Guía rápida para diseñar un proyecto de Educación Remota de Emergencia

Viernes, 22/05/2020 07:28 AM

Un proyecto es un conjunto de acciones planificadas orientadas al logro de un fin determinado bajo unas condiciones dadas y por un tiempo determinado. Pero en el caso de un proyecto de Educación Remota de Emergencia (ERE) es necesario introducir una modificación en esa definición. Un proyecto de ERE tiene una duración finita preestablecida pero no definitiva. La duración de este tipo de proyecto estará determinada por la duración de los efectos del desastre natural, pandemia, guerra, etc. que lo activaron. Por ejemplo, supongamos que después de un sismo las escuelas de una comunidad sufrieron daños de tal magnitud que no es posible utilizarlas porque la vida de las y los estudiantes, docentes y resto de trabajadores correría peligro dentro de ellas. Entonces, un proyecto de ERE para atender a la población afectada duraría el tiempo requerido para habilitar instalaciones existentes o construir nuevas instalaciones que sirvan adecuadamente de escuelas. Las autoridades con competencia en materia de construcción pueden estimar el tiempo que se tomaría resolver la situación, ese sería el tiempo inicial estimado de duración del proyecto de ERE. De no cumplirse la meta de la construcción en el tiempo estimado, sería necesario extender la duración de dicho proyecto. La guía que presento en este artículo está diseñada bajo el supuesto que el ente ejecutor no cuente con un plan previamente diseñado de ERE. Dedicaré otro artículo a una guía sobre como diseñar tales planes. Por las limitaciones que establece un artículo de esta naturaleza no presentaré todos los detalles necesarios en cada uno de los pasos para el diseño de un proyecto de ERE.

Asumo que la mayor responsabilidad y dirección de un proyecto de ERE la tiene el estado, aunque no es materia exclusiva de ninguno de sus poderes. Así, un proyecto de ERE podría ser diseñado e implementado por la Asamblea Nacional, la Asamblea Nacional Constituyente o el Ejecutivo, o conjuntamente por dos o más poderes del estado. Un proyecto de ERE podría ser también diseñado y gestionado por una gobernación o por las autoridades de un municipio. Incluso, un proyecto de ERE podría ser diseñado, gestionado y financiado por una empresa del estado o por alguna instancia del poder popular en caso de una situación de emergencia local. Es muy importante entender que los planes y proyectos de ERE no son solo para casos de emergencia nacional. Estos pueden necesitarse en casos muy focalizados. Por ejemplo, una escuela de una comunidad en el centro del país fue invadida por palomas, las autoridades con competencias en materia de salud determinaron que la presencia de las palomas ponía en riesgo la salud de las y los estudiantes y trabajadores. Se requería eliminar la fuente del problema y desinfectar la escuela. No había otra alternativa que suspender las actividades académicas presenciales mientras se resolvía el problema. Dado el gran número de estudiantes de la escuela y sus condiciones económicas, no era factible distribuirlos en otras escuelas de la ciudad. En este caso la activación de un proyecto de ERE hubiese sido una solución para atender a esos estudiantes y que no vieran así afectado su derecho a una educación de calidad. Ese proyecto pudo haber sido diseñado localmente.

En la elaboración y diseminación de un proyecto de ERE hay que evitar el uso de lenguaje bélico. Es decir, hay que evitar el uso de términos como batalla contra, comando, operaciones especiales, etc. Un proyecto de ERE es un proyecto educativo humanitario, de carácter civil. Si bien la ejecución de todo proyecto de ERE es una cuestión de seguridad nacional, a pequeña o gran escala, no es una actividad militar.

Veamos a continuación los pasos que propongo para la elaboración de un proyecto de ERE.

Paso Uno: Crear una comisión de alto rango que de inicio al proceso de diseño del proyecto de ERE. Esta comisión convocaría a especialistas de diversas áreas para conformar la comisión de diseño y evaluación del proyecto. En particular debería convocar especialistas en contenido, educadores, psicólogos, sociólogos, antropólogos y economistas con conocimiento del sistema educativo. Identificar las personas que ejecutarán el proyecto de ERE en el campo. Es muy importante tener en cuenta el costo del proyecto y la necesidad de recursos materiales y de talento humano.

Paso Dos: Adoptar explícitamente una perspectiva pedagógica determinada. Mantenerse coherente con ella en el diseño de las acciones, tareas, etc. Evitar el eclecticismo y la incoherencia.

Paso Tres: Caracterizar la población beneficiaria del proyecto de ERE. Determinar la diversidad del grupo según la edad, nivel educativo, condiciones especiales (privados de libertad, personas encamadas, etc.), lenguaje, etc. El proyecto de ERE debe atender a esta diversidad. Recordemos que la educación no solo tiene como fin entregar títulos, un proyecto de ERE debe tomar en cuenta la educación con el fin de desarrollar a las personas.

Paso Cuatro: Definir con claridad los objetivos del proyecto ERE. Los fines de todo proyecto educativo en nuestro país están definidos en nuestra constitución y en la ley orgánica de educación. Los objetivos de la ERE están subordinados a esos fines.

Paso Cinco: Seleccionar los contenidos del proyecto de ERE. Es muy importante definir el alcance y la secuencia de los contenidos para adecuarlos a los tiempos que se dedicarán a la actividad de estudio.

Paso Seis: Determinar el modelo de evaluación de los aprendizajes que será aplicado. Los momentos de evaluación son entendidos como eventos de aprendizaje. Este modelo debe ser coherente con la perspectiva pedagógica asumida. La evaluación debe ser transparente, todos los beneficiarios del proyecto deben tener un pleno conocimiento de todos los elementos de la evaluación.

Paso Siete: Seleccionar los medios más adecuados a la situación de emergencia para la diseminación de contenidos, interacción con los beneficiarios y aplicación de la evaluación. Es muy importante tener en cuenta que solo debería seleccionarse herramientas a las que todos los beneficiarios del proyecto tengan un acceso efectivo. El proyecto de ERE no puede crear nuevas formas de discriminación.

Paso Ocho: Elaborar un instructivo claro, breve y detallado sobre el proyecto de ERE. Es muy importante que queden establecidas con claridad las responsabilidades y tareas de cada uno de los actores, instituciones y personas, en el proyecto. Hay que ser muy cuidadosos a la hora de asignar responsabilidades de no violentar los derechos laborales de los trabajadores de la educación y de garantizar su bienestar.

Paso Nueve: Diseñar los materiales instruccionales adecuados a los medios seleccionados. El material tiene que estar identificado claramente en cuanto a la población a la que está dirigida, sus objetivos, su contenido y la evaluación del aprendizaje.

Paso Diez: Elaborar un plan de evaluación de la ejecución del proyecto, durante su desarrollo, y de sus resultados una vez culminado el proyecto, En especial recomiendo la evaluación realista de Pawson.

Antes de terminar quiero enfatizar que la ejecución de estos pasos no es necesariamente lineal. Algunas de las acciones deben realizarse casi que constantemente. Por ejemplo, la evaluación de la ejecución del proyecto debe se permanente, eso permitirá hacer las modificaciones que fueran necesarias para mejorar la eficiencia y la eficacia del proyecto. Otras requieren ser revisitadas ocasionalmente. Por ejemplo, puede suceder que en la planificación del proyecto no se tomó en consideración la participación de un cierto tipo de profesionales, cuya necesidad se evidencia durante la ejecución del proyecto. Entonces, es necesario reorganizar el equipo de especialistas para incluir a estos nuevos profesionales. Espero que esta guía resulte de utilidad para quienes tengan la responsabilidad de diseñar y gestionar proyectos de ERE. Esta es una guía en elaboración, solo con trabajo cooperativo puede mejorarse.

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