Crítica ácida

El Mago de Oz y la economía

Lunes, 07/09/2020 09:23 AM

El Profesor Endert Gil Montserra, publicó el 5 de Sept. 2020 la opinión que resumo. Le ofrezco disculpas por el atrevimiento a utilizar su enseñanza-análisis imperdible titulada "El Mago de Oz Presidente del BCV", donde explica que el libro de Lyman Frank Braum, clásico de la literatura infantil, encierra el significado oculto de un debate en la política monetaria estadounidense.

"El Mago de Oz" fue publicado a finales de 1900, luego que EE.UU vivió una extraordinaria deflación entre 1880 y 1896. Shock de precios con grandes consecuencias políticas y económicas, enorme redistribución de la riqueza entre banqueros y deudores, alegoría monetaria pues a finales del siglo XIX el autor estuvo implicado en el debate político de su país, USA seguía el patrón oro, oferta de dinero limitada por la cantidad de material áureo.

En el libro, Dorothy representa tradicionales familias, el espantapájaros sin cerebro son los campesinos, el hombre de hojalata sin corazón representa a los industriales, el león sin valor es el demócrata William Jennings Bryan, la malvada bruja del oeste al republicano William McKinley y la malvada bruja del este al demócrata Grover Claveland, ambos presidentes de la nación. El camino amarillo es el patrón-oro, ciudad esmeralda el dólar, y los zapatos de plata la propuesta política sobre libre acuñación.

No hay consenso claro sobre quién es el Mago de Oz, pero algunos señalan al presidente del partido republicano Marcus Alonzo Hanna. La creencia de que el patrón-oro permitiría combatir los abusos de la clase política y los banqueros, es una de las más aceptadas, no es la única errónea sobre funcionamiento de política monetaria y va acompañada de otro mito del sistema bancario, pensar que el banco central controla efectivamente la oferta monetaria.

La idea básica del patrón-oro es que al fijar por ley el valor de la moneda en una fracción de ese metal precioso, el valor del instrumento monetario queda a salvo de manipulaciones del poder político, evitando la degradación del valor de la moneda al asegurar la convertibilidad en algo tangible como el oro, porque las autoridades político-monetarias deben mantener reservas adecuadas, garantizar el valor de la moneda y dar tranquilidad a todos.

Sobre el patrón-oro, Karl Polanyi en su libro "Una Crítica al Neoliberalismo", expresa que "el derrumbamiento del patrón-oro internacional constituyó el lazo invisible de unión entre la desintegración de la economía mundial a comienzos del siglo XX y la transformación radical de una civilización que operó a lo largo de los años treinta".

No se tiene visión adecuada del mecanismo que condujo a Europa directamente a su ruina, las condiciones no explican por qué y el basamento tenía pilares tan frágiles que precisó el sistema bajo el que se vivió, para captar su verdadera naturaleza. Casi nadie comprendía la función política del sistema monetario, la terrorífica transformación repentina fue sorpresa, el patrón-oro único que subsistía a la economía mundial tradicional, al desplomarse tuvo efectos inmediatos.

Para los economistas liberales el patrón-oro era institución puramente económica, considerado un mecanismo social. Esto explica que los países democráticos hayan sido los últimos en darse cuenta de la verdadera naturaleza de la catástrofe, y los más lentos a la hora de combatir sus efectos. Incluso cuando el desastre les alcanzó, los dirigentes únicamente lo vieron tras el derrumbe del sistema.

Una larga evolución había vuelto anacrónico al sistema económico en el seno de los países más avanzados, incapaces de entender el fracaso de la economía de mercado y que la fortaleza de la moneda de un país está en la capacidad de producir. Alejandro Nadal señaló "en realidad un sistema basado en el patrón-oro no es garantía contra las crisis y la pérdida de valor de la moneda, prueba que, durante sistemas basados en el metalismo, fueron frecuentes episodios de hiperinflación y desvalorización de la moneda.

La historia demuestra que el patrón-oro y otras formas de metalismo sí son una atadura para la política monetaria. El patrón-oro fue una de las principales correas de transmisión de los efectos de la crisis de 1929 y contribuyó a extender la Gran Depresión. Los países que se regían por el patrón oro recurrieron al proteccionismo, para evitar que el metal precioso saliera de sus reservas, y hacer frente a los compromisos internacionales.

La alternativa devino en el ajuste interno y la deflación, se necesitó aplicar recetas de austeridad transformando la recesión en crisis. El patrón-oro fue máquina para transmitir y profundizar secuelas de la Gran Depresión, la que Keynes llamó bárbara reliquia del pasado. La idea clave del patrón-oro es que la oferta monetaria debe estar atada a las reservas del metal, la idea ignora el sistema bancario y el del banco central.

Supone que los bancos comerciales son simples intermediarios entre ahorradores e inversionistas en un mítico mercado de capitales. En ese mundo fantástico los ahorradores depositan en los bancos y éstos prestan sus ahorros a los inversionistas. El diferencial entre la tasa de interés pagada a los ahorradores y la que se cobra a los inversionistas, es la ganancia de los bancos intermediarios.

Idea ingenua sobre el mercado de fondos prestables que predomina en análisis modernos de una economía con moneda fiduciaria, visión que no tiene nada que ver con la realidad. Lo que un banco comercial necesita es encontrar un sujeto de crédito confiable y buen historial, los préstamos autorizados crearon los depósitos.

Cuando la actividad de los bancos lo requiere, el Banco Central genera las reservas necesarias para que el sistema pueda operar. Esta señal acomodaticia del banco central es clave de la política monetaria, aunque el ente central no controla la oferta. Volviendo al cuento famoso, "El Mago de Oz", resulta un enano embaucador que se apoderó de la ciudad esmeralda, es decir del dólar, y su magia queda basaba en volar en un globo de aire caliente.

El autor de este estupendo artículo publicado por Aporrea el 5 Sept. 2020, el docente larense Ender Gil Montserra, deja abierta la pregunta ¿en esta alegoría a la obra de L. Frank Baum ¿Quién es El Mago de Oz? Gracias profesor, copié su escrito con el propósito de colaborar a un debate de economistas y expertos, que contribuya a ilustrar en el tema económico a los lectores de artículos de opinión, como parte de nuestra preocupación ante el maltrato a verdades históricas en ese campo.

De mi parte recomiendo a los habituales de estas ácidas opiniones, buscar en internet la película estadounidense "The Banker", basada en hechos de la vida real con entrevistas, reportes y documentos, que desnudan el drama de la economía racista y clasista del capitalismo salvaje, que ahoga desde Washington al pueblo venezolano. No podemos ni debemos rendirnos.

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