Muchos "academicistas" tienen un profundo desprecio hacia el voto de los trabajadores universitarios. Ello se manifiesta en una absoluta falta de respeto o reconocimiento y aversión hacia los trabajadores. No es en el sentido del odio, pero implica un sentimiento de superioridad. Una persona que tiene desprecio por otra mira a esta con condescendencia y la considerada indigna, en este caso, de elegir sus autoridades.
Uno de los casos más emblemáticos en este sentido es el de Luis Fuenmayor Toro. En el año 2009, este profesor fue invitado por las autoridades de la UCLA para dictar una conferencia en un curso de Gerencia y Liderazgo Universitario, dirigido sólo a docentes y a propósito de la participación de empleados y obreros en las elecciones universitarias, dijo:
1.- "el gobierno promueve el deterioro de la academia al pretender que gente no relacionada con la generación de conocimientos como los empleados y obreros de las máximas casas de estudios participen en igualdad de condiciones en la elección de las autoridades."
En esta declaración Fuenmayor no explica porqué se deteriora la academia con el voto de empleados y obreros. Sólo lo expone así y ya. Típica actitud de superioridad de un docente sobre quienes considera no preparados ni para votar por sus autoridades
2.-En dicho foro Fuenmayor fue más allá y con una conducta arrogante y de absoluto desprecio que demuestra un pensamiento supremacista indicó que: "los empleados y obreros no están consustanciados con la academia y que su función en las universidades se limita al cumplimiento de un horario y a percibir un salario mensual".
3.- También especificó que: "los derechos académicos y los derechos ciudadanos son diferentes y que las universidades son instituciones que dependen del conocimiento, el cual solo le interesa a los estudiantes y profesores"(*) O sea, ¿a empleados y obreros no les interesa el conocimiento?
Hoy, el supremacista Fuenmayor insiste en ese criterio y expone lo siguiente: "El personal auxiliar, sin importar su nivel de formación ni la complejidad de su trabajo, es aquel cuya labor permite que la comunidad realice de la mejor forma posible sus tareas esenciales, pero sus labores no son parte cardinal de las labores de la comunidad universitaria, razón por la cual no forman parte de la misma y ES EQUIVOCADO, ABERRANTE E INCONSTITUCIONAL TRATARLOS COMO SI LO FUERAN". (mayúsculas nuestras)
"La universidad es una institución basada en el conocimiento, por lo que sus jerarquías se establecen por méritos y no como se hace con las jerarquías gubernamentales en una república… Se trata de una entidad de carácter meritocrático. Un profesor titular, al igual que un arzobispo o un general (militar), no alcanza su posición por elección, sino mediante estudios a profundidad e investigaciones de elevado nivel".
https://www.aporrea.org/educacion/a311419.html.
O sea, según estos academicistas: los trabajadores no tienen méritos académicos como los docentes y por tanto no deben votar.
De esa manera piensan muchas de las autoridades y universitarios aferrados a estructuras verticales y antidemocráticas. En realidad y en el fondo, le temen a la real democracia universitaria, esa en la que toda la comunidad participe y decida. Es allí es donde se refugia el "supremacismo" de algunos docentes universitarios que consideran a estos sectores como de segunda o de tercera. Nosotros creemos en la inclusión, la equidad y la participación protagónica de TODOS, sin excepción.
Eso es lo que establece el artículo 34.3:
"Elegir y nombrar sus autoridades con base en la democracia participativa, protagónica y de mandato revocable, para el ejercicio pleno y en igualdad de condiciones de los derechos políticos de los y las integrantes de la comunidad universitaria: profesoras, profesores, estudiantes, personal administrativo, obreras, obreros, egresados y egresadas". Sin duda un avance en el proceso de democratización que permite una relación interna que romperá la discriminación en cuanto a derechos políticos. ¿Cómo es eso que los empleados y obreros universitarios pueden elegir presidentes de la República, gobernadores y congresantes, pero no tenían derecho a elegir un decano o equipo rectoral?. Esto era un verdadero "APARTHEID ACADÉMICO"
Tal vez los obreros y empleados no sean parte de la comunidad académica, y eso es cuestionable como veremos más adelante, pero sí son parte de la comunidad universitaria. El rector de una universidad no es electo para dirigir la política de la comunidad académica, es electo para dirigir la política de la comunidad universitaria en general. Los obreros y empleados, así como estudiantes y profesores, son parte de la comunidad universitaria. En consecuencia, sí deben votar en la escogencia de las autoridades universitarias. En nuestras universidades encontramos obreros y empleados profesionalizados, que incluso además de sus labores diarias hacen investigación y docencia, contribuyen en laboratorios, publican, asisten a congresos científicos, que tienen méritos académicos y científicos a veces no alcanzados por profesores. Y que realizan una labor invalorable en sus actividades administrativas y de servicios.
En realidad, lo que se plantea es el desarrollo de la autonomía universitaria contemplada en el artículo 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y por ende, la real y verdadera democratización de las universidades, dándole participación en igualdad de condiciones a todos los integrantes de la comunidad universitaria, entendiendo por tal a profesores, empleados, estudiantes y obreros, eliminando la odiosa y esclavista concepción del voto universitario sólo reservado para docentes, un voto minimalizado (término que no está en el DRAE) para estudiantes y un grupo segregado integrado por una enorme cantidad de empleados y obreros que cada día progresan más en sus estudios y que se veían impedidos de participar en la elección de las autoridades y en los organismos de cogobierno universitario.
Con la concreción de lo establecido en la L.O.E. no habrá Universidades Monárquicas puesto que habrá revocatorio para sus autoridades a través del voto de todos sus actores del hecho educativo para su elección. Es decir, la elección de las autoridades universitarias se hará -de ahora en adelante- con el voto de sus profesores sin importar nivel o rango, sus estudiantes, su personal administrativo y su personal obrero.
LA LUCHA POR LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA
Anteriormente, acerca del tema habíamos publicado lo siguiente:
"La lucha por la libertad y la democracia ha sido una constante en la sociedad humana desde hace siglos. Recordemos que en Venezuela hasta las primeras décadas del siglo XX cuando se votaba, sólo participaban algunos sectores privilegiados de la sociedad. Era el denominado "voto censitario" en el cual para ser elector y para ser elegible se debía poseer bienes inmuebles y un elevado nivel de rentas, o el ejercicio de una profesión universitaria lucrativa. Se negaba así el derecho al voto al pueblo que no tenía patrimonio ni profesiones académicas, entre ellas las mujeres y las poblaciones no blancas. La gente humilde sin bienes y sin profesiones no podía sufragar ni tenía derecho a ser electa. Las mujeres tampoco tenían derecho a votar. Eran consideradas "seres inferiores y no pensantes". Se decía que eran "personas de cabellos largos e ideas cortas". No fue sino hasta abril de 1945 cuando se permite el voto a las mujeres que supieran leer y escribir, mayores de 21 años, colocándolas en igualdad de condiciones electorales que los hombres". https://www.aporrea.org/educacion/a282543.html
En relación con la paridad universitaria: Con la nueva L.O.E. quedará atrás la aberración -que siempre fue motivo de reclamo por parte de los estudiantes- donde Cuarenta votos de un estudiante equivalían a un solo voto. (¡!!En el caso del Decanato de Administración Contaduría y Economía-UCLA en las últimas elecciones decanales la proporción fue de 80 a 1¡¡¡).
Demasiado tiempo ha pasado desde que se aprobó en 1999 la CRBV donde el pueblo toma protagonismo y desde que se aprobó también en el año 2009 la Ley Orgánica de Educación, sin que ese derecho haya sido ejercido por el pueblo universitario contra el desprecio de personas cm Fuenmayor y los "academicistas" universitarios.
(*)(*)Tomado de UCLA en Síntesis. Boletín Informativo. 16-11-09 Nro. 346.