Mentiras disfrazados de falsa bonanza economica

Martes, 15/02/2022 01:33 PM

Recientemente se han multiplicado desde voceros del gobierno Venezolano, matrices de desinformación que apuntan a reproducir mentiras y engaños disfrazados de una falsa bonanza en la economía domestica. Un espejismo alimentado por el socialismo del caviar que nada tiene que ver con una mejora estructural en la maquinaria económica nacional.

El gobierno ha expresado [ https://m24digital.com/maduro-convoco-a-acelerar-la-transicion-hacia-una-economia-post-petrolera-en-venezuela/ ] su intención de deslindarse de la industria petrolera, como medio de sostén fundamental de la economía y diversificar el aparato productivo nacional, cosa que aunque no es criticable, no será posible en el corto, ni en el mediano plazo, sencillamente porque no hay ningún aparato productivo nacional de pie, tal que sostenga o apunte a satisfacer nuestras necesidades fundamental en lo económico y social del país. Lo que si hay es explotación, no solo irracional; sino en muchos casos hasta entredicha, de nuestros recursos.

Hablan de una supuesta evolución económica que no es otra cosa, que el resultado la confiscación de remesas, de un sueldo miserable para ese segmento de 94% de Venezolanos en pobreza, que depende de un bono y un sueldo de hambre, o de claps de la vergüenza. Es la confiscación de ese sueldo y bonos miserables con el alza de impuestos, gasolina, alimentos y la desaparición de hecho del sistema de salud [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1492138859559329793?s=11 ].

Pero es además "la negociación a oscuras" valiéndose de la ley antibloqueo, de nuestros minerales estratégicos, al costo de la destrucción de nuestro futuro y de la depredación del medio ambiente.

Hay que reconocer que hubo ciertos hitos que marcaron la desaceleración paulatina de la inflación en Venezuela y el ingreso adicional de divisas. La confiscación paulatina de sueldos y salarios, el alza de la gasolina desde 2016, la dolarización selectiva de hecho de nuestra esquelética economía desde 2018-19, la evolución del barril desde la segunda mitad de 2020 en más de un 320% desde (WTI), desde los $22 por barril hasta superar los $90 pb. Ha sido también la suavización de la sanciones desde entrada la carrera electoral en EEUU, que ha permitido capitalizar cierta producción.

De todos esos elementos antes nombrados, la confiscación paulatina del salario con el neoliberalismo desatado fue y es importante, pero lo determinante ha sido el alza de barril. Antes de dicha fecha el gobierno no pudo, ni supo abatir la inflación de forma sostenida, a pesar de haber apuntado sus baterías a sacarle el poco dinero del bolsillo a ese mismo pueblo que utilizan para votar.

Claramente el abatimiento paulatino de la inflación responde fundamentalmente al crecimiento del precio del barril desde mediados de 2020 y desde la relajación de sanciones en ese mismo ínterin, lo cual le ha permitido a PDVSA importar crudos iraníes, que a su vez han servido para inflar producción; más no crecer real y sostenidamente en potencial. El reciente desplome de producción de Enero así lo confirma. Dependen de las importaciones para sostener su nivel de producción/exportación y para ello, también dependen de cierto umbral de precios del barril.

Ni desde 11’2017 con Quevedo, ni desde Febrero’2020 con Tareck y Asdrubal, ha habido crecimiento real-sustancial-sostenido (quizá marginal) de la capacidad de producción, más allá de la incorporación de crecientes volúmenes de diluyente importado [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1491759797657608196?s=11 ], en nuestras exportaciones. Todo ello lo explicamos en nuestro articulo anterior [ https://www.costadelsolfm.org/2022/02/09/einstein-millan-arcia-la-nueva-mentira-del-ministro-de-petroleo/ ].

Es a partir del cierre de Diciembre’2020 cuando el WTI supera los ~$56 y es a partir entonces cuando comienza a ser visible un relajamiento sostenido de la inflación en Venezuela. Ese es el umbral de precio del crudo que necesita PDVSA para balancear sus cuentas y comenzar a producir ganancias, bajo la premisa de la importación de diluyentes y la composición actual de nuestras segregaciones producidas.

De dicha conclusión se derivan al menos tres aspectos importantes:

a) el costo de hacer negocios (no el costo unitario operacional) de PDVSA supera los ~$38 a $39 por barril exportado. Dicho costo está compuesto por componentes de importación-dilución, costos de producción y comisiones

b) no existe ninguna mejora estructural en la economía Venezolana más allá del incremento del barril. La economía de bodegones, la economía de la importación y la economía de la especulación, no ha servido para otra cosa que para ser caldo de cultivo para la corrupción y la destrucción del flaco salario del Venezolano.

c) las sanciones aunque vigentes no parecieran estar obstaculizando por ahora, los "negocios" de nuestra estatal petrolera.

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