BCV, BDV, Cajas de Ahorros y el oro venezolano en Inglaterra

Lunes, 21/09/2020 02:48 PM

Venezuela, 2016, ya mostraba síntomas de declive y derrumbe el modelo capitalista rentístico, dependiente de las divisas provenientes de la exportación petrolera. Barack Obama, en su pretensión de agredir al gobierno del Presidente Maduro, no se percataba que, con el fracking más su declaratoria de "amenaza inusual y extraordinaria contra la seguridad del imperialismo" a Venezuela, aceleraría el final del modelo capitalista rentístico que, durante más de un siglo, prevaleció como modelo de acumulación capitalista. Ello, fue percibido –oportunamente- por la dirigencia Bolivariana y se dieron pasos en prevención de lo que sobrevendría años después. En febrero de ese año, el entonces ministro de comercio exterior e inversión internacional, Econ. Jesús Farías, informaba que el Gobierno Bolivariano eliminaría el 60 por ciento de los trámites para exportar. Con ello, estimularían la producción venezolana para la exportación y garantizar así, el ingreso de divisas de fuentes distintas a la producción petrolera. Refería, el ministro: "Estamos en contacto con decenas de empresas que no solo tienen potencial exportador, ya están exportando y nosotros vamos a elevar ese potencial y vamos a incorporar a otras empresas de tal manera que el despliegue del motor nos va permitir entrar en contacto con estas empresas y en la medida que vayamos avanzando el radio de acción se va ir expandiendo". Un mes después, saldría en Gaceta Oficial el Decreto Nº 2.292, fechado 1º de abril 2016, que concretaba lo anunciado por el señor ministro. Lo cierto fue, que las quejas por trabas e incrementos de trámites para exportar, fueron una constantes en los años subsiguientes, hasta que pasados cuatro años después, en un acto con empresarios de Fedeindustria y la pequeña y mediana industria, ante las reiteradas quejas de los mismos, el Presidente Maduro, toma la decisión -anti burocrática- de establecer Puerto Cabello como sede para las exportaciones sin trámites, propuesta que le fue presentada por los empresarios presentes en el acto. Asimismo, instruía al vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami y al presidente de Inapymes, Didalco Bolívar, para que en 10 días le presenten la propuesta de simplificación de los trámites de exportación. Manifestaba, entonces, el presidente Maduro, que: "Me preocupan los seguimientos y cumplimiento de todas las decisiones que hemos tomado". En pleno acto público, chocaba el Presidente Maduro, con la burocratización de los trámites públicos para la exportación. En cuatro años, cuántos empresarios y empresarias, no habrán tenido que bajarse de la mula ante un burócrata para que le acelerara un trámite que reposaba en su oficina? Cuántos no desistieron de exportar y migraron al exterior? En cuánto no se habrá encarecido la exportación de los productos venezolanos, afectando el poder de competencia en el exterior por la corrupción en las aduanas? Sí, la corrupción es un elemento que acompaña –intrínsecamente- a la burocratización. Tal para cual, por eso, mucho es el daño que hace a la realidad económica, política y social, la pandemia del burocratismo.

El Comandante Chávez, en su declaratoria de guerra a muerte al burocratismo, lo identificaba así: "Es la cuarta república y hay que dar una batalla a muerte porque eso puede acabar con lo mejor de los sueños revolucionarios". Fidel, siempre se mantuvo en combate contra el burocratismo, por más de 60 años de revolución, éste alertaba que: "La batalla contra el espíritu burocrático es casi una batalla tan difícil como la batalla contra el imperialismo", decía Fidel en un Discurso en el Instituto Tecnológico Obrero de suelos, fertilizantes y alimentación del ganado "Rubén Martínez Villena", el 30 de Enero de 1969. Posterior a la derrota de las fuerzas patrióticas, en las parlamentarias de 2015, el Presidente Maduro, asumió que su Gobierno cometió errores "de burocracia" con una "corrupción que envolvió las políticas revolucionarias", lo que influyó en la derrota electoral. Afirmando: "O en Venezuela salimos de este atascadero (atolladero) en el que esta guerra económica nos metió, que nuestros propios errores nos metieron, la burocracia, la corrupción que envolvió las políticas revolucionarias (...), o Venezuela va a entrar en un gran conflicto". Palabras premonitorias de lo que sobrevendría, a partir de esa derrota infringida a la Patria de Bolívar y Chávez, por las fuerzas malignas pro imperialistas. ¿Qué no ha vivido Venezuela, los venezolanos y venezolanas, desde entonces? Por eso, en su discurso de esa noche tenebrosa de victoria del imperialismo, el Presidente Maduro, en su discurso, fue preciso en la caracterización de lo ocurrido el 3D-2015: "Ha triunfado una contrarrevolución fascista (...) utilizando las reglas de la democracia y ahora está amenazando al pueblo de quitarle las misiones, la educación, la Ley del Trabajo", señaló, al tiempo que pidió a la "burguesía" que "no cante victoria por un revés pasajero". Y desde entonces, se convirtió en un profeta, denunciante –consuetudinario- de la plaga del burocratismo. En campaña para su reelección presidencial en 2018, el candidato Maduro, anunciaba como un reto: "El Minimalismo, el burocratismo y la corrupción son tres males que tenemos que superar en los meses y años futuros, luego de la gran victoria del 20 de mayo". A comienzos de este mes de septiembre 2020, en acto público, insistía en la lucha contra la corrupción, la burocracia y los infiltrados, para poder garantizar la producción y estabilidad nacional. La experiencia antiburocrática de otras revoluciones, solo confirman que una Democracia plena y la participación protagónica del poder popular organizado, son el mejor antídoto contra la burocratización y la burocracia contrarrevolucionaria. Chávez, no se equivocó en sus alertas: "Creo que está en marcha la contrarrevolución burocrática dentro de la Revolución; o nosotros derrotamos esa perversa burocratización contrarrevolucionaria o ella derrotará esta revolución" (RNV. Jueves, 01/09/2005).

Burocracia, burocratismo, corrupción, ineficiencia y ahora infiltración contrarrevolucionaria, todas sustancias que parecieran inertes, solo que recuerdan tanto a Allen Wels Dulles, quien expresó: "En la dirección del Estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas [como] innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado…" (Extracto del libro The Craft of Intelligence (El arte de la Inteligencia, 1963). Dulles, fue director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) entre 1953 y 1961.). Un profesional del caos, así se autodefine Dulles en su curriculum. Quienes se alinean en el burocratismo, nada de extraño sería que hayan sido contactados o contactadas por la CIA y trabajen para esa organización de espionaje imperialista. Pero, continuemos con los ejemplos de burocratismo, y el siguiente tiene que ver con la clase obrera y sus instituciones financieras: las cajas de ahorros. En un artículo previo (https://www.aporrea.org/trabajadores/a294535.html), señalábamos cuán negativamente se vieron afectadas por la puesta en vigencia del Plan de Recuperación de 2018 y, en específico, por la Reconversión Monetaria, que eliminó cinco ceros a la moneda nacional, les pulverizó sus patrimonios y haberes. Ello, tan solo fue recompensado cuando el BCV les giró instrucciones para que sus inversiones en dólares, fueran colocados a la tasa Dicom. Se trataba, de inversiones –en dólares- en bonos de deuda pública, en específico, hablaremos de los Bonos del Sur, inversiones solidarias creadas por el Comandante Chávez, para ayudar a la nación Argentina a cancelar su deuda externa con el FMI. De hecho, la presidenta Cristina de Kirchner, pudo liberarse entonces de acudir a las tenebrosas negociaciones con dicho instrumento del imperialismo, gracias a la generosidad y solidaridad del Presidente Chávez y su visión de Patria Grande Latinoamericanista. Pero también, es justo que se les reconozca a aquellas instituciones, como la Caja de Ahorros de los Trabajadores y Trabajadoras de la UCV, que atendieron el llamado presidencial y adquirieron dichos bonos solidarios, que además de la causa solidaria, representaron un excelente negocio. Lo cierto es, que viéndose en una situación tan apremiante como aquella de finales de 2019, CAPTSUCV, encuentra en la reconversión de parte de esos bonos, al cambio en bolívares, una extraordinaria oportunidad de recuperar sus haberes y patrimonio, venidos a cero por la puesta en vigencia de la Reconversión Monetaria. Y es, a mediados de noviembre 2019, que inician los trámites para recuperar sus dólares, depositados en una Cuenta Corriente del Banco de Venezuela, entidad que los remite al BCV. Se iniciaba así, un trámite que demuestra cuán ineficiente e indolente, es la burocracia perversa ergo el burocratismo.

Comunicaciones, van y no vienen, en un monologo a lo largo de todo un año en que no se les vio la cara a los aspirantes a reyezuelos del mundo financiero venezolano. Comunicaciones, dirigidas a los presidentes del BDV y el BCV, en procura de la devolución de esos recursos que son, en definitiva, de los trabajadores y trabajadoras de la UCV. Ya el proceso de desmontaje del control cambiario, estaba en estado avanzado, por lo que nada justificaba la retención de esos recursos de los trabajadores y trabajadoras. Sin respuesta alguna de los burócratas, de ambos bancos, la directiva de CAPSTUCV, se ve obligada en febrero de 2020, a realizar una asamblea informativa sobre lo que ocurre: la retención ilegal de los recursos de los trabajadores y trabajadoras de la UCV. Ya el caso, se coloca en el terreno de la opinión pública nacional y los medios lo informan. Se convierte, en un hecho notorio y comunicacional que 2.284.697,32 dólares, en custodia en el BCV y colocados en una Cuenta Corriente del BDV, se encuentran presuntamente "desaparecidos" como si nada, y los presidentes de ambas instituciones del Estado, están negados a dar la cara, a informar a sus legítimos poseedores sobre el estado de esos recursos, sobre su solicitud de tramitar su reintegro a sus legítimos propietarios y propietarias (CRBV: Artículo 28. Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados…). Algo similar, a lo que ocurre a la nación venezolana, con el oro depositado en el Banco de Inglaterra, que producto al reconocimiento que ha hecho ese reino del autoproclamado agente de Trump para Venezuela, Juan Guiado, la Reina de Inglaterra, se niega a devolverle al Gobierno legítimo y Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, su oro. Solo que, en este caso, la burocracia del BCV y el BDV, no tienen una junta directiva autoproclamada de CAPTSUCV, sobre la cual justificar ese intento de expropiación, por no llamarlo presunto hurto, de recursos que son y pertenecen a los trabajadores y trabajadoras de la UCV. En 2019, esos dólares se cotizaban a una tasa promedio de 41-42 mil bolívares, un año después, se cotizan sobre los 360 mil bolívares, valga decir, 10 veces más su valor, pondérese esto para que se tenga una idea del daño que se ha causado al Patrimonio Público, pues al final de cuentas, le tocará al Estado Bolivariano reparar el daño causado por el burócrata indolente. Esto, sin considerar el daño causado a los particulares, 12 mil trabajadores y trabajadoras, objeto de este burdo intento de hurto. Bien merece, que la nueva Asamblea Nacional que emergerá el 05 de enero de 20201, en Comisión de Contraloría, analice este caso y tome decisiones para que situaciones perversas como éstas no se repitan, incluso, el propio Presidente Maduro, debe abrir una investigación (a los funcionarios por él designados) y que se sancionen los responsables de este presunto daño al patrimonio público y de los trabajadores y trabajadoras de la UCV, pues quien así actúa no merece ocupar cargo alguno en un Gobierno que se digna de autoproclamarse como Revolucionario.

No es Trump, ni las sanciones, los responsables de no responder las comunicaciones enviadas por los directivos de CAPTSUCV (CRBV: Artículo 51. Toda persona tiene el derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que sean de la competencia de éstos o éstas, y de obtener oportuna y adecuada respuesta. Quienes violen este derecho serán sancionados o sancionadas conforme a la ley, pudiendo ser destituidos o destituidas del cargo respectivo), ni de dar la cara y reunirse con los afectados. No, es la soberbia de quien o quienes, se creen estar por encima de la Constitución y demás leyes de la República. Repudiable actuación, que bien merece una sanción ejemplarizante, más allá del repudio generalizado de los trabajadores y trabajadoras, quienes deben hacerse eco de las palabras y exhortaciones del Comandante Chávez a "…golpearla, golpearla, golpearla, golpearla, pero golpearla sin clemencia por el hígado, por el mentón, todos los días, en todas partes, las viejas costumbres [el burocratismo]; si no lo hacemos, si no las demolemos, ellas nos van a demoler tarde o temprano"…

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