"La ley debe ser como la muerte,
que no exceptúa a nadie."
Montesquieu
El 13/09/2017 me fue publicado el artículo (Apartamos el dólar, o seguimos jodidos) en las páginas web Aporrea org y Ensartaos. Al día siguiente me aparecieron en el correo varios comentarios de provocadores y algunos economistas, lanzando llamaradas y mandándome a callar, al calificarme de ignorante porque supuestamente desconozco de la materia y uno de ellos terminaba su insulto, repitiendo la expresión muy conocida: quien no conoce de la hierba no se mete a brujo. Han transcurrido 7 años de mi modesta opinión de un tema, el cual, para mí, es el arma más afilada y peligrosa del imperialismo y de cuanto gobierno se instala en la Casa Blanca, para atacar a quien no se preste de colchón para amortiguar los golpes y desajustes del capitalismo salvaje en su propia casa matriz: los Estados Unidos.
De un día para otro sembraron el dólar en la economía venezolana, de manera directa, ya que, desde hace muchos años ha estado existiendo, pero sin llegar a la escandalosa disparidad cambiaria: la verdadera trampa y el que no abra bien los ojos, cae irremediablemente en la manipulación ejercida por la moneda norteamericana, a tal punto, que, hasta hace poco la ilusión de un número importantes de venezolanos, era, como si se habían ganado uno de esos premios gordos de la lotería, el cual en el pasado embelesaba a más de uno, Muchos venezolanos se creían favorecidos, cuando cargaban dólares a manos llenas, y prácticamente desechaban la moneda venezolana, con el mayor desprecio a pesar de los esfuerzos del gobierno del presidente Nicolás Maduro, por evitar precisamente una de las maneras de golpear el bolsillo de los venezolanos por la dependencia tecnológica, el cual venimos arrastrando, desde inicio de la explotación del petróleo.
En estos momentos, se ha despertado la disparidad cambiaria entre el paralelo y el del BCV, porque un número considerable de comerciantes inescrupulosos, acostumbrados hacer lo que les da la gana, están desobedeciendo lo establecido por el BCV, para aplicar el paralelo y en cada transacción le roban al consumidor –en estos momentos– alrededor de 8 bolívares por cada dólar, un escandalo. Las razones y argumentos para justificar las estafas son muy variadas, pero la más conocida, es la que parece un acuerdo establecido, para repetir a cada instante en cada venta ¡yo compro al paralelo y si vendo al BCV quiebro! La necesidad urgente de comprar, sobre todo la comida, impide caer en las garras de algunos estafadores declarados, pero lo más preocupante, es que se va extendiendo y estableciendo, como una manera fija de cobrar.
Los negociantes siempre buscan, quienes les ayudan hacer sus fechorías. Se dan casos de algunas estaciones de gasolinas, donde tienen el punto, pero si no está atento, cuando vas a pagar con la tarjeta lo más seguro, es que te la apliquen si no revisas el ticket, ya que, el encargado de cobrar fácilmente te puede robar, como me pasó a mí, cancelé veinte litros a la tarifa del BCV, se supone, que son 10 dólares multiplicado por lo establecido en ese momento 36, 66 Bs eran 366,60, cuando revisé la cuenta se habían cobrado 466,60, es decir pasé bien, con 100, porque el comprobante de pago, especifica la operación, pero lo más importante no aparece, la cantidad de bolívares por la transacción, el cual está en otro ticket, pero se lo guarda el que te cobra, si no reclamas en el momento.
Es decir, el consumidor no lleva una para ganar, porque si no te dejas robar eres un hueso o miserable y llegan a ofenderte, como me ocurrió con un vendedor de pescado, cuando le devolví la compra, ¿y es qué te vas a comer la plata? eso genero una discusión al responderle ¡me vas a robar, porque no me la voy a comer! pero no me quedó otra, si no apartarme, porque el hombre estaba sacándole filo a un cuchillo, que, solamente con verlo daba miedo y de paso la encargada del punto –la hija– se reía y preguntaba ¿Usted por quién votó? Mientras el del al lado atizaba la disputa ¡Ese es chavista! Lo que terminó de encolerizar al padre y la descendiente, ya que, los señores siguen creyendo en las promesas de la inhabilitada, cuando ella y el resto de la oposición desataron ese huracán, el cual pretenden utilizar para culpar al gobierno de todos los males por una dolarización perversa planificada y dirigida, desde Washington, con una disparidad cambiaria, el cual ahoga a los más débiles.
Narciso Torrealba narciso_t_29@hotmail.com