Ante la necesidad de llevar a cabo los planes "Cada Familia una Escuela" y "Universidad en la Casa" motivado por la suspensión de las clases presenciales debido a la aparición del COVID-19, se hace necesario implantar un aula virtual en los hogares de familia, donde participen los alumnos, el tutor virtual, los padres, la familia y la comunidad organizada. Se trata de convertir el hogar mediante el empleo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en un ambiente de aprendizaje virtual, que se adapte a las nuevas estrategias instruccionales, métodos, programas, estrategias de evaluación, así como la ayuda ajustada y personalizada, que brinda el tutor virtual a las nuevas circunstancias. De esta manera, el estudiante desde su casa puede conversar, leer documentos, realizar ejercicios, formular preguntas al tutor virtual y al resto de los estudiantes, trabajar en equipo e interactuar colaborativamente con la comunidad virtual de aprendizaje de manera síncrona o asíncrona. Las aulas virtuales utilizan de manera amplia e intensiva las TIC, requieren de una planificación y organización del aprendizaje orientado hacia sus aspectos globales, contenidos de aprendizaje bien definidos, uso de la distancia para llevar a cabo la interacción social, así como desarrollo de las actividades de aprendizaje más centrado en el alumno. Los elementos que la componen son: distribución de la información, intercambio de ideas y experiencias, aplicación y experimentación de lo aprendido, evaluación de los conocimientos, seguridad y confiabilidad en el sistema.
Pero, ¿cuál es la misión principal del tutor virtual en el aula virtual en pandemia? El tutor virtual desde el aula virtual tiene como misión principal utilizar estrategias didácticas, métodos de aprendizaje, estrategias de evaluación y ayudar de manera ajustada y personalizada al estudiante para que construya conocimiento y aprenda significativamente. El aprendizaje significativo ocurre cuando la información suministrada por el tutor virtual se presenta en su forma final y se relaciona con los conocimientos previos de los estudiantes. Es un proceso activo, constructivo y duradero; que implica comprender, sentir que la información es útil y no limitarse solo a memorizarla; necesita de técnicas de aprendizaje activo; así como, relacionar la nueva información con el conocimiento ya adquirido por los estudiantes. Pone énfasis en lo que ocurre en el aula virtual cuando los estudiantes aprenden involucrando los factores y las condiciones, que garantizan la adquisición, asimilación y retención del contenido, que el tutor virtual transmite al estudiante de modo que adquiera significado. Para ello, es necesario entender la labor educativa teniendo en cuenta a los tutores virtuales y su forma de enseñar, la estructura de los conocimientos que él posee, cómo los transmite y el contexto en el que se desarrollan. Todo esto, establece un conjunto de relaciones dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje que colocan al estudiante en el centro del proceso, constructor de su propio aprendizaje, que lo hace verdaderamente significativo. Para lograr todo lo anterior, se requiere que el tutor virtual construya el ecosistema que rodea al aula virtual.
Entonces, ¿qué es el ecosistema que rodea al aula virtual en pandemia? El concepto de ecosistema vinculado al aula virtual en pandemia, se asocia al concepto de sociabilidad virtual, entendido como una forma de sociabilidad con características propias, y en parte diferentes a la sociabilidad presencial, que se genera por la mediación de la tecnología. Son las nuevas formas de ser, estar y desenvolverse en la vida cotidiana y de relacionarse sin la necesidad de la interacción física. Esto permite destacar algunas ideas importantes, como son: la interacción como aspecto indispensable en el ser humano, el valor que adquiere lo social dentro de este contexto, así como la importancia del uso de la tecnología para mantener una conectividad constante (Cáceres Zapatero y otros1). En la actualidad, resulta indispensable la forma en que los individuos se relaciona y construyen conocimiento, lo cual genera un espacio de sensibilidad en el ecosistema del aula virtual. Esto permite, aporta nuevos elementos para avanzar en la comprensión de lo social con la tecnología mediando las interacciones en la vida cotidiana de los seres humanos. Primero, comprender al sujeto contemporáneo y sus modos de hacer y comunicar; y, segundo, interiorizar que la tecnología es el factor de mediación de las interacciones, interactividad y colaboración, para motivar al estudiante a que aprenda significativamente en el aula virtual.
En tal sentido, se hace necesario preguntarse: ¿cómo se lleva a cabo la mediación de las interacciones, la interactividad, la colaboración y su relación con la comunicación para motivar al estudiante a aprender significativamente en el aula virtual en pandemia? En el aula virtual en pandemia, el estudiante se coloca en el centro de la atención de los aprendizajes; el tutor virtual, como facilitador del aprendizaje, brinda una ayuda ajustada y personalizada al estudiante; así como, los padres, la familia y la comunidad organizada constituyen apoyos indispensables en la construcción de aprendizajes significativos por parte del estudiante. Estudiar, analizar y aportar nuevos elementos a este ecosistema virtual permite avanzar en la comprensión del significado de lo social en los aprendizajes, en un momento donde predominan las tecnologías en las interacciones y la colaboración en la vida cotidiana de los seres humanos en pandemia por COVID-19. Por otra parte, cuando la comunicación se lleva a cabo de forma directa los sujetos participantes se hacen accesibles uno al otro a través de la interacción y la colaboración, siendo imposible ignorar la presencia a través de la observación. Esto se hace vital para que los participantes en el ecosistema del aula virtual se relacionen y se impliquen para favorecer los aprendizajes, sentando la mirada en el sujeto que aprende y garantizando las condiciones para que el aprendizaje sea significativo. Por ello, en la comunicación que se da en el ecosistema del aula virtual, el sujeto que aprende puede cortar la conexión, dejar de responder, dosificar su atención, graduar su disponibilidad en función de quién se trate y medir su implicación, logrando controlar completamente la interacción.
Ahora bien, profundizando en el tema, para comprender el ecosistema del aula virtual, en la relación con las interacciones y la colaboración en la motivación de los estudiantes, se hace necesario distinguir que motivar, es un componente psicológico que orienta, mantiene y determina la conducta de un estudiante ante los aprendizajes. Durante el proceso motivacional la tensión producida por la percepción de una carencia, mueve al estudiante a mantener un comportamiento de búsqueda y esfuerzo por obtener logros concretos, que satisfagan su necesidad de aprender y reduzcan el estrés y la tensión imperante. Es un estado emocional primario, que desencadena el mantenimiento y el cese de un comportamiento individual dado por la necesidad de aprender, siendo este el momento en que el tutor virtual debe dirigir ese comportamiento emocional, hacia la satisfacción de esa meta de aprender algo nuevo de manera significativa en un ambiente mediado por la tecnología. Los comportamientos emocionales influyen en el rendimiento de los estudiantes, ya que determinan la disponibilidad de los recursos de atención; el estado de ánimo que puede influir en la recuperación de la memora; así como, la autorregulación, el seguimiento, la implementación de estrategias de aprendizaje y los resultados obtenidos en la evaluación y autoevaluación.
Con base a lo anterior, se impone determinar: ¿cómo trabajar eficazmente los comportamientos emocionales dentro del ecosistema del aula virtual en pandemia? Esto puede lograrse diseñando entornos de aprendizaje emocionalmente eficaces e intervenciones dirigidas a regular las distintas emociones académicas del estudiante. Además, orientar el entorno hacia el aprendizaje autorregulado para promover las emociones positivas que se generan en el aprendizaje. La autorregulación puede tener lugar a nivel individual o de grupo, por ejemplo, para aprender de manera autorregulada con efectividad colaborativamente se requiere que los estudiantes sean competentes para auto dirigir su aprendizaje. Por ello, los tutores virtuales deben evitar utilizar estándares de comparación generalizada para evaluar el desempeño de los estudiantes, desarrollando una evaluación diferenciada y personalizada en el ecosistema del aula virtual, para favorecer el éxito colectivo y generar emociones positivas.
Entonces, ¿cómo estudiar la comunicación y la interacción desde el ecosistema del aula virtual en pandemia, en el marco de un enfoque holístico e histórico cultural? Esto necesariamente implica entender el aprendizaje de los estudiantes como una construcción social de conocimientos en un ámbito colectivo. Los estudiantes intervienen dentro del ecosistema del aula virtual para promover su desarrollo personal considerando las dimensiones cognitivas, afectivas y sociales, necesarias en todo proceso de enseñanza y aprendizaje. En estas intervenciones la distancia queda determinada por la cantidad y efectividad de los diálogos que se producen entre estudiantes-tutor virtual y entre estudiantes, siendo estos diálogos los que acortan la distancia y hacen más efectivo el proceso de aprendizaje. Se trata de reducir el espacio transaccional para favorecer la comunicación y la interacción a través de diálogos verdaderamente efectivos. Por ello, el concepto de presencia virtual dentro del ecosistema del aula virtual debe incorporar las emociones y considerar la comunicación, la interacción, el comportamiento social y la cognición, logrando situar el aprendizaje en dos dimensiones: la cognitiva y la afectiva. Todo ello, a favor de reducir la distancia que separa al estudiante del tutor virtual, con el propósito de reducir a la mínima expresión la soledad que pudiera sentir el estudiante que estudia distancia y disminuir la deserción estudiantil.
Finalmente, otro aspecto importante a considerar en el proceso de enseñanza y aprendizaje a distancia que se desarrolla en el ecosistema del aula virtual en pandemia, es la colaboración dentro del ambiente social para favorecer la motivación y las actitudes hacia el aprendizaje, así como el sentimiento de pertenencia en el ecosistema. La colaboración, supone la unión de intereses y capacidades de los integrantes del aula virtual y esto se logra por medio del diálogo entre el tutor virtual y los estudiantes. Además, la colaboración en los procesos de enseñanza y aprendizaje en línea se ve favorecida cuando se utiliza la comunicación horizontal y dialógica, que permite que el estudiante exprese sus mensajes utilizando diversos lenguajes, lo que fortalece la educación personalizada y los procesos emocionales-afectivos, que se viven en cualquier relación educativa del aula virtual en pandemia. Esta comunicación propicia la actividad grupal y la construcción social del conocimiento, dado que ayuda a la colaboración entre iguales y establece códigos de comunicación especiales, que deben ser entendidos desde el contexto en que se desarrollan, sobre todo cuando se utilizan las tecnologías en educación.
Bibliografía
Cáceres Zapatero, María Dolores; Brändle Señán, Gaspar y Ruiz San Román, José Antonio. Sociabilidad virtual: la interacción social en el ecosistema digital, En Revista Historia y Comunicación Social, p. 233-247. 2017. Disponible en: file:///C:/Users/pc/Desktop/Sociabilidad%20virtual_interacci%C3%B3n%20social.pdf (consultado el 18 de febrero de 2021).
*Doctor en Educación. Post Doctor en Ciencias Sociales. Profesor e Investigador Titular UCV / UNEXCA. Director / Editor de la Revista Científico Comunitaria ARA MACAO. Teléfono móvil: +584166335561 (WhatsApp). E-mail: steijero@gmail.com / Twitter: @steijero. Facebook: https://www.facebook.com/sergio.teijeropaez/ Repositorio Institucional Saber UCV: http://saber.ucv.ve/simple-search?query=Sergio+teijero&submit=Ir+ Sitio Web: https//:sites.google.com/view/revista-ara-macao