"Tengo un gran respeto por el mundo universitario, por lo que significa la universidad, la universidad venezolana". Hugo Chávez. (*)
Desde hace mucho tiempo se viene tratando el tema de la crisis universitaria respecto a la sociedad, desde diferentes perspectivas. Sin embargo, la coyuntura actual nos permite hacer una nueva revisión partiendo del contexto actual y de cómo se encuentran las instituciones de educación universitarias para enfrentar lo que ocurre.
El comandante Chávez privilegió en primer lugar la atención a uno de los problemas centrales de las universidades como era la gran deuda social que se tenía con cientos de miles de estudiantes impedidos de ingresar a sus espacios debido a las políticas neoliberales aplicadas al ámbito educativo. Se creó la Misión Sucre y varias universidades enmarcadas en la Misión Alma Mater con una visión social, surgidas al calor de la Revolución Bolivariana para colocar al sector universitario en los territorios propios del pueblo venezolano y no esos cenáculos enclaustrados en "campus" universitarios de espaldas a la nación. El propio presidente Maduro ha creado una serie de universidades nuevas, con enfoque humanístico-social tratando de consolidar un modelo universitario venezolano que responda a las necesidades del país.
Sin embargo, en los últimos años (2013-2020) las universidades venezolanas en general y más específicamente las que están dolorosamente afiliadas a una entelequia llamada AVERUO (Asociación Venezolana de Rectores Universitarios Oposicionistas) han venido sufriendo una verdadera tragedia en todos los ámbitos posibles. Dicha tragedia es impulsada por las políticas agresivas del imperio norteamericano (QUE SI EXISTE), por las reacciones de la derecha violenta venezolana y por la incompetencia de algunas administraciones ministeriales o del MPPEU que han hecho muy poco por resolver tanto los problemas coyunturales que acá expresaremos, como los de fondo, que trataremos en otro artículo.
Dicha afectación se concreta en los siguientes aspectos:
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Tanto en lo académico, como es la formación de los profesionales que requiere la Patria, la investigación y/o generación de conocimientos y saberes pertinentes. En la extensión o la vinculación con las comunidades.
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En la infraestructura física y todo lo que ello implica.
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En la disponibilidad de equipamiento tecnológico, los insumos para las actividades académicas.
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Las cada vez más exiguas providencias estudiantiles.
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En el personal docente, administrativo y obrero, (afectado en sus condiciones materiales de existencia y por la migración de miles de sus integrantes).
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E igualmente en lo administrativo propiamente dicho.
Como podemos ver, no hay un sector de la universidad que no haya sido afectado negativamente por esta tragedia que por supuesto tiene responsables y es necesario denunciarlos para que se tomen medidas correctivas si no se pretende que el daño sea irreversible.
Veamos en qué consiste la tragedia enunciada:
1.- LO ACADÉMICO tiene que ver, primero, con la formación de los estudiantes para convertirse en profesionales. El gobierno bolivariano, sobre todo en el período chavista, logró acabar con la deserción, exclusión o marginamiento de los sectores populares casi impedidos de ingresar a las universidades y con políticas audaces de democratización del cupo, logró eliminar la odiosa discriminación de enormes contingentes de bachilleres que se convertían en bachilleres sin cupo y debían conformarse con su aspiración de ser universitarios. Esta democratización del ingreso permitió que Venezuela se convirtiera (según la UNESCO) en la segunda nación de América en matrícula universitaria y la quinta en el mundo entero. Hoy sabemos que ya no es así y aun cuando no se han publicado las cifras reales de los estudiantes cursando carreras o programas de formación universitarios, la realidad empírica nos dice que miles de estudiantes han debido abandonar las universidades buscando otras oportunidades de trabajo, estudio o de vida fuera o dentro del país, impactando la vida universitaria y evidenciándose ahora universidades fantasmales, con aulas vacías y muy pocos estudiantes.
Segundo, en la investigación, creación intelectual y/o generación de nuevos conocimientos, que ya de por sí dejaba mucho que desear, también ha habido un rezago tremendo, ya que en las llamadas "universidades tradicionales", los escasos incentivos y las condiciones deficientes para su realización han mermado drásticamente la investigación universitaria en momentos críticos de la nación y el mundo. Si antes era poca, dedicada en su gran mayoría a la repetición o replicación de conocimientos nada nuevos, la publicación de "papers", o artículos científicos en revistas arbitradas, con muy poca producción de nuevos saberes, hoy es prácticamente nula la investigación que se realiza.
Tercero, en la función extensión, o vinculación social con la comunidades se ha reducido de manera casi total, puesto que la capacidad de movilización de profesores y estudiantes (incluidos los del Servicio Comunitario) impide ese necesario acercamiento entre la universidad y el pueblo. Por supuesto, esto no ocurre con las universidades o el sistema municipalizado que están incrustadas en el seno del pueblo. Pero si ocurre con decenas de universidades que se encuentran lejanas a las comunidades populares.
2.- LA INFRAESTRUCTURA FÍSICA: Este es otro de los problemas acuciosos de nuestras universidades, sobre todo de esas vetustas instituciones con edificaciones antiquísimas, de alto valor histórico y arquitectónico, las cuales requieren inversiones mil millonarias en mantenimiento. Son modelos constructivos que ahora parecen sólo para lo arqueológico. Un ejemplo de ello es la Ciudad Universitaria de Caracas perteneciente a la UCV. Sin embargo también el gobierno bolivariano ha copiado de mala manera estos modelos y allí tenemos la recientemente creada Universidad "Martin Luther King", en Barquisimeto, estado Lara con una infraestructura comenzada a construir hace más de 15 años, e inaugurada hace apenas dos años, de un altísimo costo económico y que ya comienza a mostrar rápidos signos de deterioro. Pero igual están las instalaciones, las edificaciones de universidades como la ULA, LUZ, UC, UDO, UNEXPO, UCLA, UPEL, UNELLEZ Y TANTAS OTRAS. En fin, estas universidades cuentan hoy con una infraestructura corroída, obsoleta, deteriorada, destruida, "cayéndose a pedazos" y que requiere para su recuperación altos niveles de inversión, difíciles de lograr en estos momentos.
3.- EL EQUIPAMIENTO TECNOLÓGICO: En un mundo donde la tecnología arropa todos los procesos administrativos, académicos, productivos, esta herramienta se convierte en vital para la implementación de los mismos. De allí que el desmantelamiento ocurrido en TODAS las IEU ha sido realmente caotizante. Computadoras fijas, portátiles, equipos de proyección audio visual, compresores, aires acondicionados, laboratorios completos, reactivos, plantas de electricidad, motores han sido depredados, o se encuentran inutilizados. Las universidades se han convertido en proveedoras de equipos tecnológicos para el hampa organizada que, sabiendo del abandono que autoridades displicentes y cuerpos de seguridad para quienes la universidad es despreciable, arremeten consuetudinariamente contra estas y se llevan todo tipo de equipos de alta tecnología que el estado había provisto a través de los años. Ello ha generado que en la práctica se haya retrocedido a épocas pretéritas donde se disponía de muy poco equipamiento tecnológico. En este sentido, el daño ha sido muy grande para que estas instituciones cuenten con los dispositivos tecnológicos, insumos e instrumentos necesarios para el logro de sus objetivos.
4.- LAS PROVIDENCIAS ESTUDIANTILES: El gobierno bolivariano había puesto énfasis en la atención a los estudiantes universitarios y hasta un viceministerio denominado "Para el buen vivir estudiantil" se creó a tal fin. Así se atendía a los estudiantes de una manera integral con comedores, transporte, becas, ayudantías, pasantías, servicios de salud (FAMES), orientación profesional, deportes, bibliotecas, es decir, los servicios de apoyo absolutamente gratuitos a los estudiantes que les permitían desarrollar su prosecución académica. Todo ello ha disminuido de manera radical en el período antes mencionado (2013-2020) y aun cuando en algunas universidades pertenecientes a la Asociación de Rectores Bolivarianos (ARBOL) se mantienen de manera precaria, en otras han desaparecido, lo cual genera un afectamiento directo a la calidad de vida y de estudio de los estudiantes con vulnerabilidad económico-social.
5.- EL PERSONAL UNIVERSITARIO: La comunidad universitaria desde el punto de vista laboral ha sido víctima de la crítica situación venezolana, lo cual se expresa en: salarios altamente deficitarios que les ha llevado a una situación de debilidad social, o descenso en la escala social (para usar una categoría funcionalista), pasando de ser "clase media", es decir, profesionales con altos niveles de vida, comodidades, disfrute de una vida digna, a lo que con eufemismos o neologismos denominan "profetariado" o "pobresorado", en virtud de pauperización generada por las negativas condiciones salariales impactadas por la hiperinflación y la devaluación de nuestra moneda.
Igualmente ocurre con el personal administrativo y obrero de las universidades. Están absolutamente desprotegidos, tanto en los bajos salarios como en la protección de su salud, y los beneficios otrora disfrutados. Hoy se han pulverizado y devaluado su calidad de vida. Es lo que Marx denominaba las condiciones materiales para la vida. Esta situación de precariedad laboral es lo que ha tenido como consecuencia el que miles de trabajadores y trabajadoras universitarias (docentes, administrativos y obreros) se hayan retirado de las universidades ocasionando un daño alarmante en este personal con altos niveles de profesionalización y calificación.
Decenas de miles de trabajadores universitarios están en la intemperie social, abandonados por sus representantes sindicales, tanto los gremios de la derecha tradicional (FAPUV, FENATESV, FENASOE), como los gremios "bolivarianos" (la FTUV) que ha confundido sus deberes como defensora de sus agremiados para convertirse en defensora del patrón-gobierno). También han sido abandonados por sus autoridades que no tienen en su agenda el tema laboral y por el propio gobierno quien, en medio de una guerra multifactorial, ha colocado en un segundo plano las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras.
6.- EN LO ADMINISTRATIVO: Los presupuestos cada vez más deficitarios de las universidades, aunado a una pésima administración de los mismos por parte de autoridades que en su mayoría sólo medran en sus cargos, arroja también su saldo negativo. Las universidades carecen de recursos suficientes para gastos de funcionamiento lo que redunda en el marasmo generalizado en que se encuentran en la actualidad.
Todo lo anterior sintetiza en sus manifestaciones fenomenológicas, el terrible drama por el que atraviesa hoy la universidad venezolana y que la propuesta de educación a distancia, "la universidad en casa", en medio de una crisis socioeconómica nacional sólo ha desnudado para hacerla más patética aún.
De allí que la dirigencia universitaria, el gobierno nacional (el de verdad, el de Maduro, el de Trómpiz, no el de comiquita ni el de ficción) y la propia comunidad universitaria deben avocarse a implementar las soluciones drásticas que los planteamientos acá esbozados requieren y evitar el colapso total, del cual sería altamente difícil recuperar esta institución centenaria, que sigue siendo fundamental para el desarrollo de cualquier nación, más una en los problemas que presenta la sociedad venezolana.
De otros aspectos más de fondo como es el modelo universitario que se requiere, la transformación de fondo necesaria, nos ocuparemos luego.
(*) Hugo Chávez. Discurso en la Av. Bolívar. Carcas 2 de junio de 2007. El Legado. Ediciones FANB. Pag. 456.