Asidero

Dólar y bodegones, abaten políticas económicas de Maduro y bolívar sucumbe al foso económico

Viernes, 28/02/2020 04:43 PM

Administrar el Estado de forma eficiente y promover el desarrollo de la economía, garantizar el goce de la plenitud de los derechos de la ciudadanía y brindar todas las herramientas para que ésta logre adquirir dignidad por medio del trabajo genuino, la salud, la educación, el ocio y demás asignaturas básicas, son las columnas básicas de un buen gobernante a los efectos de satisfacer las necesidades de su pueblo. No es estar vociferando contra Donald Trump a todo momento, él si viene cumpliéndolos fines trazados en su ejercicio político. Es hora de poner a Venezuela de pie y exigir que la independencia económica, la soberanía política y la justicia social sean banderas que levantemos entre todos, puesto que son vitales para un Estado sólido.

El desarrollo de Internet tiene su principal origen en los Estados Unidos donde la libertad de expresión es un derecho fundamental de cada ciudadano y por esa razón ese derecho está en los genes de la web. Pero la realidad fue mutando, al punto que actualmente 80% de los usuarios de Facebook residen fuera de los Estados Unidos y respetan otros principios que posiblemente sean prioritarios al de la libertad de expresión.
Estudios internacionales demuestran que es creciente el número de personas que critican, a veces con justificativos y otras veces en exceso, a diversas empresas por sus productos o servicios. Y a su vez, cada vez es menor el número de acciones judiciales de estas empresas contra aquellos comentarios exagerados o infundados, aun cuando les generan un perjuicio fácil de ponderar.

La explicación podría encontrarse en la facilidad con que se publican comentarios y más aún con que se difunden local, regional y mundialmente; versus la dificultad que existe para iniciar un reclamo judicial en cada localidad donde se encuentre el injuriante.
Ante esta realidad, lo que sí ha prosperado es el reclamo al intermediario, por ejemplo a Google, Facebook, Twitter. No solo porque son pocos en el mundo y fáciles de encontrar, sino también porque tienen recursos suficientes para indemnizar al perjudicado.
En estos reclamos, los intermediarios constantemente argumentan que no son los generadores del mensaje perjudicial; que no realizan controles previos; que no pueden anticiparse a un daño o no en el destinatario, principalmente por las diferentes culturas y por las extrañas maneras de expresarse.

Afirman que, si lo hicieran, quizás obstaculizarían la posibilidad de comunicarse a los usuarios de sus sistemas; entre muchos más argumentos. Otro de los grandes problemas mundiales es la re publicación o redifusión de un contenido, es decir cuando un usuario recibe un mensaje dentro de un grupo cerrado de conocidos, le parece interesante y adhiere a su contenido, entonces lo vuelve a difundir a otros grupos, sectores e incluso habilita a que cualquier usuario lo pueda leer y compartir, por supuesto, sin la previa autorización de su autor originario, pero citando la fuente. Por lo que, de manera arbitraria e inconsulta, modifica sustancialmente lo pensado por su autor y lo expone a responsabilidades globales que jamás estimó asumir. La sociedad global tiene que trabajar en busca de un equilibrio entre la libertad de expresión y sus daños, en esta etapa de gran volatilidad y voracidad verbal.

Siempre, nuestro país vuelve a reafirmar su compromiso con la democracia, un dato relevante y que amerita ser reconocido. Sin embargo, el contexto de crisis en el que asume Nicolás Maduro Moros hace que lo primordial sea sacar lo antes posible al país de esta situación.
La elección de Nicolás para encauzar los destinos del país devuelve la expectativa a una sociedad que necesita que la democracia dé respuestas a sus problemas. Sin dudas, el combate contra el hambre y la pobreza serán la prioridad, sin descuidar ni el sistema productivo ni el científico-tecnológico, que han sido vapuleados durante estos últimos cuatro años. No obstante, si bien el desafío es grande, el gobierno que asume tiene los objetivos claros y sabe que no es un camino sencillo el que tenemos por delante. En estos años que vienen necesitamos salir de esta crisis, y se logrará como respuesta colectiva. Ha quedado claro, y es un mensaje permanente de Maduro que solos no llegamos a ningún lado y que es sumamente importante el consenso y el diálogo como práctica política para resolver los asuntos pendientes. Ése es el primer valor que ha desplegado y será su impronta de Gobierno.
Este cambio de dirección en el gobierno, sin dudas representa una esperanza y un poco de oxígeno para una sociedad que fue agobiada por las medidas de quienes se van y repiten en el mismo tren ejecutivo. Fueron años duros los que atravesamos con el cruel intento de retroceder en derechos fundamentales en épocas del comandante, Hugo Chávez Frías

Internet, arropa malos presagios y el ochenta por ciento, (80%), de la información es falsa o la captan así, los últimos lectores de tal información, siguiendo deformando sus argumentaciones, olvidando que sus respuestas están siendo monitoreadas por una oficina central que mediante programas claves confirman su veracidad y el efecto de tales difusiones.

En la Avenida Bolívar de Valencia se colocó una amiga con un negocio de telefonía y observe que el dinero no daba el rendimiento deseado, ya que le facilite las tarjetas de crédito, como le trabajaba al gobierno central desde 1975, logre que me facilitarán por impresiones de papel carta, todas las conversaciones dadas los últimos tres meses en los cuatros teléfonos colocados al servicio del público, Pues, unos agentes uniformados acabaron con el negocio y el sustento diario de la señora.

No quedan dudas de que para este período hemos sido convocados a trabajar en la reconstrucción de Venezuela. Es el llamado que ha hecho algunos dirigentes políticos, durante la campaña y es lo que creemos que tenemos que hacer. Tenemos la responsabilidad de honrar el legado democrático, dándole a la sociedad soluciones a su vida cotidiana. Está garantizada la institucionalidad en Venezuela, y eso es un motivo de reconocimiento, pero de nada sirve si no es puesta al servicio de lo que los venezolanos necesitan. A partir del mañana tenemos la oportunidad de que la ilusión se convierta en realidad, con pasos cortos pero firmes, avanzando con la responsabilidad de cumplir con las causas nobles. Ése es nuestro objetivo no solo como espacio político sino como militantes políticos que creemos en la democracia al servicio de la sociedad.

Tengamos cuidado con Internet y salgamos a patear las calles y formar los cuadros políticos de base, no basta Internet o estar sentado durante el día, respondiendo informaciones falsas.

Sin dudas, el combate contra el hambre y la pobreza deben ser la prioridad, sin descuidar ni el sistema productivo ni el científico-tecnológico, que han sido vapuleados durante estos últimos cuatro años. No obstante, si bien el desafío es grande, el gobierno que ejerce, tiene los objetivos claros y sabe que no es un camino sencillo el que tenemos por delante.
En estos años que vienen necesitamos salir de esta crisis, y se logrará como respuesta colectiva. Ha quedado claro, y es un mensaje permanente de que solos no llegamos a ningún lado y que es sumamente importante el consenso y el diálogo como práctica política para resolver los asuntos pendientes. Ése es el primer valor que se ha desplegado.
Este cambio de gobierno que se avizora a futuro, sin dudas, como lo dije al principio del párrafo, representa una esperanza y un poco de oxígeno para una sociedad que fue agobiada por las medidas de quienes se van y se fueron en época de Chávez. Fueron años duros los que atravesamos con el cruel intento de retroceder en derechos fundamentales. Y se hizo.

Por delante nos queda la necesidad de superar la situación social y ponernos al servicio del crecimiento de nuestro país, garantizando conquistas. Está claro que si no tenemos la convicción de avanzar en ese sentido habremos fallado en la tarea de dejarles a las próximas generaciones un piso mejor desde donde partir. Para este período, hemos sido convocados a trabajar en la reconstrucción de Venezuela. Es el llamado que ha hecho María Corina y Nicolás, durante la campaña y es lo que creemos que tenemos que hacer. Tenemos la responsabilidad de honrar el legado democrático, dándole a la sociedad soluciones a su vida cotidiana. Está garantizada la institucionalidad en Venezuela, aunque tengamos que hacer una reforma constitucional en cuanto al concepto militar, y eso es un motivo de reconocimiento, pero de nada sirve si no es puesta al servicio de lo que los venezolanos necesitan.

De hecho, la experiencia de los países vecinos nos indica que la inestabilidad política no es suficiente para alterar el valor de la moneda local siempre y cuando haya una macroeconomía que se mantiene estable a través del paso de los años, con una moneda local que funciona y es confiable, y en donde existen cuentas públicas equilibradas.

Por delante nos queda la necesidad de superar la situación social y ponernos al servicio del crecimiento de nuestro país, garantizando conquistas. Está claro que si no tenemos la convicción de avanzar en ese sentido habremos fallado en la tarea de dejarles a las próximas generaciones un piso mejor desde donde partir.

Tenemos la oportunidad de que la ilusión se convierta en realidad, con pasos cortos pero firmes, avanzando con la responsabilidad de cumplir con las causas nobles. Ése es nuestro objetivo no solo como espacio político sino como militantes políticos que creemos en la democracia al servicio de la sociedad.

Varios países sudamericanos están convulsionados: hay revueltas ciudadanas en Bolivia y Chile, y en Brasil la situación también es delicada. En definitiva, si bien en estos países se están viviendo frecuentes disturbios políticos y civiles, y nadie puede negar la inestabilidad que reina en estas naciones por distintos motivos, lo interesante es que en todos los casos el impacto de esos hitos en el valor del dólar ha sido mínimo, algo que de ninguna manera ocurre en Argentina. Pero, en Venezuela convulsionamos, porque obviamos a nuestra moneda y las devaluaciones sobrepasaron el límite y el presidente no controla a los militares en su afán de riquismo. Esta la experiencia de los países vecinos

Esta comparación entre Bolivia, Brasil, Chile y Argentina nos demuestra claramente que la fragilidad del bolívar, depende exclusivamente de nosotros mismos. Todo este panorama sudamericano nos deja como enseñanza que los venezolanos ante las fluctuaciones en la variación del dólar solemos buscar excusas vinculadas a temas políticos, cuestiones internacionales o relacionadas con variaciones en términos de intercambio. Sin embargo, es hora de darnos cuenta que el impacto en el valor de la moneda podría verse reducido en la medida en que el país se mueva en un entorno de estabilidad (algo que nosotros no tenemos desde hace 30 años), previsibilidad macroeconómica, confianza en la moneda, inflación controlada, política continuada de gobierno en gobierno, cuentas equilibradas y equilibrio fiscal.

Es el momento de dejar las falacias y jugar con Internet, en nuestro país, el salario y las pensiones no valen absolutamente nada, pero, el gobierno que se dice socialista le da prioridad a una burguesía enquistada en su aparato productivo que somete al pueblo a una hiperinflación, aunada a los militares, quienes controlan los alimentos y los micro grupos financieros que se desplazan en un diez por ciento de la población, causando un malestar colectivo.

Hagamos un verdadero uso del Internet y cuidado con los Falk News, están allí frente a ti, en tu computador.

Simplemente, el chavismo ha sido olvidado en los barrios, los cuadros adecos y opositores controlan las cajas CLAPS, son los oportunistas que encontramos de banda a banda, extorsionando al pueblo, hay una gran mentira en los Consejos Comunales, debemos leer y hacer algunas lecturas, formar una nueva militancia y empezar a conocer la gente verdaderamente humilde de nuestras barriadas. En estos barrios, compuestos en buena medida por provincianos de varias generaciones, se dieron siempre los mayores niveles de adhesión al chavismo, luego de traicionar a Carlos Andrés Pérez.

Estamos hoy, en el relato del gran país que se desangra. Somos un país histórico con un proceso político muy particular, porque es influenciado por internet y una mayoría de delincuentes comerciales, ante un Estado unifuncional e individualista.

Las metáforas, nos están saliendo caras. Nada hay que inventar, es una realidad que viene desde lo suburbano. Este hombre no había inventado nada, , los días de sol son una bendición del cielo, las casas se entibian, la ropa se seca, en las calles de tierra no hay barro. Hay es hambre, con niños jugando porque sus padres se fueron al exterior a buscar un mendrugo de pan.

Cuidado, con el Internet, en las calles se encuentra el trabajo de dar a la palabra su verdadero ejercicio.

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