La economía de un país, en situación de depresión, no se recupera con leyes de emergencia, con decretos políticos o acuerdos ficticios. Eso es demagogia, salga del sector que sea. Oficialista u opositor. Solamente hay dos factores que pueden ayudar a recuperar una economía, en la situación que tiene actualmente Venezuela. El crédito y/o la productividad. Se agrega, los acuerdos políticos.
El crédito estimula una economía, porque permite a quienes tienen acceso al mismo, generar ganancias a otra persona. Ese otro actor, al tener mayor liquidez, podrá obtener también un crédito, lo que se convierte en una cadena, que ayuda a un nuevo ciclo.
El otro factor es la productividad. La producción de bienes y servicios, permite que haya una mayor oferta de mercaderías, que pueden generar empleos, e ingresos sobre la base de una economía real, pero este proceso es más lento.
El crédito bancario
En el caso de Venezuela, hay serios problemas con el crédito. El primero de ellos es que la moneda nacional, sufre los efectos de la desconfianza y se devalúa rápidamente. Así que obtener un crédito en bolívares, no tiene sentido porque la creación de dinero para el consumo de bienes y servicios, generará una ola de expansión monetaria, que termina en inflación. Eso fue lo que técnicamente ocurrió con las gavetas crediticias que Hugo Chávez implementó, en su momento, en la banca nacional. El resultado fue que los comerciantes aplicaron el "carry trade", se endeudaron en una moneda débil y compraron una moneda fuerte. Así que no invirtieron en productividad.
Además, las condiciones de la banca venezolana, no es la más propicia para otorgar créditos en este momento. Si se convierte a dólares, la liquidez monetaria (M2), que es el dinero circulante en bolívares que hay en el país, se obtiene que, los bancos venezolanos, apenas llegan a unos 950 millones de dólares. Ni siquiera llegan a un millardo de dólares. Con el encaje legal que existe, de al menos 73 %, el dinero disponible para hacer préstamos en la banca nacional, es de unos 256 millones de dólares. Esto es insuficiente para producir una recuperación económica importante.
Otro punto es que en Venezuela ya no hay créditos blandos. No es que no haya créditos, como aseguran muchos, es que el venezolano actualmente tiene poca capacidad de pago, después de la debacle económica que empobreció a 70 %, desde 2013. Las tasas de interés están indexadas a la variación de la tasa del dólar del BCV. El propósito de esto, es evitar que se soliciten préstamos a los bancos, para invertir los bolívares en divisas. De esa manera, con una recesión muy fuerte, el gobierno ha podido desacelerar la hiperinflación de 2018.
La productividad
Entonces queda la productividad como respuesta. Si embargo, Venezuela no es un paraíso para las empresas y el emprendimiento. Desde el gobierno se trata de implementar reformas, para motivar la inversión, pero la liberación del uso de divisas y de los precios no es suficiente. Las empresas venezolanas están en 38 % de su capacidad instalada, según reportes de Conindustria. Para 2018, estaban en 20 %. Como se puede ver, hay una recuperación relativamente importante, pero que no es suficiente, es lenta y difícil de mantener en el tiempo, por los efectos internos y externos.
Las empresas deben recurrir a recursos propios y como ya se explicó, la oferta crediticia no es la ideal, aunque haya aumentado 83 % la cartera, el año pasado.
Pero es que no hay inversiones extranjeras, no hay crédito internacional, debido a las sanciones y esto es parte del discurso del oficialismo. Sin embargo, hay asuntos que son hasta peores que las sanciones de EEUU y es que en Venezuela, montar una empresa, es una de las acciones más difíciles que hay, desde el punto de vista de la burocracia estatal.
Una compañía anónima requiere de una enorme serie de requisitos, trabas en los registros, corrupción para acelerar procesos, mucho tiempo y costos elevados. Aparte de que no hay créditos para financiar una parte de las operaciones de una empresa, en Venezuela, no hay incentivos para montar una sociedad y eso no lo resuelven los precios libres de divisas y de productos. Tampoco leyes demagógicas y discursos con planteamientos vagos de indexación de salarios. Para que la productividad se apuntale, se requieren reformas inmediatas. Y se debe comenzar con lo primero, de modo que establecer una compañía, se traduzca en sencillos pasos. Sin contar con todo lo que viene después, una vez que alguien logra registrar una empresa.
Peor que las sanciones de EEUU
Hay una masa de trabajadores en el sector informal, que deberían ser formalizados, lo que, al final, generaría nuevos ingresos por una mayor distribución de las cargas impositivas, generando ingresos que pueden mejorar los salarios de los trabajadores públicos.
Es decir, peor que las sanciones, es el Estado ineficiente que hay actualmente. Irán es un país que ha estado sancionado por mucho tiempo, y su productividad, además de su industria petrolera, siguen funcionando.
La burla al pueblo por oficialista y opositores
Pero el tiempo lo emplean, desde el oficialismo y desde la oposición, en discursos huecos, que no generan soluciones a la crisis que padecen los venezolanos. El gobierno tiene tiempo diciendo, que hay una recuperación económica, pero ahora dice, que no tiene manera de aumentar los salarios de los trabajadores públicos. Mientras el discurso opositor, hace tiempo, es el de negar que haya una recuperación económica, que todo es una "burbuja de bodegones", pero ahora, sorprendentemente dicen, que el gobierno si tiene los ingresos suficientes para pagar los salarios de los trabajadores. ¿A quién se le cree? Peores están los demagogos, que intentan ver como consigues algunos "likes" en ese bochorno político, alegando que, con leyes en la AN, los salarios se van a componer. Todos se burlan del pueblo, evidentemente.
*LA GRÁFICA: El precio del oro*
En los últimos seis meses, el precio del oro subió 10,15 %, debido a una nueva caída del dólar en el mundo. La onza troy cotiza USD 1.927. La divisa estadounidense está perdiendo espacio desde octubre del año pasado. Hay reportes de que China está comprando enormes cantidades de oro y le acompaña Rusia en esa acción. Estos países lideran un proceso de "desdolarización" de Asia, para evitar más sanciones basadas en el dólar. Desde Venezuela se está produciendo oro, del cual no se tiene reportes exactos ni precisos.