A pocas semanas de culminar el accidentado año escolar 2021–2022 en nuestro país, en el mes de junio se ha puesto en marcha la propuesta de las Bricomil, que darán respuesta al cumulo de necesidades presentes en los planteles educativos.
El Presidente de la Republica, Nicolás Maduro Moros, manifestó su confianza en que con la unión de toda comunidad se verá el renacimiento de escuelas y liceos de Caracas, y de todo el país. "Y con la unión del Poder Popular y las comunidades educativas y del poder militar vamos a ver el renacimiento del todo el sistema educativo venezolano y el del sistema de salud", afirmó.
Quienes históricamente han adversado al chavismo comenzaron a denunciar la "militarización" de las escuelas y los liceos. Olvidando ellos que la unión cívico-militar ha sido uno de los signos más destacados y destacables de estos 23 años de revolución. Acaso no son ellos parte de los mismos sectores que atacaron con saña al novicio gobierno de Hugo Chávez cuando se puso en marcha el Plan Bolívar 2000.
Si bien esta iniciativa de rescatar escuelas, liceos, hospitales y centros de salud por esta vía de sumar esfuerzos colectivos que además de las comunidades involucre las capacidades de los militares es plausible desde nuestro punto de vista, nos parece oportuno insistir en que más que declaraciones de propósitos y deseos, el rescate de los servicios de educación y salud son fundamentales para el pueblo en general.
Entendemos que la acción que emprende el gobierno responde a las necesidades de ofrecer respuestas a las demandas del pueblo, pero no deben limitarse a una mera propaganda que el sistema oficial de medios públicos replica, mostrando funcionarios civiles o militares que declaran sobre actividades y logros según "guiones preelaborados" que poco o casi nada tienen que ver con las soluciones reales a los numerosos problemas que afectan a las instituciones, tanto educativas como de salud.
No es un secreto que el Estado el único que invierte en infraestructura en nuestro país. Al día de hoy las posibilidades y capacidades de realizar grandes inversiones en este campo están seriamente disminuidas, no debemos crear falsas expectativas de que en el corto plazo se logre atender las millonarias inversiones que significa rescatar escuelas, hospitales o centros de salud.
Pintar y colocar luminarias claro que ayudara a adecentar las edificaciones escolares y de salud, pero buena parte de los problemas estructurales demandan de inversiones millonarias de la que actualmente no se dispone.
No podemos dejar de lado tampoco el hecho de que rescatar la educación y la salud publica pasa obligatoriamente por mejorar los sueldos y salarios de quienes se desempeñan en estas labores. Por muy rescatado que este un edificio escolar, si los docentes que laboran en este no reciben la remuneración que cubra sus necesidades materiales, terminaran desertando (como ya ha ocurrido con muchos de ellos) o prestando un servicio deficiente y de escasa calidad.
No dejamos de aplaudir la intención del Presidente Maduro y de quienes lo están asesorando en la materia de creación de las Bricomil, pero insistimos en que hay que ser "radicales", ir a las raíces, en la solución de los problemas.
Finalizamos reiterando que es deber del gobierno del Presidente Maduro conducir el plan de mejoramiento sistemático de las condiciones de vida de los trabajadores y del pueblo en general y eso pasa por asumir un justo reparto de la renta petrolera, porque de los contrario cabria la pregunta ¿Dónde está el socialismo en eso Nicolás?