Mi vecina, quiere más petro

Miércoles, 12/02/2020 07:17 PM

En estos días, el presidente Maduro en un acto político, asomó la posibilidad de que vendrían  sorpresas, muy pronto, respecto al petro. Pues, desde entonces, a mi vecina que es pensionada, le dio por mantenerse en vigilia permanente, esperando ese momento que para ella es crucial, porque de allí depende su economía en el hogar, cuestión que repite a diario y a casi toda la comunidad: “¡Ay, mija, si no fuera por esos anuncios que hace el presidente, que sería de mi vida y la de mis nietos!”

Tiene tantas esperanzas en Maduro, que ella dice, que así como mandó el petroaguinaldo es capaz de mandar, no un medio petro, pero si un cuartico que le pueda alcanzar para solventar los problemas económicos en el hogar, así no pueda ir a la playa. Además, mi vecina es sabia y paciente; es sabia porque intuye  que para las próximas vacaciones de carnaval, el presidente Maduro ya debe estar pensando en resolverle la vida al venezolano, repitiendo ya no el petroaguinaldo,  sino  el petromomo,(Rey momo) que es el nombre  que ella cree puede utilizar el presidente de acuerdo a la fecha que se celebra. Y es paciente, porque sabe que para gastar ese cuartico de petro, si es que lo aprueban, tiene que esperar que solventen el problema de Biopagos, petroapp y conexos.

En todo caso, ya le tiene la hora tomada al presidente de cuándo va a hablar o reunirse con algún gremio. Sobre todo, cuando se trata de reuniones de tipo económico o con los trabajadores, le funciona su sexto sentido y es cuando se despreocupa por todo lo que pueda estar pasando en casa y se olvida de todo.  Casi como un ritual, se sienta cómodamente en un mueble viejo, de esos que de tanto usarlo se les hace un hoyo en el medio y en el cual ella deja caer su humanidad y no se para de allí hasta que el presidente termina su mensaje. Pero, claro, antes de sentarse frente al televisor manda a los  nietos a jugar con tierra, o a ver “si el gallo puso” y termina colocando sobre una mesa, el carnet de la patria, el carnet del PSUV y el androide, o cualquier elemento tecnológico que le permita acceder a la posible información que se dé en el momento.

Adicionalmente, se puede decir, que a mi vecina la traicionan los nervios, y cuando ve que el presidente no dice nada de lo que ella espera, se le transforma el rostro en tristeza, y se le nota la rabia cuando el presidente concluye el acto y dice; “Viviremos y venceremos” “Chávez vive, la patria sigue” o “Leales siempre, traidores nunca” Entonces, ella dice: ¡Nojoda, no dijo un coño! Inmediatamente, molesta hace esfuerzos para salir del hoyo del mueble por lo que hay que llamar a alguien para que le de la mano y la hale. ¡Mañana será, otro día! dice ella con su fe puesta en Maduro.

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