El Arado y el Mar

No hay capitalismo bueno: los BRICS son un fraude, un peligroso canto de sirena

Viernes, 15/11/2024 07:01 AM

El capitalismo, viejo astuto, encontró la fórmula para perpetuarse en la dominación de las sociedades: crea la ilusión de cambio posible proponiendo alternativas todas dentro del sistema, de esta manera, como dijo Fabricio, sólo es posible un cambio de hombres, el sistema capitalista queda incólume.

Eso lo aplican con claridad en las elecciones capitalistas, se cuidan de podar cualquier opción medio diferente al capitalismo, y van seguro con sumisos al sistema. Está artimaña, aplicada a escala mundial es la que están aplicando con los tales brics. Son simplemente manifestación de la competencia entre imperios, entre capitalistas. Y los gobiernos y los políticos de pacotilla lo venden como una salida al neoliberalismo, como el milagro del milenio: de pronto el capitalismo se une y se transforma en una agrupación buena, que ayuda a los países.

Cándidos, ilusos.  

El capitalismo, tiene en su base, en su esencia, un robo. Se roba el trabajo ajeno, de allí surge la riqueza de los capitalistas. Para que ese robo sea posible, es necesaria la propiedad privada de los medios de producción, una legislación que avale el robo, una cultura, una ideología que lo justifique, un mercado y una mercancía donde el trabajo robado se exprese. En ese mercado la fuerza de trabajo humano es una mercancía más, el humano termina siendo un objeto. En ese mercado se encuentran los capitalistas con sus mercancías sus intereses en una bestial competencia.

El sistema capitalista para funcionar necesita robar el trabajo ajeno, conseguir mercados, vender mercancía, competir. Esa es su esencia, eso no puede cambiar a riesgo de que se caiga el sistema. En resumen, un país capitalista, como Rusia, China, la India, el Brics, estará sumergido en lo que el Comandante Chávez, llamaba la lógica del capital: crecer, acumular, competir. El que se detenga se derrumba, es una carrera loca que en su paso lo atropella todo, el ambiente, al humano. Por mercados y ganancias van a la guerra, la guerra es una industria que no puede detenerse, cada momento nuevas armas, nuevas mercancías bélicas.  Se entiende porque el madurismo, lo privatiza todo, eso es necesario para restaurar el capitalismo, y se entiende claramente la traición al legado de Chávez, la traición al Socialismo.

El madurismo va a los brics cual furgón de cola, como un peón, como corresponde a un país con un gobierno sumiso, destartalado, capitalista que busca cobijo en los grandes imperios. Subasta el país, y lo declaran con desfachatez, buscan inversionistas, elevan el PIB, con la producción capitalista. 

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