Delcy Rodríguez Gómez y el mito de la educación liberadora (I)

Sábado, 18/01/2020 07:59 AM

"Hoy más que nunca enarbolamos las banderas de la educación liberadora"

Delcy Rodríguez

"la educación en Venezuela es uno de los logros más grandes de la Revolución Bolivariana y caminar hacia una formación cada vez más liberadora y emancipadora es el reto que el Gobierno Nacional debe lograr en los próximos años […] la educación liberadora y emancipadora es el camino, es nuestro camino"

Delcy Rodríguez

"La educación no mira esencialmente ni al ciudadano, ni al profesional, ni al personaje social. No tiene como función rectora hacer unos ciudadanos conscientes, unos buenos patriotas o pequeños fascistas, o pequeños comunistas o pequeños mundanos. Tiene como misión despertar personas capaces de vivir y de comprometerse como personas"

Emmanuel Mounier

"la pedagogía de Freire es una pedagogía planetaria que se propone el surgimiento de una conciencia ético-crítica. Su acción educadora tiende, entonces, no sólo a un mejoramiento cognitivo, aun de las víctimas sociales, o afectivo pulsional, sino a la producción de una conciencia ético-crítica que se origina en las mismas víctimas por ser los sujetos históricos privilegiados de su propia liberación. El acto pedagógico crítico se ejerce en el sujeto mismo y en su praxis de transformación: la liberación así es el "lugar" y el "propósito" de esta pedagogía"

Enrique Dussel

Preguntas orientadoras

  • ¿Liberación de qué?

  • ¿Educación liberadora con docentes (profesores, maestros, y representantes) oprimidos?

  • ¿Quién (y cómo) liberará a los liberadores?

Cuando decimos educación, ¿qué queremos decir?

Pensar hoy en la educación –con el apellido que pongamos: crítica, robinsoniana, liberadora, humanizadora, ciudadana, "bolivariana", para la convivencia, para la resistencia- es un acto de fe. Es educación lo que pasa entre los padres, las madres y sus hijos, lo que pasa entre profesores y profesoras y sus alumnos y alumnas.

¿Cómo llegamos los humanos a ser aquello que en nuestra más recóndita entraña anhelamos alcanzar, necesitamos realizar y estamos destinados a vivir? Mientras que el animal nace equipado con una serie de recursos para instalarse en su medio y sobrevivir, el hombre en cambio nace desprotegido por la naturaleza, quedando remitido a los demás tanto en sus necesidades primarias al nacer como en las restantes al ir creciendo. Existimos desde los demás, llegamos a ser con los demás y logramos nuestro mejor yo cuando vivimos para los demás. Ese proceso mediante el cual nos ayudamos los unos los otros para el descubrimiento, realización y plenificación de nuestra existencia humana es la educación.

Educar proviene de "educere", que es sacar de adentro hacia afuera, y que viene a su vez de "educare", que significa criar, alimentar. El verdadero sentido de la educación es el de hacer que el discípulo se "auto-eduque", saque lo mejor de sí, despliegue lo que es capaz de hacer por sí mismo. Por eso la educación, más que "criar", más que "enseñar" o "informar" o dar una clase, es lograr "sacar de dentro afuera"("educere"). Educa quien da saber, sentido, responsabilidad y esperanza a otro ser humano para que él asuma su propia existencia como realidad, en cuanto persona ante sí mismo, como prójimo ante el otro y como ciudadano ante la sociedad.

¿Cómo puede lograrse una educación concebida con esta radicalidad y amplitud? Desde la transmisión de una serie de actitudes y convicciones, criterios y conocimientos .La educación abarca por ello información de realidades objetivas y conformación del sujeto personal. Es necesario el conocimiento de las ciencias positivas, de la historia, de las propuestas éticas fundamentales que han orientado a la humanidad, de las grandes creaciones artísticas y literarias, de las experiencias religiosas que han abierto al hombre a la Trascendencia. Desde todas esas fuentes de saber y de sentido se ilumina la realidad humana como posibilidad dada a los que inician existencia.

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