Señores, la gente está demandando dinero para comprar lo básico para subsistir, para mejorar en algo la calidad de vida que se ha perdido por la guerra económica, el bloqueo, las sanciones unilaterales y la corrupción.
Lean bien, están demandando dinero para subsistir. Es una demanda de dinero endógena válida, es decir, que surge de la necesidad de la económica real, de la necesidad de uno de los factores de producción importante que es la mano de obra, del trabajador activo y el jubilado, que al mismo tiempo, son los que consumen una gran parte de todos los bienes y servicios que producen las mismas empresas públicas y privadas.
Como ven, es una demanda de dinero que se genera dentro del sistema productivo, que es un dinero necesario para la puesta en marcha de la producción.
Es por eso, que el Estado, a través del Ministerio de Finanzas y el BCV, debe buscar de manera urgente, políticas monetarias alternativas al modelo aplicado en la actualidad, para inyectar dinero a la economía que vaya directo a satisfacer la demanda de dinero que reclama la fuerza laboral para reactivar el consumo, la producción, y por ende el crecimiento económico con inclusión social.
¡Hay que lanzar dinero a la calle para recuperar el salario que demanda el trabajador!, y dejar de creer en esa tesis monetaria que el dinero que inyecte el BCV para aumentar salarios generará inflación, porque realmente, el dinero que se ponga en manos del trabajador en estos tiempos de dificultad es para comer, pagar algunos servicios e intentar mejorar su calidad de vida, y no para comprar dólares para especular como temen muchos en el Gobierno.
Al final, ese mayor consumo reactivará el aparato productivo, mejorará la inversión, el gobierno cobrará más impuestos y el empleo productivo aumentará, llevando a nuestro país a un mayor nivel de crecimiento económico con inclusión social.
¡Háganlo antes que sea demasiado tarde!