El sistema de pago SUCRE fue creado bajo el impulso del Presidente Hugo Chávez en el año 2010 como un Sistema que se basa en la utilización de una moneda virtual "SUCRE", para el registro de las operaciones exclusivamente entre los bancos centrales, en tanto que la liquidación local (pagos a exportadores y cobros a importadores) se efectúa con las respectivas monedas locales de los países miembros del convenio firmado al efecto.
Surge así el SUCRE como un mecanismo sustitutivo del dólar como medio de pago en el comercio exterior de América Latina, específicamente entre países vinculados al ALBA.
Podemos decir que funcionó con un aparente crecimiento hasta el año del asesinato y muerte de Hugo Chávez en el 2012 y después de descubrirse importantes estafas en las aduanas de Ecuador, con toda seguridad impulsadas por los Estados Unidos que se veía atacado por esta iniciativa monetaria, y delitos que junto con la muerte de Chávez impactaron su difusión y permanencia, aunque países como Cuba y Nicaragua también se alejaron del sistema, aun cuando podía favorecerlos.
Una lección no aprendida con esta experiencia del SUCRE y con muchas similares en Venezuela, es la necesidad de colocar personas con una amplia idoneidad en los altos cargos y como responsables de proyectos, sometiéndolos a periódicos procesos de evaluación ética y de ingresos personales y de familiares, antipática pero imprescindible medida de la cual hemos adolecido y que tanto sufrimiento ha padecido el país, por esta carencia evaluativa.
Ahora que de nuevo esta en la pugna nacional e internacional la sustitución del dólar como medio de pago en el comercio exterior, reestudiar esta iniciativa de Hugo Chávez se avizora como necesaria para, primero el afán de constituir una agenda de relaciones internacionales propia y transmitir nuestra experiencia y sapiencia a otros países, también pobres como nosotros y también para que se analice su aplicación en contextos más amplios y complejos como es el caso de los BRICS.
El sistema SUCRE tiene ventajas que pueden servir para complementar la sustitución directa del dólar por otra moneda como son, la reducción de costos de transacciones internacionales ya que al utilizar una moneda común en las transacciones comerciales entre los países interesados, se eliminan los costos asociados con el cambio de divisas.
Proporciona mayor eficiencia y agilidad en las transacciones ya que al utilizar el sistema de pago digital, se agilizan los procesos de pago y se reducen los tiempos de espera en las transacciones comerciales.
Es de destacar su importancia para el fomento del comercio intra-regional y de las naciones signatarias de los convenios de constitución, al facilitar y agilizar las transacciones comerciales entre los países miembros, se promueve el comercio intra-regional y se fortalecen las relaciones económicas entre los países vinculados al sistema. Este efecto se muestra paralelo a la integración económica y regional entre los países asociados, fortaleciendo la cooperación y el desarrollo conjunto en las regiones y países.
El Sistema SUCRE proporciona mayor estabilidad en los precios de los productos, al reducir los costos de transacción y eliminar la volatilidad de las tasas de cambio, se contribuye a la estabilidad de los precios de los productos en el mercado regional.
Reactivar el sistema de pago SUCRE podría traer beneficios para Venezuela y los otros países participantes en una asociación como los BRICS al facilitar el comercio entre ellos y contribuiría a mediano plazo a reducir la dependencia del dólar estadounidense en las transacciones comerciales que ellos efectúan.
Sin embargo, es importante recordar y considerar que el SUCRE ha enfrentado dificultades y limitaciones en el pasado, por lo que es necesario realizar una evaluación cuidadosa de los potenciales beneficios y riesgos antes de tomar una decisión, estableciendo sistemas de seguimiento y control idóneos en estas actividades y proyectos que manejan cantidades ingentes de recursos económicos, seguimiento que en Venezuela por lo general no se hace.