Educación 2020-2050: un debate urgente (Parte I)

Lunes, 06/01/2020 05:58 PM

 El marco

La tempestad política en América Latina y el Caribe en los últimos siete años, expresada por el emerger del neoconservadurismo, la crisis de praxis y horizonte transformador del llamado progresismo, así como la incapacidad de una parte importante de la izquierda revolucionaria para entender lo nuevo que debería llevar a construir nuevas formulaciones teóricas y prácticas, han tripolarizado[1] los debates llevándonos a un no lugar de la reflexión educativa constructiva, visto desde una perspectiva de cambio radical.

En el caso de Venezuela la situación adquiere características dramáticas debido al escenario económico generada por el criminal bloqueo norteamericano que afecta directamente las fuentes de ingreso financiero y presupuestario nacional, los desaciertos de conducción de una política económica históricamente centrada en el rentismo, el freno de la iniciativa socialista y la prolongada crispación política, han tenido un impacto negativo directo en los distintos componentes del sistema educativo, especialmente en materia de remuneraciones y condiciones de trabajo de los y las docentes.

En este contexto, la necesidad de generar un debate constructivo de coyuntura y prospectivo, de interés nacional sobre la educación, más allá de la propaganda inherente a la dicotomía gobierno-oposición, resulta una tarea urgente y necesaria. En este sentido colocamos a disposición de los y las interesadas(os) en esta materia el portal “Otras Voces en Educación” para que desde este espacio florezcan todas las opiniones interesadas y por sobre todo para intentar construir lugares de encuentro y una agenda mínima común. Los y las venezolanas(os) necesitamos consensuar una agenda educativa para las tres próximas décadas.

La serie de artículos que seguirán a éste, también procuran dar un humilde aliento a un debate pedagógico que está de capa caída, en muchos casos fuera de las escuelas, y que amenaza con crear angustia en los docentes ante las limitaciones para comprender muchas de las tensiones y realidades locales, pero también por la imposibilidad de acceder a las claves para resistir y adaptarse al giro de 180 grados que comienza a operarse en materia educativa a escala mundial.

Soy maestro y como tal reflexiono. Por ello, trato de llamar la atención respecto a que mientras sostenemos un diálogo de sordos sobre un presente que corre el riesgo de convertirse rápidamente en pasado, el mundo sigue su curso y las exigencias para los sistemas educativos no siempre llegan de la mano de la burocracia educativa.

Me interesa destacar el impacto que comienza a tener en la educación la reestructuración del modo de producción capitalista mundial, producto de la aceleración de la innovación tecnológica, con expresiones concretas en el mundo laboral, empleo, consumo y en las necesidades de formación.  Venezuela es un país capitalista que trató de transitar hacia el socialismo, al cual esta reestructuración del mundo del capital le afectará más temprano que tarde, con su expresión muy visible en la agenda educativa. Por ello, no podemos esperar a resolver los problemas de entendimiento político entre la oposición y el gobierno para comenzar a pensar los problemas de la educación en el presente y el futuro cercano. En nuestro caso lo haremos desde la perspectiva de las pedagogías críticas, consciente que existen otras posturas al respecto. Bienvenido el debate.



[1] Opiniones en (a) defensa de lo actuado por los gobiernos progresistas; oposición restauradora, neoliberal y neoconservadora que desconoce los avances alcanzados en materia de agenda social en este periodo y amenaza con desarrollar una política centrada en el capital, en detrimento del mundo del trabajo; (c) una izquierda radical anticapitalista, contraria am los gobiernos progresistas pero con debilidades para constituirse en referencia de masas. 

 

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