Para Chávez, lo primero que había que hacer era pagar la deuda social, comenzó con dignificar la vida de los invisibilizados, de los excluidos de la sociedad capitalista. Garantizarles alimentación, viviendas dignas, educación de calidad, salud, servicios públicos, en fin, incluirlos en la sociedad reduciendo al máximo la desigualdad, los privilegios que otorga el capitalismo a los que más tienen y pueden.
De ese objetivo nacen, el plan de la seguridad alimentaria, el plan vivienda, la misión Robinson, Ribas y Sucre, las misiones de salud, más adelante la producción de alimentos bajo un sistema de propiedad social, priorizando la distribución y el acceso de los alimentos a las familias de más bajos recursos (las redes Mercal y PDVAL, privatizadas luego por maduro) para alimentar a un pueblo con déficit de nutrición. Igual, educar a un pueblo que estaba fuera del sistema educativo formal. Producir para igualar las cargas, para hacer justicia y solo si había un excedente venderlo o intercambiarlo.
Para cumplir esa meta había que manejar a PDVSA de manera soberana, optimizar sus recursos y usarlos para llevar a cabo el plan nacional Simón Bolívar, con el cual se dispuso, además de pagar la deuda social, llevar a cabo un desarrollo equilibrado de la nación –Descentralizar unidades del poder ejecutivo hacia zonas específicas de desarrollo, la construcción de trenes nacionales, puentes, vías de penetración agrícolas, infraestructuras inexistentes en un país con un desarrollo social y económico desigual y una distribución de la población dispareja –
Sin el rescate de PDVSA del control de los conspiradores y la política de plena soberanía petrolera, ese objetivo de pagar la deuda social era imposible. Chávez requería de objetivos claros, recursos, detectar problemas, ejecución de planes y organización social, un esfuerzo colectivo para llenar todo de voluntad, de fuerza moral, claridad política; requería de una herramienta teórica revolucionaria para enfrentar la mecánica del capitalismo.
Por eso Chávez en su discurso del Jardín Botánico (2004) asume el marxismo como la luz de su revolución, para complementar las ideas de Bolívar sobre igualdad y justicia social (resulta “curioso” que en las reproducciones hechas por el gobierno de ese discurso de Chávez le hayan mutilado esa parte donde se asume como marxista leninista, dejando solo el pedazo sobre el antiimperialismo, editado para que se viera el celaje de maduro borroso aplaudiendo frente de la tarima. Inclusive, Más adelante Maduro escribirá la presentación de Libro Azul, afirmando que Simón Rodríguez estaba por encima de Marx en la comprensión de lo “nuestro americano” –pura paja demagógica – tratando de olvidar o negar al Chávez marxista, bolivariano y defensor del cristo hombre como modelo moral. Otra mutilación más).
En el 2004 aparece el Chávez comprometido con las ideas revolucionarias de Marx para llevar adelante su revolución socialista, porque sin una correcta comprensión de la mecánica del capitalismo, de la “lógica del capital”, era factible torcer la marcha hacia el socialismo por los caminos verdes del reformismo, para provecho de oportunistas (como pasaría más adelante), los mismos que luego confundieron, a los ojos de incautos, la preservación de un poder personal con las metas de la revolución, confundiendo la lealtad a la persona con la lealtad a los principios revolucionarios.
Todos los planes y proyectos de Chávez fueron desvirtuados o traicionados por maduro y sus secuaces. Las zonas especiales estratégicas (ZEDES) fueron eliminadas y sustituidas por zonas francas (las ZEE) promoviendo “maquilas”, violando la constitución y las leyes, para atraer capitales buitres o “inversionistas” oportunistas. La propiedad social revertida a manos privadas, se abandonaron los fundos zamoranos y se les entregó las tierras a privados,... Creo que no es necesario insistir en eso que hemos denunciado mil veces.
Ahora leemos titulares como éste: “Venezuela exporta 11 mil cabezas de ganado bovino a Irán”. El disparate del siglo, Venezuela exportando ganado y un pueblo subalimentado. Los alimentos que necesitamos para nutrir adecuadamente a nuestra gente los exportamos, en provecho de un grupo de pícaros, el interés colectivo lo subordinamos al lucro de unos cuantos, que ni siquiera pagaran impuestos por eso.
Datos de referencia resumidos, tomados de internet, indican que: “La nutrición de los venezolanos se caracteriza por una dieta basada en arroz, harina, pan y pastas, y con un consumo promedio de calorías inferior a la referencia nacional: La Encuesta de Condiciones de Vida de Venezuela (Encovi) indica que más del 70% de las familias venezolanas basan su alimentación en estos alimentos. Un estudio venezolano de nutrición y salud encontró que el consumo promedio de calorías es de 1.925 kcal, inferior al requerimiento nacional de 2.300 kcal. El 79,2% de la muestra presenta una dieta habitual inadecuada por déficit en calorías…”
Pero esto todo el mundo lo sabe casi de forma personal. La desnutrición, los casos de anemias y personas mal alimentadas han aumentado en estos años de Clap, limosnas y “crecimiento económico”. ¡Y estos tipos exportando ganado!, un país que hasta hace poco importaba ganado de Brasil para abastecer la demanda interna de carne de res, un país que necesita carne para su pueblo, exportando ganado; el interés del ser humano subordinado a los intereses mezquinos de la ganancia capitalista, a los “indicadores de crecimiento económico” de Delcy. Seguro que mañana subirá el precio de la carne.
Chávez muere en el proceso de pagar esa deuda social, dejando pendiente el desarrollo de su plan de la patria y la meta de alcanzar el “punto de no retorno” al capitalismo. Maduro desmontó todo lo adelantado por Chávez y puso el presupuesto nacional y los ahorros del país en manos de ladrones, empresarios privados y empresas de maletín, restauró tierras y empresas al capital privado, acabó con PDVSA, acabó con los sistemas públicos de educación y salud y los servicios públicos ,… “en nombre de la paz”
El que tenga ojos que vea.
¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!,
¡VOLVAMOS POR EL CAMINO DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!