«Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber»: Albert Einstein
Nadie puede negar que Venezuela es diferente de lo que era cuando se implementó nuestro sistema educativo actual. Con esta realidad, ¿qué se supone que nosotros los profesores debemos hacer para ayudar a nuestros estudiantes a avanzar en un mundo que es muy diferente al entorno en nuestras aulas?
Francamente, la respuesta es simple. Cambiar la forma en que enseñamos.
¿Es la respuesta así de simple? ¡Por supuesto que sí!
¿Es realmente tan fácil? No. Cambiar la forma de enseñar es difícil.
No solo desde el punto de vista de la preparación, sino también desde la óptica de los estudiantes que han aprendido una forma específica durante muchos años, independientemente de su efectividad.
Entonces, ¿qué debemos considerar como profesores ... y qué debemos hacer?
Al igual que con un cambio en cualquier tipo de pensamiento, lo primero que debemos hacer es aceptar que lo que estamos haciendo actualmente puede no ser lo mejor.
Siempre los estudiantes son los que pagan el plato roto. Casi todo el mundo dice que ellos vienen de una generación de bobos, como decía Urlar Prieti. No saben leer, ni escribir, no les interesa las noticias, ni los problemas, ni lo que pasa en el entorno; no tienen compromiso con el país y su verdadero mundo son los videos juegos y las redes sociales. Son parte de la generación milenium.
Definir a un sector de la población como son los ‘millennials’ no es tarea fácil, pero la mayoría de los medios coinciden en algo: estos jóvenes nacidos a partir de los 80 y la pasada década son una generación digital, hiperconectada y con altos valores sociales y éticos. Todo esto y más les hace diferentes a generaciones pasadas [1].
Es la generación que ya no recuerda cómo era el mundo sin Internet; crecieron en una era de rápido desarrollo de las nuevas tecnologías.
Los investigadores destacan entre sus características la falta de madurez, el individualismo, unas altas expectativas, la confianza en sí mismos, una autoestima inflada y la necesidad de comodidad. Son idealistas e impacientes. Pero al mismo tiempo, también subrayan rasgos como la capacidad de adaptarse a nuevas condiciones y cambiar de hábitat y de trabajo, así como la de crecer rápidamente y resolver varios problemas simultáneamente [2].
Hay que considerar algunos elementos de la fuerza laboral y la fuerza comunitaria y social del presente que deberían ser elementos de nuestras aulas e instrucción y cómo se pueden agregar para mejorar el aprendizaje de los estudiantes de tal forma que refleje el mundo real.
Debe ser un proceso constante y dinámico que se de en todos los seres humanos a través de toda su vida, a fin de optimizar sus capacidades. Se da inserto en una cultura, en interacción con el medio.
El ser humano nace con capacidades ilimitadas y se halla en grado de educarse desde su nacimiento hasta su muerte. El hombre es un ser complejo biopsico-axio-social. Por lo que el fenómeno educativo va a tener que contemplar al hombre completo en todos sus aspectos.
"La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser", de Hesíodo, poeta de la Antigua Grecia.
Cuanto más rápido podamos proporcionar información sobre el rendimiento de los estudiantes en una tarea, es más probable que ellos modifiquen lo que hacen para la próxima iteración. La retroalimentación más rápida permite un cambio de pensamiento más inmediato y una redirección o corrección de errores más rápida.
Pensar en el pensamiento crítico como resolución creativa de problemas ayuda a los estudiantes a evaluar de manera más efectiva si están aprendiendo una habilidad.
El aprendizaje basado en proyectos es un nuevo estilo de instrucción para ayudar a los estudiantes a aprender y desarrollar un producto que muestre lo que aprendieron a través del proceso.
La actividad más sencilla de abordar una forma de integrar la creatividad es enseñar una o más lecciones, pero agregando tiempo para que los estudiantes muestren sus conocimientos de una manera diferente.
Si se pretende que los estudiantes realicen un proyecto, este puede agregar una mayor sensación de responsabilidad para que ellos publiquen o presenten sus resultados. En cierto sentido, esto vuelve a los comentarios, ya que la audiencia tendrá una reacción y esa reacción es importante para los estudiantes. Es fácil entregar un trabajo por debajo del estándar si sabe que nadie lo verá, pero cuando tiene que estar al lado de su trabajo y poseer el resultado, seguramente se producirá un esfuerzo mayor.
Las ideas para la implementación pueden ser tan simples como las presentaciones entre pares y pueden expandirse a presentaciones a expertos en un campo asociado.
"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo". Del político estadounidense Benjamin Franklin.
Esto no es revolucionario. Los profesores siempre han tratado de proporcionar comentarios de calidad y crear oportunidades de aprendizaje que involucren a los estudiantes de una manera auténtica. La diferencia está en la presentación moderna de cada uno de esos elementos.
Según la ONU, la educación es un derecho de todas las mujeres y los hombres, ya que nos proporciona "las capacidades y conocimientos críticos necesarios para convertirnos en ciudadanos empoderados, capaces de adaptarse al cambio y contribuir a la sociedad". La educación además está protegida en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y reconocida como uno de los cinco derechos culturales básicos.
"En cuestiones de cultura y de saber, solo se pierde lo que se guarda; solo se gana lo que se da." del poeta Antonio Machado.
Nos preguntamos, qué expectativas tenemos con el nuevo ministro para la educación universitaria César Trompiz.
Referencias:
1.- https://www.bbva.com/es/quienes-millennials-generacion-unica/
2.- https://actualidad.rt.com/sociedad/184412-generacion-y-millennials-milenio-jovenes