¿Una tragedia ser trabador universitario en Venezuela?

El caminar de la universidad venezolana: ¡salarios dignos y no limosnas!

Jueves, 01/04/2021 10:32 AM

"Pedro y Juan subían al Templo para la oración de las tres de la tarde. Había allí un hombre tullido de nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo, llamada "Puerta Hermosa", para que pidiera limosna a los que entraban".

"Cuando Pedro y Juan estaban por entrar al Templo, el hombre les pidió limosna. Pedro con Juan a su lado, se fijó en él y le dijo: ‘Míranos’. El tullido los observaba, esperando recibir algo. Pedro entonces le dijo: ‘No tengo ni oro ni plata, pero lo que tengo te lo doy. ¡Por el Nombre de Jesucristo de Nazaret, camina! Y lo tomó de la mano derecha y lo levantó’".

(Hechos: 3, 1-7; La Biblia Latinoamericana. XVI edición. Ediciones Paulinas-Verbo Divino).

No sé. Es la impresión que tengo. La universidad venezolana está desde hace un buen tiempo tullida, como el personaje del pasaje bíblico que se cita. Pide todos los años de gestión fiscal, el presupuesto correspondiente a sus altas funciones de docencia, investigación y extensión, por así decir, en la modalidad antigua, pero quienes pudieran tomarla de la mano y levantarla de su postración no lo hacen. Se niegan a ponerla a caminar. Esa es una tragedia.

Estudiantes, profesores, empleados y obreros somos ahora los más vulnerables sociales. Literalmente. Sólo la solidaridad funciona de manera efectiva, si por desventura se requiere realizar gastos extraordinarios. Sintonizar cualquier programa mañanero de noticias en las radios o televisoras de la ciudad de Barquisimeto, por los menos, puede confirmar lo anterior dicho.

Muchos otearon tempranamente este escenario. Renunciaron al claustro nacional y se fueron a universidades de del exterior. Al reino del liberalismo. Nunca Cuba, Bolivia, Nicaragua. Sino, por ejemplo, Colombia, Ecuador, Perú, Canadá, Chile u otros países aliados al capitalismo tan denostado por estos lados. Por algo será. Hay un problema en el modelo sociedad contemporáneo y actual, porque ni aún en tales naciones donde el liberalismo corre en todos los ámbitos de la vida hay paz social. Al menos para mí, limitado de miras, así lo creo.

Otros profesores con IV Y V Nivel Académico, al ya no vislumbrar otra opción en el horizonte académico-administrativo en las jerarquías universitarias, total no hubo más nunca elecciones y las actuales autoridades, se han eternizado como señores medievales en su feudo; de la generación, digamos de 1995, poco más o menos, recientemente se han acogido a la jubilación. ¿Rinden sus armas? Ya han cumplido su carrera. Aunque se muestran dispuestos a colaborar eventualmente en algunas actividades de los departamentos de postgrado de su respectiva institución, se entiende que la universidad tal como la conocían en Venezuela, se acabó. Como el tullido de la Puerta Hermosa del Templo del conocimiento, nótese la imagen suedoreligiosa que usamos intencionalmente los universitarios parecen esperar limosnas, cuando es de sus propias riquezas de saberes que poseen quienes pueden transformarse a sí mismo y su entorno. Sólo se requieren nuevos consensos sociales y, en ese marco, ¿qué contribución podrán hacer en el campo de la investigación, en la producción de nuevos conocimiento e interacción comunitaria y en el área de la producción?

No digamos que "El Presidente Interino" pueda hacer algo, sería pedir peras al olmo; a pesar de tantos recursos económicos de que se ha hecho por diversas vías nom sanctas (el oro venezolano en bancos ingleses y portugueses, las empresas Monómeros en Colombia y Citgo en Estados Unidos, toda la ayuda humanitaria aportada ad lilitum), pero lo curioso es que gobierno de Maduro y su pléyade de ministros siempre tan fáciles para la retórica revolucionaria, tampoco hacen lo suficiente por transformar la universidad según las necesidades de Venezuela hoy. Dejan a todos sus trabajadores con las manos extendidas, como a todos los empleados públicos en situación dramática, con salarios por debajo del umbral de la pobreza.

Y mientras el aparato económico-productivo no se reactive, tampoco se superaría semejante situación, dicen expertos. De donde se tiene que, ello constituye un imperativo, aun sin esperar el cese de las "sanciones" de la comunidad internacional, compuesta por países siempre tan democráticos ellos, empezando por el reino de España y otros regímenes monárquicos y democracias restringidas por sus elecciones de segundo y tercer grado, Estados Unidos, por ejemplo.

En cuanto a las negociaciones entre sectores políticos en Venezuela y fuera del territorio, como en "El Diván de Pierina Carucí" (de "La Brújula", PROMARTV), "los chismes vienen y van". Gobierno y oposición dizque quieren acordar, porque el país "no aguanta más". Por ejemplo, estos días se ha visto en portales de internet que está de visita una funcionaria española, pero antes se había ido otra alta delegada de la Comunidad Económica Europea, o de no sé qué embajadora o alguien hasta con título nobiliario, ¡qué sé yo! Porque de verdad tienen una mentalidad colonialista que es para coger palco, más allá de la retórica; pero sea que vengan y se vayan esas personalidades, no tiene efectos inmediatos. La cosa cada vez se pone peor para el trabajador venezolano.

Estamos al borde de una "Crisis humanitaria compleja", ciertamente como dicen voceros de la oposición y ONGs. Bueno, al menos en mi casa, se ha instalado esa crisis. Pues, aparte que el techo literalmente es un colador, tanto al llover se moja más adentro que afuera; ahora mismo que escribo estas líneas y sin faltar a la verdad, no tenemos qué comer. (Ni medicinas hipertensivas, multivitamínicos, víveres y suplementos alimenticios para personas de tercera edad). Podemos, eventualmente, vender libros en el mercado popular dominical, pero resulta que ya nadie compra esos bienes culturales, ¿qué tal?; la universidad ya no sirve ni para garantizar el más elemental medio de vida. Sólo los bonos del carnet de la patria ayudan algo, qué pena depender de eso. Aparte de lo insuficientes que son.

De allí que, como hemos dicho ya, muchos universitarios o se han ido del país, sobre todo antes de la pandemia o se acogen a la jubilación. Ya la universidad no representa lo que laguna vez fue, sin los ingresos competitivos de antes y en comparación con otros centros de altos estudios del exterior, sin centros de investigación de prestigio ni poder organizar congresos científicos o humanísticos de carácter internacional, como era tradicional, ya no vale la pena prolongar la estadía como académicos. ¿Se abrirán a otros proyectos de docencia e investigación, sobre todo en Colombia?

Ah, perdón, hubo una reunión en el centro del país donde participó la rectora Jessy Divo, de la Universidad de Carabobo; pero, en fin, no se ha logrado nada. Gobierno y oposición dejan a la universidad y a los universitarios con la mano extendida, repetimos, ya no se acercan a la bella puerta del templo del conocimiento, digamos; el oro y la demás riqueza del conocimiento, parece no interesar a los jerarcas de los bandos en pugna.

El conjunto de la sociedad venezolana también luce así, Dios bendito, como desarticulada. Una camina, porque hay que caminar porque no hay gasolina ni diésel para los automóviles y ve las empresas cerradas, abandonadas, no por la cuarentena, sino que ya un funcionan; se han ido a sus casas matrices, otras han quebrado. En fin, todo es precario. Dicen retóricamente que los poderosos del gobierno, empresarios, sectores político-religiosos y militares, es decir, "los factores reales de poder" van a consensuar en los puntos esenciales para el desarrollo del país, de cada uno de nuestras familias, pues, pero nada, para ellos es como oír llover afuera, semejante clamor; no se mojan, ni meten los pies al barro. Siempre ha sido así. Nada ha cambiado.

Los trabajadores y sus familias seguimos caminando "Por la calle de la amargura", ¿habrá esperanza de un mejor destino?

Las medidas unilaterales o coaligadas de presión internacional de tipo económico-financiero contra la república, siguen, ¿quieren provocar otra tragedia con una hambruna en Venezuela, como ha pasado décadas atrás en África, por ejemplo?

Al respecto, no hemos leído nada o muy poco de los académicos universitarios venezolanos, protestando esa situación de acoso. Sino por lo contrario, algunos parecen compartir ese esquema. Algo ha dicho la Academia de Ciencias Económicas y Sociales o Políticas y Morales, como antes se decía, pero más nada. Siempre apoyan a Guaidó, y a toda esa cuerda de zopencos. O, quién sabe. A lo mejor sí se ha pronunciado, sobre todo a través de los gremios de profesores y empleados universitarios, pero como tenemos poco acceso a los portales de internet, como no sea algunos días a www.aporrea.org no sabemos.

O sea, todos los que han tenido sus responsabilidades y no han cumplido, unos por pasivos y otros por un activismo terrorista, con sus insensatos cabecillas, tarambanas lastimosos que instrumentalizaron el mecanismo de las sanciones; pero también ciertos factores internacionales que tienen aquí sus manos metidas, ¿cuándo no?, en pro de aprovechar los recursos naturales del país. Dicho sea, así, fuera de cualquier forma argumentativa rigurosa y elegante.

En fin, todo viene a cuento porque días atrás nos habíamos enterado de una propuesta introducida por la nueva Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela, FTUV, la cual dizque propuso a la OPSU o MPPT que el salario fuera de un Petro, más otro bono similar, pero por otro lado lo que terminaron fue aumentando en la práctica 50% del salario lineal, por lo que de ganar 3 se pasó a 6 millones de bs quincenales, los Prof., quienes ostentan la categoría de asociados, unos 3 dólares, cuando en Ecuador es de 400 o 500 dólares, según; de tal manera que ese 50 % alcanza para comprar 2 kg., de cambur, los llamados quitan ruido. Una desgracia, ¡hasta cuándo!

¿Serán entonces las nuevas universidades alma mater u upt?, misión sucre, y otros dispositivos por el estilo, ¿las que repotenciarán la academia universitaria en Venezuela? ¿Pero con esos salarios de hambre?, no creemos, ¿repitiendo los vicios de la universidad tradicional? Tampoco.

El gobierno de Maduro no ha vuelto a decir nada. Sus ministros, principalmente, el ministrillo de educación universitaria, un chamo de las nuevas generaciones que no sabe lo que es ser académico, no comprende mayor cosa, ejecuta órdenes y malamente. Y los demás de su equipo ministerial, callan muy dignos, rodilla en tierra, tal vez ellos tienen más acceso a la comida, medicina y demás cosas de la vida buena, pero el pueblo sigue, como decían en Baragua con la troja donde se guardaba el maíz, caraotas y demás víveres muy alta. Saque cada quien la cuenta.

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