Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad.
1 Juan 1:6
El pasado 4 de junio del 2019, en el portal elpitazo.net, la periodista y amiga, Bianile Rivas, quien es una profesional sin discusión en el mundo periodístico regional en Venezuela, hizo pública una noticia-denuncia con el título "Estudiantes denuncian la explotación irregular del bosque de pinos de la Unellez en Guanare" (https://elpitazo.net/los-llanos/estudiantes-denunciaron-la-explotacion-irregular-del-bosque-de-pinos-de-la-unellez-en-guanare/) ; si bien la periodista no hace uso de juicios de valor, sino que expone abiertamente la postura de los estudiantes denunciantes, no es menos tentador el tema para opinar acerca de un hecho del cual tuve conocimiento de primera mano y sé, por todo cuanto se tejió alrededor de él, que no es un asunto oscuro ni de pillería lo que está entorno a un acto normal y silvestre como el de aprovechar los recursos naturales para el fortalecimiento de la capacidad de asistencia técnica y de asesoría de los investigadores y docentes de la Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, Vicerrectorado de Producción Agrícola del estado Portuguesa.
El documento noticioso expresa: "Los estudiantes… advirtieron… sobre la explotación irregular de cinco mil metros cúbicos de pino caribe en la estación experimental del campus universitario Mesa de Cavacas, en Guanare." Se aseguró que la explotación se lleva a cabo desde hace dos semanas sin que se conozcan la negociación ni los términos de alguna licitación; así mismo se acusó, de una manera muy ligera, que el actual Rector
Dr. Alberto Quintero, "…habrían convenido con una empresa colombiana un precio de entre 20 y 25 dólares por cada metro cúbico, aunque la fuente no especificó a que tasa se cuadro la venta".
Pongamos orden en este comentario. Primero, el aprovechamiento de los espacios naturales de la Universidad no es un asunto que se establezca partiendo de criterios populistas, sino técnicos. ¿Por qué hacer una consulta pública si se explota o no un bien que viene a beneficiar a la comunidad universitaria, si basta con un estudio técnico que avale que dicha explotación no atente contra el medio ambiente ni las condiciones de seguridad que pudieran afectar afluentes de ríos o comunidades de pobladores aledaños? Si el estudio técnico dio factible el aprovechamiento este se lleva a las instancias de co-gobierno universitario y se toma las decisiones en beneficio del colectivo universitario; eso está en el Reglamento, no es un asunto de buscar atajos ni crear escenarios nada transparentes.
Por otro lado, utilizar el verbo "habría", en conjunción de establecer una relación de tiempo posible entre las acciones del rector y una empresa que exploraría el Recurso Natural, es ya un asunto rebuscado y la frase pesa con un piquete mal intencionado de "mala fe". ¿Se ha negado que se esté aprovechando este recurso natural? No. ¿Entonces? Claro que debe existir una empresa, alguien con quien se ha establecido un convenio institucional que responda a una condición fundamental que los denunciantes no han considerado: "la UNELLEZ tiene el recurso natural pero no puede, no tiene, no cuenta ni siquiera con una motosierra ni un carro alado por burros para trasladar esa madera y darle el procesamiento primario que implica su extracción del campo de pinos. Es decir, quien asume la responsabilidad de explotación de este recurso natural paga todos los costos de extracción y colocación del recurso, lo que se traduce en dólares en una gran inversión. He ahí que cualquier precio que se le coloque al producto está influido por una inversión previa que la empresa a la cual se le adjudicó esa explotación está en la capacidad y responsabilidad de asumir.
¿Qué se puede criticar del asunto? Que no debió manejarse en el estricto sentido de un proceso interno técnico y que, para minimizar los "malos pensamientos" se tuvo que hacer más público y notorio todo el proceso. Pero también valdría preguntar: ¿qué interés tienen los denunciantes sobre este acto estrictamente administrativo y operativo de la Universidad? Sus providencias, sus beneficios estudiantiles se verán beneficiados, pero eso sí, solamente eso, para nada se piense o se eleve el imaginario de la comunidad unellecista, en pensar que esos recursos vendrán a ser embolsillados por una camarilla o grupo. ¿Qué puede haber dudas razonables? Que las hayan, es bueno y es necesario disentir; pero solamente una acusación tiene asidero cuando hay pruebas y no hay ninguna prueba de que este acto de aprovechamiento del recurso natural que beneficiará, de manera directa al Vicerrectorado de Producción Agrícola del estado Portuguesa, está concebido con una nube de corrupción o manejo ilícito; crear una matriz de opinión que promueva una idea de ese tipo es un acto de irresponsabilidad sea de donde sea que se origine.
En ese mismo escrito-denuncia se dice, ante la no convocatoria formal a los denunciantes a conocer acerca de los detalles de este aprovechamiento de los recursos naturales, que los hace pensar que "…a la hora de una supuesta inversión de esos recursos en planes de desarrollo interno, las prioridades no van a ser los servicios estudiantiles sino las camionetas Runner y los gastos de representación de las autoridades".
El argumento anterior no es descabellado, pero no es real. Lo que debe propiciarse es crear un equipo de contraloría social que haga seguimiento a todo el proceso y dejar la especulación a un lado; cuando un miembro de la comunidad universitaria se expresa haciendo énfasis en "lo que me dijeron", "es posible que", "a mí me parece", entre otras menudas frases superficiales y estériles, el discurso de esos miembros palidece y no muestra ninguna cercanía con la verdad. Se vuelve "chisme", cuentos de "viudas y comadres", "habladera de paja" pura y silvestre. Que si esos dineros van a ir a las arcas de las autoridades y ellos seguirán lapidando nuestra Universidad: ¡demostrémoslo no lo anunciemos! Si queremos ganar credibilidad, seamos consecuentes con nuestras acciones y pensamientos.
Más adelante expresan los denunciantes: "…no están en desacuerdo con que se aproveche ese recurso forestal… (fue) sembrado hace 40 años y está perdiendo su vida útil, además de que parte de él ha sido talado por los invasores de los terrenos de nuestras unidades de producción, pero es muy lamentable que su explotación se haga por debajo de la mesa y con intereses oscuros". Como se vé, hay consenso en la necesidad del aprovechamiento del recurso forestal, y es aceptable la duda razonable, lo que no es conveniente para la explotación del recurso y para el respeto a la majestad y honorabilidad de las autoridades universitarias, es la estrategia de "ataque" desmedida e irresponsable ante hechos aún no sucedidos ni comprobados. La especulación oscurece cualquier diálogo o acercamiento entre quienes se sienten vulnerados en sus derechos y quienes "supuestamente" están vulnerando esos derechos. Ni una cosa ni la otra; ni siquiera todo lo contrario: es un acto administrativo-operativo interno, dentro del consenso legal del co-gobierno universitario y bajo la dirección de quien como máximo representante de la UNELLEZ, el Rector, tiene la competencia de firmarlo, asumirlo, ejecutarlo y distribuirlo según el criterio de necesidades que bien conocemos quienes hacemos vida en la Universidad, y por supuesto primero siempre serán nuestros estudiantes.
En el escrito se describe que en "…el bosque se observan los lotes de pino cortados y se oye el sonido de los tractores que abren caminos improvisados para el saque de la especie. En el saque de madera no se observó a ninguna persona acreditada para indagar la contraparte sobre la denuncia… (Ni)…los trabajadores de la empresa se atreven a mencionar el nombre de esta ni el de sus propietarios. En el camino hacia el bosque de pino, que da con la vía de Mesa Alta, se observa también el desmalezamiento de la carretera, lo que hace suponer al dirigente estudiantil que los camiones que transportarán la madera tomarán vías de escape traseras para no atravesar el campus y salir por los accesos principales…De hacerlo por el frente quedarían descubiertos y dañarían las vías internas de las unidades de producción que intercomunican con aulas y laboratorios de investigación".
Cada palabra del descriptivo anterior se resume en: se está aprovechando un recurso natural sin que ello implique alterar el desenvolvimiento normal de las actividades académicas y de investigación en el campus universitario. Esta redacción es más adecuada a la verdad y al discurso pedagógico de esa verdad, decir con términos despectivos e insinuantes situaciones simples, entra en el argumento de la "mala fe" y el cuestionamiento a la intencionalidad del mensaje que estos denunciantes han querida dar a conocer al público en general.
Reivindico el carácter académico y de autonomía de los actos administrativos y operativos de la UNELLEZ; igualmente destaco lo importante de expresar a viva voz y sin empachos, lo que siente y lo que se cree pueda estar ocurriendo en nuestra Universidad; lo que si no puedo estar de acuerdo es que se especule, se vilipendie y se busque agredir la condición humana de las autoridades. Podemos no estar de acuerdo con ellos en algunos aspectos o situaciones, pero no podemos, ni tenemos el derecho, de hacer uso de nuestras apreciaciones personales para agredir el buen nombre y trayectoria de quienes están obrando buscando alternativas presupuestarias para el beneficia de nuestra comunidad unellecista.
Los recursos económicos que surjan de esta exploración forestal se traducirán en insumos y servicios, ni un dólar, ni un bolívar, entrará al presupuesto del VPA, para un uso directo del mismo. Cada producto que será adquirido vendrá de una detención de las necesidades, con un responsable que elaborará su informe de exposición de motivos y un supervisor, conjuntamente con instancias de contraloría interna y equipo multidisciplinario de bienes, se encargaran de darle formalidad y resguardo a la inversión que por esta vía entre. La prioridad es satisfacer las necesidades de los estudiantes, no de grupitos de estudiantes ni autoridades, sino de estudiantes, servicios y atenciones de calidad para ellos.
La figura representativa del Vicerrectorado de Producción Agrícola de la UNELLEZ, profesor Héctor Montes, es un funcionario de carrera convencido del papel histórico que le ha tocado vivir en la Universidad y es una persona de altos quilates éticos y morales para administrar con inteligencia y criterio de necesidad, una suerte del destino para el VPA, que es que en tiempo de crisis hay un recurso económico que vendrá a fortalecer la capacidad de respuesta de la UNELLEZ, a su comunidad en el estado Portuguesa. Eso no quiere decir que estos recursos no puedan llegar a coadyuvar otros Vicerrectorados de la UNELLEZ, no hay mezquindad en la utilización de los recursos económicos que puedan ir entrando producto de una explotación forestal que apenas va en un 5% de su extensión total, pero eso es un asunto de discusión abierta, de Asambleas Universitarias y de diálogo, imponiendo como regla para ese diálogo el respeto, la tolerancia y la "buena fe". No olvidemos que con la "vara que yo mida seré medido", hay que darle un chance a la duda razonable y a la consciencia universitaria de nuestras autoridades.
Este escrito no es para generar confrontación, es para tomar el "toro por los cuernos" y presentar a la opinión pública el problema en su justa dimensión, sin intermediarios ni discursos disuasivos que buscan mostrar como una "guarida de pillos" a un grupo colegiado que tiene como interés supremo el bienestar de la comunidad universitaria y el fortalecimiento del servicio educativo de calidad e inclusión que se viene prestando. No se trata de ser blancos o rojos, se trata de ser ciudadanos con identidad propia y respetuosa de las leyes y la autoridad vigente.