No hay que criticar lo negativo, se necesita afirmaciones para declararnos en movilización permanente en defensa de La República. Eso de automarginarse del gobierno por su incoherencia o por su irreversibilidad neoliberal, es una tontería izquierdista o ultraizquierdista. Chávez, como Fidel nos emitieron un mensaje claro: "apoyen a Maduro". Quedarse esperando y solo criticando lo negativo que haga, es cómodo, fácil y contrarrevolucionario.
Es empujar desde adentro y con fuerza para que los sinvergüenzas jamás tomen el control partidista. Y estimulen la desigualdad social. Es cierto, los comités de base han perdido protagonismo y hasta los momentos, las decisiones adoptadas pierden cada día fuerza democrática, El país, desde hace tiempo se encuentra en manos de gavilanes y el presidente lo sabe y ha expresado de una manera reiterada y abierta a las masas que le acompañan y a la opinión pública.
Desde la última parte del siglo XX, la llamada globalización liberal busca segmentar a la sociedad, esto, para avanzar hacia un segmento económico distinto y constituirse en una expresión apologética del sistema burgués. Es un manto ideológico de última forma que busca la dominación y explotación del capitalismo, donde la mano esclava se encuentra representada en el pueblo. De allí la exégesis de adoradores y cultores de ídolos y magia negra, que trocaron sus dioses por los mercaderes, la ostia con el dinero y el templo por la bolsa.
La idea es hacer que la humanidad transite senderos inconmensurables. Hacia un nuevo paradigma de esclavitud y lograr que el sistema burgués se afiance en su relación con la sociedad y sea una expresión del tejido social para el dominio de la naturaleza misma, biotecnología, ciencia aeroespacial y genética. Esta claro hay una clara coincidencia de dominación entre China y los Estados Unidos por el control del sistema social y los ecosistemas.
Ante este precepto- ley, hay una verdadera trascendencia en el individuo que se cimenta en su existencia personal y, en quienes definen una propuesta colectiva de la revolución y, en la misma solo hombres y mujeres libres pueden ejercer control en el partido y en las puertas de fábricas y no estar creando idolatras y traidores al sentimiento patriótico.
Estamos al frente de una lucha de clases, entre marxistas, oportunistas, opositores y hombres de bien, donde la enajenación ideológica viene deja sus escaras y los efectos de la conciencia ya se hace sentir.
Necesitamos figuras militantes que asuman su tarea y no se dediquen a cerrar las manos en la Asamblea Nacional y en las manifestaciones. Es necesario contribuir a la unidad nacional y recomponer las fuerzas marxistas- democráticas y con la clase obrera, los sindicalistas, educadores, jóvenes, amas de casa y estudiantes para decirle al presidente que ya basta de deslealtad en las unidades de batalla y no vernos a futuro como sucede en Cuba hoy, que pueblo contra pueblo se agreden con garrotes en mano, porque el proceso político se desvió.
La historia profana de la patria, debe quedar atrás. Hay que darle sentido inmanente a la historia e ir a una mistificación del pensamiento marxista y de las fundamentaciones democráticas. Los medios productivos de un país, debe estar bajo la fuerza del pueblo para hacer un énfasis histórico a los estadios de crecimiento del carácter legitimo que le da la historia a la acción del hombre del campo que sale a labrar la tierra en su día a día.
Laos requisitos ya están dados y es prioritario tener voluntad para darle continuidad al sentido de la vida.
Hay traición de parte y parte. Se deben admitir opiniones y tener vocación hacia el trabajo comunitario, es radicalizar el proyecto de hacer un giro al desarrollo del país y tener una convivencia civil y dejar a un lado los misterios, la patria es una e indivisible.
Ya basta de la agresión imperial hacia pueblos como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Haití, Perú y Bolivia, están estas naciones entapadas bajo una percepción descontinuada de la realidad, son ellas parte de una geopolítica mundial.
Las zonas Especiales Económicas, son una traición a Chávez y revela un carácter anticonstitucional y liberal, donde la mano de obra estará esclavizada y bajo el dominio de fuerzas políticas extrañas en nuestras tierras sureñas y caribeñas.
. -* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño