Los transportistas y dueños de autobuses se han convertido en los nuevos bachaqueros ricachones y usureros en nuestra amada Venezuela, aparte del aumento indiscriminado del pasaje sin ningún tipo de regulación, ahora se han convertido en una especie de casa de cambio, siendo ellos transportistas, los únicos que "solo reciben pago en efectivo", dinero este que no regresa a los banco para su libre circulación, sino que lo guardan para el otro negocio lucrativo.
El Dolar para ellos significa el gran negocio, ya que aceptan la divisa como pago al 60% del precio real pongamos como ejemplo las líneas que cubren la ruta (La California-Guarenas) y viceversa, si el Dólar está a Bs. 1.800.000 y el pasaje especulativo está a Bs. 800.000 y el usuario o usuaria solo tiene divisa, le reconocen el Dólar a Bs. 1.000.000 y solo le dan vuelto Bs. 200.000, quedándose con Bs. 800.000 de ganancia por cada pasaje en dólar que le paguen.
Ya no se quejan de los costos de los repuestos ni el alto costo de la vida, ya que es este gremio quien se lleva el dinero de los venezolanos y venezolanas a sus casas y las horas picos o los domingos y feriados se dan el tupé de reducir la cantidad de vehículos en las paradas oficiales y hasta quitar los avisos de las líneas para dar paso a los llamados piratas que terminan siendo ellos mismos con vehículos no identificados y cobran hasta el doble del pasaje que ya de por sí es especulativo y arbitrario.
Así ocurre tanto en las rutas urbanas como en las extraurbanas y lo peor del caso es que no hay autoridad nacional, regional ni municipal que le ponga coto a esta aberrante especulación cometida por las líneas de transporte privadas.
Sabemos cómo pueblo de los grandes esfuerzos que hace el gobierno nacional y el presidente Maduro para tratar de hacer más llevadera la carga especulativa que tiene el pueblo, producto del asedio imperial y el bloqueo impuesto contra nuestra patria por atreverse a soñar a ser libre de ataduras, con políticas efectivas como los Clap, los Bonos a través del Carnet de la Patria y hasta la construcción de viviendas, pero el tema del transporte y el uso de la moneda como mercancía aún es materia pendiente.
Hacemos un llamado desde lo profundo del barrio, desde las entrañas del pueblo llano donde se vive y se sufre con creces cada implacable ocurrencia de quienes nos tienen asediados, a implementar con la premura necesaria mecanismos que permitan recuperar el poder adquisitivo del pueblo con salarios dignos, con mayor fluidez de nuestra moneda y la implementación definitiva del pago electrónico en rutas de transporte, con la supervisión de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en cada parada y en sitios específicos del trayecto y la implementación de una ley que sancione a quienes hagan uso especulativo de estos medios, con sanciones severas que lleven desde la suspensión de los vehículos por un tiempo definido hasta la detención del infractor, revocatoria de la licencia para conducir y suspensión definitiva de la concepción a la línea donde se incurran en estos delitos y la implementación de grandes líneas de transporte con suficientes vehículos que puedan cubrir la demanda de este importante servicio.