La Comunalización de la educación es vino nuevo que debe tomarse en odre nuevo

Jueves, 27/02/2020 02:17 PM

"Lo que es más importante es invisible "

Saint-Exupery

"el capital es trabajo muerto que, como un vampiro, vive sólo de chupar trabajo vivo, y cuanto más vive, más trabajo chupa"

Marx

Frente al pesimismo de la inteligencia,

oponer el optimismo de la voluntad

Gramsci

Desde que el trabajo vivo se subordinó al trabajo muerto, y el principio de la realidad fue fragmentado y terminó éste también subordinando al principio del placer, del amor y la libertad; la educación fue despojada de su sentido de comunalidad. Qué cuándo sucedió esto, hay quienes afirman que a partir de la erección de la propiedad privada de los medios de producción y la correspondiente división del trabajo en el seno de las comunidades antiguas.

De acuerdo a esto, además de inútil errado pretender explicar la comunalización de la educación reduciéndola a los límites físicos de una comuna, ya que tal cosa no informa en profundidad nada porque deja lo esencial en plena oscuridad.

La comunalización de la educación es el nuevo diseño práctico- teórico- emocional que corresponde a la transición socialista en lo que se refiere al quehacer educativo. Es que el vino nuevo ha de vaciarse en odre nuevo. En caso contrario, pretender como procusto meter la comunalización de la educación en los moldes de un sistema educativo hecho para cumplir con los requerimientos de las necesidades del sistema capitalista, se estaría inútilmente tratando de maquillar con otro canto de "Sirena de Transformación Educacional", que al fin y al cabo no pasará de ser una nueva reforma educativa de las tantas que se han querido llevar a cabo porque no se ha querido romper con la lógica del capital, y que terminan haciéndose agua al estrellarse contra la realidad de una país capitalista sombrío, subdesarrollado, dependiente, neocolonizado, extractivista suministrador de materia prima como el hay que hay en Venezuela. Que exhibe una mano de obra que devenga un salario de casi esclava de entre 3 a 15 $ mensuales, pero que las clases burguesas dominantes han logrado, hasta ahora, que acepte soportar con docilidad ser explotada y vivir en la miseria.

Con el anterior cuerpo de argumentos, podemos afirmar que la aparición de la comunalización de la educación significa construcción de un sentido nuevo con respecto al que tradicionalmente transcurría. Es una "ruptura epistemológica" (Bachelar) a través de la cual, toda la cosmovisión de la problemática educativa es sustituida por una nueva problemática, con categorías y conceptos originales. Se trata de trabajar con nuevas hipótesis, nuevas teorías que vayan ayudando a edificar una realidad histórico concreta correspondiente a la transición societal que hoy está planteada en la sociedad venezolana.

La comunalización de la educación al irrumpir en el seno mismo de la realidad contradictoria, debe con sentido dialéctico develar ante los ojos del pueblo que la educación es una herramienta que puede servir para liberar o para dominar y esa herencia común que la hace contener la relación contradictoria capital/traba-muerte/vida , deberá superarla a favor del buen vivir sino no podrá ser

De tal manera, que lo substancial y lo que le otorga futuro a la comunalización de la educación es su potencial liberador y de transformación. Y de acuerdo a la experiencia que proporciona la vida cotidiana, su parto se realiza en el cruento campo de la lucha de clases que se desarrolla en la sociedad venezolana, dividida en clases sociales. Tesis que los reformistas prefieren descalificar para así evitar hablar del tema, ya que las ideas que dominan en una sociedad históricamente concreta son las ideas de la clase dominante (Marx). Lo que nos facilita el precisar por qué en la Venezuela bolivariana continúa en pie y con mucha fuerza la caduca escuela positivista de fuerte predominancia de las relaciones capitalistas de producción que consigue terreno fértil para reproducirse en la educación como fuerza productora de conocimiento de estilo neocolonial.

Un claro ejemplo que podemos esgrimir para ilustrar tales afirmaciones, es visitar cualquier escuela, comuna, consejo comunal o consejo Productivo de Trabajadores y podrá comprobarse que no está presente la comunalización, y por ende, no puede informarse de resultados de avances hacia la construcción de relaciones socialistas de producción. Lo cual ha generado en el seno del pueblo trabajador y en el conjunto de la sociedad una mezcla de sentimientos encontrados: confusión y desprecio por todo lo que se refiera al socialismo, ya que este último ha ido degenerando en un discurso oficial que no guarda relación con la realidad.

Podemos adelantar que el proceso de gestación de la comunalización de la educación tiene necesariamente, para poderse realizar, que deshacerse de las amarras del metabolismo del capital rompiendo con su lógica, y desarrollando su propio sentido común.

Pero salta una pregunta de la cual se debe desprender una inevitable respuesta: ¿Cuáles son las condiciones actuales en la que se plantea construir la comunalización de la educación?

El terrible trastorno por el que atraviesa Venezuela hoy, es una consecuencia determinada por la crisis general estructural del sistema mundial del capitalismo. Es una crisis civilizatoria en tanto y en cuanto ésta abarca todas las ramas del sistema: la producción, la comercialización, el consumo y la política. Pero además, se extiende a la naturaleza destruyéndola y a la misma condición humana en su forma de producir conocimiento.

La comunalización de la educación hay que concebirla como el surgimiento de una teoría y práctica sustentada en nuevos valores de liberación. Debe correr paralelo a la edificación colectiva del nuevo y potente Estado Nación con lógicas comunales dentro de la transición socialista que pugna en Venezuela por desarrollarse. Qué cuánto dura esa transición, nadie ha elaborado ese calendario y menos ahora que sabemos que "Dios nunca ha jugado a los dados". La comunalización de la educación está situada en el núcleo, para hablar en el lenguaje físico-químico, de la Revolución Bolivariana.

Afirma el científico alemán y dirigente de la clase trabajadora mundial Karl Marx, autor de la monumental obra El Capital, que una idea se materializa cuando han aparecido las condiciones históricas adecuadas para su realización, y además cuando esta idea comienza a ser asumida por la gente en su vida cotidiana. Lo que nos lleva a decir, que se convierte entonces en una necedad decretar la aparición de la comunalización de la educación mientras no haya además de las condiciones objetivas, el sentimiento de necesidad por parte de la mayoría de la sociedad por llevarla a cabo la idea en cuestión.

La comunalización se sitúa al interior de todo el acontecer histórico de la lucha del pueblo venezolano: es el fluido del conjunto de relaciones que emana de los distintos actores que la conforman, de allí su sentido democrático. Y su destino está atado a la instauración de una sociedad guiada por la lógica del trabajo emancipado, por relaciones de producción donde predomine la libre asociación de los productores y donde el producto de ese trabajo se destine al beneficio de toda la sociedad. Es decir, toda la producción de conocimientos y sentimientos que se generen desde la comunalización de la educación serán para satisfacer las necesidades del pueblo venezolano, para su libre realización.

La comunalización de la educación, y hoy lo sabemos en Venezuela, no puede darse a espaldas de la vieja y periclitada educación que respondía más, cómo arriba lo señalamos, a los intereses de la sociedad dividida en clases, a los requerimientos de la industria capitalista dependiente y subdesarrollada la cual era funcional a las necesidades de las economías de los países imperialistas, pero sobre todo a los intereses de la plutocracia que gobierna EEUU. "el capital es trabajo muerto que, como un vampiro, vive sólo de chupar trabajo vivo, y cuanto más vive, más trabajo chupa"(Marx)

Al emerger como un polo contradictorio del seno mismo de la realidad (la vieja educación capitalista positivista), la comunalización de la educación está obligada a cultivar y demostrar en cada uno de sus latidos que viene con la buena nueva del potencial liberador del amor, del placer y la libertad. Que nace con el propósito de superar revolucionariamente la lógica de un sistema educativo y cultural que entrena a los cuerpos para que sean dócilmente explotados en función de la ganancia de unos cuantos; de un puñado de capitalistas.

La comunalización de la educación desata las amarras y entrega, como Prometeo, el fuego a los hombres y mujeres de la nueva sociedad deseada (la socialista) para que sean libres, y que todo el producto del conocimiento elaborado cooperativamente y emancipado se coloque al servicio de toda la humanidad.

¿Y quién no desea en la vida prosperidad y felicidad? Se pregunta el Santiago Castro-Gómez. Lo que hace necesario entonces una nueva escuela, que a partir de nuevas lógicas, nuevas formas de percibir la realidad y de imaginar la que queremos y necesitamos, con un metabolismo no energivoro sea parte de la visión Bolivariana de construir la mayor suma de felicidad posible.

En la próxima entrega, hablaremos sobre las tareas concretas que deben llevarse a cabo para desde y con la comunalización de la educación

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