Aprendizaje colaborativo en ambientes resiliente del aula virtual en tiempos de pandemia

Lunes, 14/06/2021 07:48 AM

Se entiende por aprendizaje colaborativo cualquier actividad en la cual dos o más personas trabajan de forma conjunta para definir un significado, explorar un tema o mejorar competencias. Es una filosofía, que implica que en todas las situaciones donde las personas se reúnen en grupo, exista respeto y se destaquen las capacidades y las contribuciones de los miembros del grupo, compartiendo la autoridad y la aceptación de la responsabilidad de las acciones a realizar. Es un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo. Un proceso donde se aplica el concepto de ser mutuamente responsables del aprendizaje de cada uno de los miembros del equipo, donde cada estudiante se ocupa de su aprendizaje y por el aprendizaje del resto del equipo. Permite, mediante un modelo de aprendizaje interactivo, que los estudiantes trabajen juntos, colaborando, sumando esfuerzos, talentos y competencias, mediante una serie de oportunidades para aprender juntos de manera significativa, logrando llegar unidos a la meta final.

Ventajas y dimensiones del aprendizaje colaborativo

Cuando el tutor virtual y los estudiantes trabajan de manera colaborativa se logran las siguientes mejoras (Acuña1): (1) aprender de manera significativa, (2) desarrollar habilidades superiores de razonamiento y pensamiento crítico, (3) estimular la confianza de manera individual y colectiva, (4) desarrollar habilidades de trabajo en equipo, (5) mayor responsabilidad en el desempeño y compromiso en el logro de una meta común, así como (6) mayor capacidad para evaluar qué acciones han sido útiles y cuáles no para mejorar el desempeño futuro.

Por otra parte, para lograr un verdadero aprendizaje colaborativo virtual es necesario que el tutor virtual y los estudiantes, interioricen que su aporte, esfuerzo y beneficio, debe reflejarse en beneficio de toda la comunidad. En tal sentido, pueden mencionarse cinco dimensiones que están presentes en el aprendizaje colaborativo individual y de toda la comunidad virtual de aprendizaje como son (Acuña1): (1) interdependencia positiva, los estudiantes trabajan colaborativamente apoyándose los unos a los otros y con el tutor virtual; (2) responsabilidad individual y colectiva, cada estudiante es responsable de la tarea que el tutor virtual le asigne individualmente, pero al mismo tiempo, todos los integrantes de la comunidad virtual de aprendizaje comprenden y ayudan a resolver las tareas que se le ha asignado a cada uno de los integrantes; (3) buena interacción, cada estudiante mantiene una buena relación de colaboración con los otros miembros de la comunidad virtual de aprendizaje y está dispuesto a dar y recibir comentarios o críticas constructivas sobre sus aportes; (4) gestión interna de la comunidad virtual de aprendizaje, cada estudiante se comunica con todos los integrantes, apoyándose mutuamente y estar dispuesto a resolver los conflictos que pudieran generarse al trabajar en la solución colectiva de los problemas que se presenten; así como, (5) evaluación interna de la comunidad virtual de aprendizaje, los estudiantes evalúan periódicamente sus actividades e identifican cuáles acciones han sido útiles y cuáles no, generando los cambios necesarios para mejorar el trabajo individual y colectivo.

Elementos que integran el aprendizaje colaborativo virtual

Con base a las dimensiones antes mencionadas es posible identificar tres elementos principales, conocidos con las 3C y que son (Acuña1): (1) cooperación, constituye un elemento imprescindible para construir conocimiento y desarrollar habilidades sociales para el trabajo en equipo; (2) compromiso, individual para construir con eficiencia la actividad asignada y grupal, con el fin de avalar el cumplimiento de las tareas de los demás y la meta final; así como, (3) comunicación, para el intercambio de información, ideas, opiniones, ayuda, críticas y resolución de problemas.

En ocasiones resulta complicado integrar los tres elementos antes mencionados, ya que generalmente el estudiante al ingresar a un curso virtual se encuentra con las siguientes dificultades: (1) perfiles diversos de aprendizaje, con tiempos y horarios que generalmente no coinciden debido a lo heterogéneo de las actividades que realizan; (2) falta de preparación para para trabajar colaborativamente, siendo necesario crear compromisos de colaboración; (3) falta de empatía grupal, que toma tiempo lograr a través de la generación de respuestas emocionales que propicien la colaboración; así como, (4) realización de actividades asíncronas, que generan preocupación, ansiedad o descontento, ya que el estudiante debe adaptarse al ritmo de sus compañeros.

Con base a lo anterior podemos preguntarnos: ¿cómo lograr el aprendizaje colaborativo en ambientes virtuales? Primero, se requiere lograr una buena organización por parte del tutor virtual, planificando y supervisando constantemente el proceso de aprendizaje colaborativo. Para ello, el tutor virtual debe: (1) seleccionar bien el tema de trabajo, aplicando que combine la solución de un problema, con el aprendizaje conceptual o la divergencia del pensamiento, articulando bien los momentos de aprendizaje; (2) escoger adecuadamente el tamaño de los equipos, teniendo en cuenta el proyecto a desarrollar, el tiempo de ejecución, los recursos disponibles, la dificultad de las tareas a realizar, el grado de compenetración de los integrantes y su disposición a colaborar; (3) seleccionar los miembros del equipo con base a su experiencia, apoyado en la madurez, nivel de conocimiento y dedicación; (4) asignar roles específicos a cada miembro del equipo que incluyan la supervisión, motivación y control de los tiempos; así como, (5) motivar el uso de distintas herramientas tecnológicas que faciliten la colaboración y la comunicación entre los miembros del equipo.

Redes de aprendizaje y trabajo colaborativo

La acción mediadora en educación a distancia se logra cuando se desarrollan actividades de enseñanza y aprendizaje, que implican una separación en el tiempo y el espacio, que pudieran incluir ocasionalmente situaciones didácticas de interacción cara a cara, con encuentros tutoriales, individuales, grupales reales y virtuales. En esta mediación deben considerarse como conceptos principales la interacción y la interactividad pedagógica. La interactividad pedagógica real o virtual, puede darse de manera sincrónica o asíncrona, mientras que la interacción, ocurre preferiblemente de manera síncrona, ya que requiere de encuentros en tiempo real donde se acentúe lo social y cultural. La interacción se establece por co-presencia, donde los sucesos tienen lugar en virtud de presencias conjuntas, más que por vínculos o relaciones y por la circularidad paradójica, aunque complementaria, donde las percepciones / cogniciones se modifican, formando parte de la presencia y conducta del otro individuo. Todo esto, se ha visto amplificado en los últimos años debido al desarrollo de los principios de articulación colaborativa, potencialmente pedagógicos a través de la tecnología telemática en redes y de la formación de equipos colaborativos.

En tal sentido, las redes de aprendizaje presentan como ventajas (Pérez Alcalá2): (1) mayor interacción, volumen e intensidad, ya que cada participante puede intervenir libremente y decir lo que piensa sin establecer competencia con el resto; (2) acceso más fácil a la ayuda y el aprendizaje colaborativo, donde el intercambio de información es más diverso, ya que las aportaciones proceden de todo el mundo y no solamente del tutor virtual; así como, (3) mayor facilidad de acceso, porque no existe un límite de horas para la discusión, las ideas se pueden expresar, discutir de manera más amplia, contando con el material instruccional con anterioridad para participar desde cualquier lugar interactuando constantemente. Por otra parte, los tutores virtuales pueden preparar y dictar el curso para que los estudiantes establezcan competencias legítimas y profesionales de conocimientos entre sí, trabajen de manera independiente hacia el logro de sus propias metas de aprendizaje, a su propio paso, en su propio espacio, para conseguir un criterio predeterminado de excelencia, así como trabajen de manera colaborativa en grupo, esforzándose por que todos sus integrantes dominen el tema asignado y finalmente cumplan la meta trazada de aprender significativamente.

¿Qué hace efectivo el trabajo colaborativo?

Para lograr un trabajo colaborativo efectivo es necesario mantener una interdependencia positiva, refiriéndose siempre a nosotros en lugar de yo, percibiendo que sólo en unidad y coordinación con el esfuerzo de los otros podrá hacerse posible el logro de una meta. Lograr efectos positivos, considerando que el desempeño de cada estudiante afecta el desempeño de los otros, fortaleciendo la responsabilidad y el esfuerzo individual. Trabajar por fomentar la responsabilidad y el compromiso individual, para que cuando un estudiante se interese por el logro de la meta y la interioriza, se incremente su responsabilidad por cumplirla. Favorecer un alto compromiso individual, logrando proponer metas claras al grupo, facilitando la comunicación y solución constructiva de conflictos, evaluando el desempeño del equipo, manteniendo el enfoque de las acciones a realizar, así como sintiéndose motivados por lograr las metas. Analizar los pasos a seguir para alcanzar el propósito del equipo; las circunstancias del equipo como cualidades, oportunidades, tiempo y limitaciones; tomar decisiones para poder alcanzar las metas; dividir en forma operativa las metas mutuas en una serie de metas de desempeño distintivas de cualidades personales y específicas; definir las responsabilidades de cada miembro del equipo, planteando actividades, esfuerzos claros y reconociendo lo realizado; responsabilizar a cada miembro del equipo con el resultado final; así como, valorar tanto el compromiso individual como el colectivo. Además, lograr la interacción cara a cara, mediante la ayuda colectiva, el intercambio de información, recursos y la realimentación; así como, compartir conclusiones y razonamientos para la toma de decisiones, logrando la motivación colectiva para alcanzar beneficios que inspiren confianza, logrando disminuir el estrés y la ansiedad.

Finalmente, resulta importante para hacer efectivo el trabajo colaborativo el desarrollo de habilidades sociales, tales como: conocimiento y confianza entre los miembros del equipo; comunicación precisa evitando ambigüedad; realizar ejercicios para aprender a escuchar, respetar, aceptación y apoyo mutuo en el equipo; así como, aprender a solucionar conflictos de forma constructiva, desarrollando habilidades interpersonales que mejoren el rendimiento de los integrantes de la comunidad virtual de aprendizaje, haciendo más factible alcanzar las metas y lograr la estabilidad en el trato con los demás y en el desempeño personal.

Bibliografía

1Marie Acuña, "Aprendizaje colaborativo en los ambientes virtuales", 2017. Disponible en: https://www.evirtualplus.com/aprendizaje-colaborativo-ambientes-virtuales/ (consultado el 19 de mayo de 2021).

2María del Socorro Pérez Alcalá, "La comunicación y la interacción en contextos virtuales de aprendizaje", Universidad de Guadalajara, 2009. Disponible en: http:// http://www.udgvirtual.udg.mx/apertura/index.php/apertura/article/view/15/18 (consultado el 19 de mayo de 2021).

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