Economista criollo rechaza el discurso del diputado Jesús Farías sobre las bondades del Presupuesto Nacional 2024

Miércoles, 20/12/2023 06:06 AM

Nunca pensé escribir algo como lo que voy a describir. Realmente me nace del corazón escribirlo, en nombre de todos los venezolanos y Venezolanas que hemos sido víctimas de la llamada Guerra Económica que se inició en el país desde el año 2014, donde hemos visto que la gran perdedora de esa guerra entre los empresarios y el Gobierno de Nicolás Maduro han sido los trabajadores, pensionados, militares y jubilados.

La crítica que presentó la hago como presidente de la Asociación Civil Víctimas de la Guerra Económica (VictimasToday), apelando a mis derechos constitucionales de libertad de expresión y de opinión, y como defensor de los derechos humanos que me he caracterizado en los últimos 24 años desde que trabajé en la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional Constituyente en 1999, y que todo los actores del sistema político nacional conocen de mi trayectoria y tendencia socialista que aún mantengo y sostengo.

En primer lugar, decirles que no soy agente de la CIA, ni un gánster económico, y nunca he recibido dinero proveniente de actividades ilícitas, del extranjero, ni mucho menos para conspirar contra la revolución que he ayudado a construir por más de 24 años.

Les informo a mis camaradas y seguidores por las redes, en éste momento me encuentro en "Modo Chávez Radical" porque he visto que algunos líderes nuestros se desviaron del camino, unos están presos, otros están prófugos y otros están siendo investigados por corrupción.

Sin embargo, les confieso que nunca pensé que iba escuchar un discurso en la plenaria de la Asamblea Nacional, emitido por un diputado electo con votación popular chavista (Jesús Farías), que fue a su vez aplaudido por otros diputados que juraron defender la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y que no se hartan de decir que sus acciones van en función del bienestar del pueblo. Que a pesar del bloqueo y las sanciones las condiciones económicas han mejorado, que llevamos 9 trimestres creciendo, que los resultados industriales y empresariales han mejorado, pero no hablan por ninguna parte de las mejoras de la clase obrera en el pasado, presente y futuro que juraron defender y no se cansan de pedirles el voto.

Nunca me imaginé que 10 años después de la partida física de nuestro comandante Chávez, estaría escuchando argumentos como ese para justificar que en el Presupuesto Nacional del 2024, no se tiene previsto aumentos salariales sustanciales que se aproxime a lo que manda el Artículo 91 de la Constitución Nacional, referente al salario mínimo vital a nivel de la canasta básica familiar, indexado cada cierto tiempo, ni mucho menos, que genere mejoras de los ingresos de los pensionados militares y jubilados para el año 2024.

Mucho menos me imaginé ver cómo en un discurso de un diputado que dice ser comunista, prácticamente es vitoriado por algunos otros diputados, cuando manifiesta y celebra públicamente que hay que reconocerle a la clase trabajadora su sacrificio para el aumento de la producción nacional, es decir, gracias a que la clase obrera venezolana que se puso al frente de la "resistencia" contra el bloqueo es que ha habido recuperación económica.

Pero no te dice, que el crecimiento que ha habido es con desigualdad, es sin inclusión laboral y mucho menos con inclusión social. Es decir, él reconoció como un logro, que el principal indicador de la economía capitalista global, que es el Producto Interno Bruto (PIB), el ingreso agregado o el gasto agregado de la nación, como también lo solemos calcular y llamar los economistas, ha venido mejorando en los últimos 9 trimestre gracias al sacrificio de la clase trabajadora que gana poco, a pesar que el dice que se ha recuperado en los últimos meses considerablemente. Yo no sé donde. Pero en su discurso él dice que salarialmente hemos mejorado y vamos bien.

Hoy día, todo el planeta sabe que el salario mínimo en Venezuela es menor a 4 dólares mensuales y que con bonos de guerra y cesta tickets, no superan los 75 dólares mensuales, que realmente es 7 veces menos que la canasta básica familiar que establece el Artículo 91 de la Constitución venezolana y alrededor de 12 veces por debajo del salario mínimo promedio a nivel mundial estimado alrededor de los 900 dólares mensuales.

No sé cómo el presidente de la Asamblea Nacional no fustigó esa posición, no sé cómo no lo mandaron a callar más bien, porque él creía que se la estaba comiendo. Más bien de lado, que el pueblo de a pie, sufre las calamidades de ingresos bajos debido a las limitaciones de ingresos ocasionadas por factores de la guerra política y económica nacional, del bloqueo, las sanciones, la alta inflación inducida por la devaluación continua, la fuga de capitales provenientes de la renta petrolera, por la corrupción, por la liquidación de los pocos ingresos petroleros para banqueros e importaciones de oficio, las limitaciones al acceso a créditos para el trabajador profesional, para el emprendedor y el conuquero, que ve como se indexan en dólares los precios de los bienes y servicios públicos mientras que todos los días viven la zozobra de no tener para cubrir todas sus necesidades mínimas de subsistencia.

Estoy convencido que Hugo Chávez debe estar retorciéndose en la tumba, al igual que nuestro Libertador Simón Bolívar, Simón Rodríguez, El Ché Guevara, Zamora, Apacuana y Guaicaipuro deben estar muy triste por la distorsión y el desvío que han tomado algunos de los que lideran el rumbo hacia el camino de la revolución que Hugo Chávez encomendó seguir.

Estamos dispuestos a ir a la Asamblea Nacional para presentar y demostrar los argumentos económicos que tenemos, que consideramos es la única vía para alcanzar un verdadero "Crecimiento Económico con inclusión social y laboral" que es lo que realmente esperaba el pueblo trabajador y no el proceso de "Crecimiento con sacrificio social y laboral" que avalan los diputados que aplauden ese tipo de discursos, seguro por desconocimiento o lealtad condicionada.

Estamos dispuestos a dialogar en nombre de las víctimas de la guerra económica, en nombre de los profesionales y técnicos del país, de los militares, pensionados y jubilados, en fin, en nombre de la clase trabajadora que somos todos los venezolanos. Recuerden, el país chavista espera que se retome la senda de "crecimiento económicos con inclusión social y laboral" como ocurre en los primeros 10 países que mejor distribuyen el PIB, es decir, donde el ingreso agregado es menos desigual en el planeta, entre ellos China, nuestra aliada estratégica y que mucha dicen tener como patrón económico a seguir. Por cierto, en esa lista de países no se encuentra Estados Unidos.

Esperamos que nos llamen para debatir, y dejen de estar persiguiéndonos, hostigándonos, aplicando ostracismo de izquierda a todos los economistas que diferimos de alguna forma sobre algunas de las políticas económicas aplicadas actualmente, porque ya se ha demostrado que no ayudan a controlar la devaluación, la inflación, el desempleo, la migración masiva, con un alto impacto en la perdida del poder adquisitivo del trabajador y aumento sostenido de la desigualdad de ingresos en Venezuela, que hoy nos ubica entre los países con mayor desigualdad del planeta.

Que por cierto, es un indicador económico clave para entender el nivel de empobrecimiento colectivo a nivel mundial, y que en nuestro caso, en tiempos de crisis, de guerra económica, pandemia, bloqueo y desbloqueo de algunas sanciones y con un ciclo de crecimiento de 9 trimestre, nos sigue indicando que siempre el resultado es el mismo: que lejos de beneficiarse el pueblo, siempre se terminan beneficiando los del sector empresarial, es decir, los llamados capitalistas privados y de Estado, están disfrutando o reciben el 70% de los ingresos agregados, mientras que toda la clase trabajadora nacional apenas recibe 20% por concepto de remuneraciones diversas.

¡Más nada!

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