Ya iniciadas, desarrolladas y terminadas los ejercicios militares de la pasada semana Escudo Bolivariano 2020, es necesario realizar una pequeña reflexión en otro campo de confrontación donde venimos sufriendo vergonzosas derrotas desde hace ya mucho tiempo. Derrotas no tanto por las acciones de nuestros enemigos, sino peor aún, por nuestras propias impericias, omisiones, corruptelas y malas decisiones. En general por la escasa visión y falta de una planificación en este sector estratégico de la producción.
Es indiscutible el papel rector que cumple nuestras fuerzas armadas, en ser garantes de nuestra soberanía. Pero una soberanía, vista solo desde el ámbito geográfico y sin desarrollo industrial, nos expone a convertirnos en un país con una soberanía que servirá solo para decidir quiénes serán nuestros verdugos. Ayer los Europeos, hoy se suman los Gringos con más saña y malicia que ayer. Por tanto, ya entendido que sin independencia económica no hay Soberanía, el Pdte. Maduro está en la obligación de lanzar una cruzada que dé inicio a una infinidad de batallas por la recuperación de la producción.
Esta cruzada, un día después del ejercicio Escudo Bolivariano 2020, debe contar con una visión realista, una planificación acorde a nuestras limitaciones. Debe disponer antes que nada, de los recursos financieros para su ejecución, de lo contrario seguiremos acumulando fracasos.
Ahora bien, me atrevo a sugerir dar inicio a la recuperación y puesta en marcha de las industrias básicas de Guayana. Hoy día, por omisión, incapacidad o negligencia, reducidas con mucho dolor lo digo, a algo menos que unas plantas de chatarra. Con el pasar de los días, por la extensión y acumulación de la implacable corrosión por los excesivos tiempos de parada, con menos posibilidades de recuperación.
Estamos a tiempo para su recuperación. Lo más importante, es que podemos asentar en Guayana un escenario para enfrentar con éxito la guerra económica, donde los recursos humanos y la materia prima están disponibles. SIDOR, en especial, puede ser el punto de partida para una sana y estable recuperación económica nacional y aguas abajo, automáticamente generar la reactivación de un sin número de empresas metalmecánicas procesadoras de bienes y servicios del país.
SIDOR, debe resolver su excesiva dependencia del consumo de energía eléctrica de Guri. Sin embargo, y aquí viene una desidia: para cuándo se va a poner en servicio las turbogeneradoras Bielorusas, que de acuerdo a las palabras del Pdte, Chávez, serían capaces de independizar SIDOR de Guri. Me permito de nuevo pedir al Pdte. Maduro, ponga el ojo allí.
Otros campos de batalla abandonados y por tanto soberanía, pero imprescindibles para lograr una relativa independencia tecnológica, son los Centros de Investigación Tecnológica y Universidades. Actualmente la mayoría de ellos, trabajando con un mínimo de personal idóneo para sus responsabilidades. Sin incentivos morales y monetarios, que no sea un discurso y práctica obsoleta: ¨A cada quien de acuerdo a sus necesidades¨. Deberá corregirse: ¨A cada quien de acuerdo a sus capacidades¨. Única vía para lograr invertir este proceso de migración de nuestros talentos. Entiéndase Profesionales, Técnicos y Artesanos. Este proceso, es aún más grave que la fuga de cerebros que ocurrió en los gobiernos Adeco-Copeyanos de la cuarta.
Saludo la designación del Ing. Néstor Astudillo en la Presidencia de SIDOR. Pero en el entendido que una piedra no hace montañas, tendrá que ganarse la aceptación dentro de este difícil entorno. Pero de ser así, solo le deseo la mayor suerte, para beneficio de todos los venezolanos. Y así dar inicio a la planificación y los recursos que ya el estado debió definir y prever. No más improvisaciones de presidentes de SIDOR, que solo vienen a cumplir pasantías temporales.