Definitivamente es inútil hablar y menos debatir con un madurista. Desde lo que llaman su "juventud" hasta la senectud, especialmente aquella que solo escribe bazofia cognitiva cuando ninguno es capaz de mostrarnos sus cuentas bancarias para demostrarnos si pueden vivir con 400 mil bolívares de salario mínimo, o tienen que recibir "otros ingresos", o remesas del "dólar criminal", es lo que demuestra que evidentemente a estos individuos los sacude una profunda prosopagnosia política atizada con el panegirista hacia su mejor postor.
En efecto, hemos escuchado y leído infelices declaraciones de los maduristas, pero las que ha realizado el hijo de Nicolás Maduro, mejor conocido como "Nicolasito" más que desafortunadas son una burla al mínimo razonamiento de cualquier ser humano.
En tal sentido, cuando "Nicolasito"– por cierto, muy obeso, a diferencia de la mayoría de venezolanos(as) que están muy delgados y hasta famélicos – hablando sobre la economía y crisis del país en términos de evaluación cuantitativa, cual profesor que coloca la calificación a uno de sus estudiantes diciendo: "Es una política económica diferente. No se puede medir la economía por los valores normales. Los parámetros que se han aplicado aquí no tienen precedentes en la historia de la humanidad ante lo que se le ha hecho al pueblo de Venezuela. En el contexto de la nueva economía, que se ha venido construyendo, le doy 19 puntos"¹.
En consecuencia, semejantes declaraciones, pues revelan que si él fuera docente – supongamos de una de las universidades donde Jorge Rodríguez tiene a sus hijos en el exterior - y le llegara cualquier estudiante venezolano que nunca haya aparecido en el período escolar, - en contraria actitud de la mayoría - diciéndole, palabras más, palabras menos: "profesor, usted no me puede evaluar dentro de los parámetros normales ¡Verá! Mientras el resto de mis compañeros tenían cómo sufragar su manutención y gastos universitarios, yo tuve que salir a trabajar porque ante la crisis generada por el madurismo en Venezuela, mis ingresos quedaron en cero y también los de mis padres y familiares, ahora incluso soy yo quien debe mantenerlos con el envío de remesas. Por ello, como en este semestre he trabajado mucho, exijo que me coloque 19 puntos sobre los 20 en la escala de evaluación". O sea, el estudiante hablando en criollo: "paga y se da el vuelto", y aunque la dura realidad de ese supuesto estudiante es una realidad, es obvio que también esa realidad tampoco lo exime de su responsabilidad académica.
Entonces, esas desdichadas declaraciones de "Nicolasito", solo buscan justificar la tamaña irresponsabilidad del madurismo ante un país que según la Organización de Naciones Unidas (ONU), ha visto emigrar a unos 5 millones de connacionales que hasta caminan miles y miles de kilómetros para huir de la más alta hiperinflación de la historia universal, donde los salarios y pensiones quedaron convertidos en una simbólica palabra, y en donde tener un servicio básico - aunque sea por las 24 horas de un día - de agua, electricidad, gas, gasolina, o transporte es una "gesta revolucionaria", esto sin obviar la destrucción de la educación, la salud, y nuestras principales industrias de petróleo y hierro.
En síntesis, los 19 puntos que sacó "Nicolasito" para evaluar la exitosa "política económica" de su padre, no dudamos que se transformarán en 20 puntos, si él siendo docente, tuviera que evaluar las historias anormales de sus estudiantes ante el sentido de diferenciar entre la verdad y la mentira, la responsabilidad y la irresponsabilidad, y sobre todo entre la ausencia de ética y moralidad.
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