"¿De dónde venimos, hacia donde vamos?. Ah!, los pueblos que olvidan su historia tienen que repetirla. ¡Y hay tanta víbora escondida entre las flores".
Rafael Gallegos Ortiz, (historiador venezolano)
El modo de explotación aplicado a los aborígenes mediante el Reparto de los nativos y la Encomienda, de manera oficial se inicia en Venezuela a raíz del término del gobierno de los Welser en esta Provincia, con la muerte del último gobernador alemán Felipe Hutten, apresado y ejecutado por el no menos conquistador, criminal, Juan de Carvajal, quien toma la misma ruta del primer alemán que inició el asolamiento del territorio Ayamán, Nicolás Federmann, veamos este pasaje histórico que relata Rafael Gallegos Ortiz, en su obra "EL DESAFÍO DE BOLÍVAR o los olvidos de Arcíniegas", 1985, donde dice:
El rebelde Juan de Carvajal rompió con resignación. Desafiando las instrucciones de la Corona, un buen día toma camino a la Sierra –el Coro de la primera misa del cura Merino a la sombra de un cují se quedó atrás- y ahora acampa a muchas jornadas y leguas de distancia. La errancia termina en un valle que parece pintado por la mano de Dios. Allí el conquistador (…), funda la Villa de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de El Tocuyo. La primera ciudad importante en la Venezuela que está más allá de las costas marinas, nace así (…) bajo el signo de la desobediencia.
En El Tocuyo –donde la encomienda se confundía con el sistema misional- se reparten los indios "como si fueran reses". Al fin y al cabo, privaba en los "forasteros" las sentencias de un Sepúlveda que considera a los aborígenes seres sin alma. Carvajal es arbitrario y despótico. No sólo reprime a los nativos, sino que es autor de uno de los primeros golpes de estado contra los propios extranjeros. Al Gobernador legítimo Felipe de Hutten (…) Carvajal le hizo dar muerte, igual suerte corren los lugartenientes Bartolomé Wersel, Gregorio Palencia, Diego Romero". Pág. 49
¿Quién era Juan de Carvajal?
Fue un funcionario español que ocupó fugazmente y en forma interina los cargos de teniente de gobernador general de Coro en 1545 pero a su llegada se autoproclama Gobernador de la Provincia de Venezuela. Pero antes, había Ejercido el cargo de Escribano Público y de Registro, en un asentamiento documental que firmó en la Villa de Maracaibo, en los tiempos de la Gobernación del asesino Ambrosio Alfinger. Posteriormente fue Escribano Oficial en Coro y Procurador General de la provincia de Venezuela.
Oscar Beaujón describe a Carvajal como,
"Una figura tétrica que, desempeña el cargo de relator en la Audiencia de Santo Domingo, el español Juan de Carvajal, ocupa el cargo de Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, llegando a Coro el 1° de enero de 1545, nombrando de inmediato como teniente general al D. Juan de Villegas. Permanece poco tiempo en Coro para salir en una abultada expedición que arrastró con la mayor parte de los habitantes de la ciudad, sin respetar edades ni sexo; reunió todo lo que pudo; ganado, caballos y lleguas; llevó un Capellán, el padre Toribio Ruiz, ahorcando a los que se cansaban o resistían a seguir la marcha, hasta llegar a un sitio fértil, donde acampó y fundó la ciudad de El Tocuyo, donde se radicó para ejercer su sanguinario gobierno".
En su anterior estadía en Coro, cuando Carvajal ejerció el cargo de Procurador General, realizó demanda contra Felipe de Hutten y demás Welser, que ejercieron funciones de conquista, en un juicio residencial realizado en Coro, donde culpaba a los conquistadores alemanes de infringir las disposiciones legales de las capitulaciones firmadas con el rey Carlos I. Además los acusa, en dicha demanda, de endeudar a los soldados, por venderles alimentos, vestimenta y enseres a precios desmedidos e injustos. Igualmente los acusa de evadir, robarse, el porcentaje del oro, o sea el "quinto", la quinta parte del producto del saquearon y el robo. Era la parte del botín que le tocaba a la Corona. A la vez también acusaba Carvajal, que de la tropa que estuva bajo el mando de los teutones, durante las macabras marchas de conquista y sometimiento a los nativos en el territorio de Venezuela y parte de la Nueva Granada, hoy Colombia, afirmando que perecieron más de seiscientos alemanes, mil españoles y unos seis mil indígenas que les acompañaban como porteadores, para un total de siete mil muertos producto de las tropelías de los alemanes durante el transcurso de 16 años de expediciones, bajo el mando absoluto de los representantes de la Casa Welser. Estas cifras son sacadas al voleo por el conquistador, que en lo que atañe al exterminio de los nativos, puede ser mucho más alto el número, sin embargo esta afirmación denota la garrafal incidencia del etnocidio, contra los pueblos aborígenes durante los primeros años de la conquista en Venezuela.
Como ya vimos, cuando Carvajal vuelve a Coro con el cargo de Teniente General del Gobernador interino, quien viene a ejercer la Gobernación en calidad de interino, es el licenciado Juan de Frías, que ejercía las funciones de Juez de Residencia nombrado por la Real Audiencia de Santo Domingo, ya que Hutten , quien era el Gobernador titular, se suponía muerto en la expedición que cuatro años antes había emprendido sin haber regresado aún, y sin tener noticia alguna. Pero Carvajal aprovechando que Juan de Frías, Gobernador interino se había dirigido a la Isla de Margarita, ejecuta el primer golpe de estado que se haya producido en Venezuela. Falsifica los títulos y se autoproclama Gobernador de Venezuela.
Carvajal ya autoproclamado, nombra a Juan de Villegas Teniente General. Reúne a los soldados, las familias que habitaban en Coro; recoge a los nativos de los pueblos caquetío, jirajaras, y muy posible también, pudo haber reclutados a los vecinos nativos del pueblo ayamán, recogen ganados y enceres, y emprende una dificultosa marcha con hombres, mujeres, niños y ganado, dejando despoblada la ciudad de Santa Ana de Coro. Toma rumbo al sur. siguiendo el mismo sendero sobre el territorio que había sido saqueado por Nicolás de Federmann, 15 años antes, hasta ubicarse en las riberas del otrora caudaloso Río Tocuyo, donde funda "La Ciudad de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de El Tocuyo el 7 de diciembre de 1545", desde donde se perfila la conquista española por todo el territorio de Venezuela, siendo El Tocuyo, el principal epicentro de las marchas expedicionarias que comienzan a enfilarse a lo largo y ancho del territorio venezolano, para la conquista y usurpación, despojo y sometimiento de los aborígenes, hasta remontar hasta el Valle de Caracas, durante doce años de marchas y contramarchas con más derrotas que victorias, debido a los ataques que los aborígenes con arco, flechas y macanas, les llegaron a asestar ceberos golpes bélicos a los conquistadores, hasta lograr derrotar a los heroicos nativos y fundar la ciudad de Santiago de León de Caracas, hazaña que nada fácil para los conquistadores, que tuvieron que utilizar métodos de aniquilamiento masivo de los pueblos nativos de los caracas y demás pueblos confederados que estaremos estudiando en próximas entregas.
En 1546, regresaba el Capitán General Titular, Felipe Hutten. Cuentan los historiadores que al pasar por El Tocuyo y al enterarse que Carvajal se había autoproclamado Gobernador "se encolerizó" y le pidió cuentas del porqué había fundado aquella ciudad, sin autorización alguna, lo que generó un brusco altercado, sacando a relucir las espadas, sin llegar extremar los instintos. Entonces Hutten intentó convencer a la gente para que regresaran a Coro, pero Carvajal se impone y mientras discuten, nuevamente, en tono muy acalorado, uno de los acompañantes de Hutten, le da un golpe con el palo de una lanza a Carvajal y lo aturde. Momento que es aprovechado por los soldados de Hutten para desalmar a los de Carvajal, toman armas y caballos y se dirigen por el camino hacia Coro. Carvajal se recupera, reorganiza sus soldados y emprende marcha en persecución de Hutten. Dicen los historiadores que ese mismo mismo día por la tarde lo alcanzaron produciéndose esta vez mas acalorado el clima de la discusión, convirtiéndose en una batalla, siendo vencedor Carvajal. Captura a Hutten, y a Bartolomé Welser, y le ordena a sus hombres que sean decapitados.
En cuanto a este acontecimiento entre Carvajal y Hutten, en el Municipio Urdaneta existe una vieja leyenda que relata que la huida de Hutten de El Tocuyo perseguido por Juan de Carvajal, se encontró con una columna de Ayamanes, pequeños pero valientes, que lo detuvieron en su camino y encontrándose entre dos fuegos, de arcabuces de los españoles y flechas de los Ayamanes se vio obligado a huir y enterrar en la selva el cargamento de oro de dos arreos de mulas (18 mulas). Tesoro que todavía es buscado en Moroturo. Habitantes del caserío Camire de la Parroquia Moroturo me contaron que ese tesoro está enterrado en el caserío Capote que está ubicado en la línea divisoria entre la Parroquia Aguedo Felipe Alvarado, y la Parroquia Moroturo, pertenecientes a los Municipios Iribarren y Urdaneta, respectivamente, en el Estado Lara. Otras personas han afirmado que el tesoro en mención está enterrado en el caserío El Rosario Al Oeste de Santa Inés.
Valga este comentario que pertenece a la memoria histórica, del imaginario popular de anecdotario cultural folclórico urdanetense, que destaca este acontecimiento sucedido en nuestra tierra moroturense, destacando la valentía de nuestro pueblo ayamán, en la defensa del su territorio natural.
En cuanto al asesinato de Hutten, al llegar la noticia a La Real Audiencia de Santo Domingo de lo sucedido, después de más de un mes de lo acontecido, Carvajal fue arrestado por las fuerzas del Juez Juan Pérez de Tolosa. En Coro se celebró un juicio de residencia. Carvajal se defiende invocando su responsabilidad en el asesinato a Hutten, y alude que lo hizo en defensa de los habitantes, que había sacado de Coro, sumida en la pobreza por los Welser. Oídas sus declaraciones, el juez Pérez de Tolosa dictó sentencia el 16 de septiembre de 1546, la cual contenía la siguiente expresión:
"Condenamos al dicho Juan de Carvajal, reo acusado, a que sea sacado de la cárcel pública donde está, atado a la cola de un caballo, e por la plaza de este asiento sea llevado arrastrando asta la picota e horca, e allí sea colgado del pescuezo con una soga de esparto o de cáñamo, de manera que muera de muerte natural"
Asesinado Hutten, Juan de Villegas es el nuevo gobernante. Gallegos Ortiz, lo describe la nueva etapa de la conquista y el inicio de la colonización española, de esta manera:
Un gobernante que al inaugurar su industria textilera en El Tocuyo, produjo las primeras telas del Continente americano. Pero para el indígena todo sigue igual. La Encomienda y el repartimiento son indistintamente leyes y antileyes para exprimir la libertad. Nada importa que el acucioso obispo don Rodrigo de Bastidas se oponga y exponga que aquel régimen, importado de España en sanguinario y destruye a los pueblos establecidos tradicionalmente sobre bases naturales. "La explotación no sólo extingue vidas, sino que abate el sistema colectivo de cultivos". La eficacia de las leyes era subjetiva. Dependía del criterio de quien las interpretaba y de la persona encargada de aplicarlas.
Con el asesinato de Hutten se da por terminado el gobierno de los alemanes, en la Provincia de Venezuela, que se había iniciado con Ambrosio Alfinger en 1529, y con la fugaz gobernación de Carvajal, se inicia una nueva etapa de la criminal acción de conquista, dando paso oficial a la colonización española con la fundación poblamiento de nuevas ciudades a partir de la fundación de la ciudad de Nuestra Señora Pura y Limpia Concepción, recordemos que esta ciudades fueron erigidas sobre los despojos y cenizas de los antiguos pueblos, donde todavía se sentía fresca la sangre vertida por los nativos exterminados. Esos pueblos aún destruidos, siguen conservando sus nombres originales, con el reparo de que el colonizador, al realizar la "fundación" bajo el obediencia y cumplimiento de las leyes españolas, les anteponía el nombre del Santo de la devoción del conquistador, que le designaban como patrón y protector de los habitantes europeos que hacían colonia sobre esos pueblos destruidos, o bien, le asignaban el nombre de una ciudad española, así por ejemplo al pueblo originario de Siquisique habitado por los Ayamanes en los tiempos de la colonia, le anteponen el nombre de San José, y a Variciquimeto, castellanizan este vocablo del idioma caquetío, anteponiéndole el nombre de Nueva Segovia, ciudad española donde había nacido el conquistador Juan de Villegas.
GRACIAS A LOS LECTORES Y LECTORAS. HASTA LA PRÓXIMA ENTREGA.