Se veía venir. En algunos escritos relacionados con la serie Radiografías de la UCV, que he emprendido para que los universitarios y el país, en general, tomen conciencia del grave deterioro de nuestra otrora, máxima casa de estudios del país, referí las condiciones de abandono y la falta de mantenimiento en el campus ucevista, a merced de actividades hamponiles, frente a la indiferencia de las actuales autoridades.
Este estado de abandono y desidia fue reflejado recientemente en las redes sociales, cuando un grupo de estudiantes, preocupados por lo que sucede en nuestra UCV, la visitaron y asombrados por lo que vieron, colgaron en las redes un Video, donde demuestran cómo hasta los pasillos superiores del Aula Magna, estaban siendo utilizados como burdeles ambulantes y sitios para que indigentes pernoten allí, brillando por su ausencia, la Vigilancia Universitaria, que debería ser custodia de sus instalaciones.
Pero cuando falta el ojo del "amo", como dicen en criollo y las actuales autoridades ucevistas, se preocupan más por criticar al gobierno, que a ellas mismas, y ver hacia adentro, como su inmovilidad está permitiendo que la universidad se hunda cada día más, todo es posible.
La acumulación de basura, el cableado pelado y enmohecido, la falta de drenaje, lo pasadizos internos resquebrajados, el deterioro de las fachadas de facultades y escuelas, el cómo se despedaza la fachada externa del edificio de la Biblioteca Central, demuestran esta falta de mantenimiento. Es de suponer que a lo interno de las Facultades y Dependencias, existe también gran deterioro. Ya tengo conocimiento de un escape de agua en uno de los baños, en la Biblioteca (Hemeroteca), que arruinó colecciones de periódicos y documentos irremplazables. Así como también, por falta de mantenimiento se deterioro por falta de limpieza y botaron, silenciosamente, el archivo fotográfico de la institución, formado por profesionales muy diligentes, que de alguna manera conformaron la historia visual de la UCV.
El derrumbe del pasillo, frente a la Plaza Jorge Rodríguez, antes tierra de nadie, fue otra demostración de la falta de mantenimiento y fue tan escandaloso, que hasta el gobierno nacional, tomó medidas para que se iniciaran las reparaciones pertinentes, quizás, a regañadientes de la autoridades, que no quieren e impiden las actuaciones del gobierno a lo interno, argumentado, la Autonomía, recurso asumido por las autoridades para impedir incluso investigaciones sobre su gestión.
Ahora, le tocó a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, concretamente a la Escuela de Estudios Políticos y a la Dirección de Posgrados, ser pasto de las llamas y un incendio, por falta de mantenimiento, cuyos daños estar por verse. Pero allí, por ejemplo, se encontraban y ojala las llamas no los hayan alcanzado, los archivos con los expedientes de los egresados en Cursos de Especialización y Postgrados, así como otros materiales del acervo académico e histórico de la Facultad.
Los estudiantes que acudieron para ayudar a mitigar el fuego dicen que además de la falta de mantenimiento, tampoco había agua, para ser utilizada en la extinción de las llamas, por parte del Cuerpo de Bomberos de la UCV.
Ambas cosas pueden ser ciertas: la falta de mantenimiento y los problemas con el agua a nivel de la Ciudad Universitaria. Por eso hemos insistido en artículos anteriores que además de la desatención y descuido por parte de las autoridades ucevistas, también, en el deterioro de la UCV, en general, tienen responsabilidades las autoridades nacionales del sector, porque no se puede abandonar una institución tan importante históricamente, para que ande a la deriva, por el temor a actuar, para que no se acuse al gobierno de atentar contra la Autonomía.
La Universidad se hunde como el Titanic y en eso hay corresponsabilidad de autoridades rectorales y funcionarios del Estado responsables del sector educativo a nivel de la Educación Superior. Lamentablemente, el Reloj Universitario, también, paralizado, no puede marcar las horas, del hasta cuando, estas autoridades permanecerán ya ilegítimamente en sus cargos, mientras la UCV, languidece frente a la mirada cómplice de toda la sociedad.