclusión, si bien el Petro es una herramienta poderosa para contrarrestar los efectos del bloqueo comercial ilegal y unilateralmente impuesto por Estados Unidos, y, propio respaldo, dado que el Petro está impedido de hacerlo, mientras su valor esté unido al dólar.
Por ahora, sólo queremos ratificar nuestra convicción de que el Bolívar Oro, como ya sido explicado por distintas personas estudiosas de la materia, es probablemente la vía más idónea para proteger nuestra moneda nacional.
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