De Creación de la República de Bolivia, al Congreso Anfictiónico de Panamá

La fragua de los tiempos insurgentes de la gesta patriótica de Simón Bolívar (XXII)

Jueves, 16/11/2023 07:34 AM

En la región llamada Alto Perú, luego de la victoria patriota en Ayacucho, aún persistía la resistencia que manifestaba un sentido nacionalista de los alto-peruanos, que no indicaban buenas simpatías, con la idea de ver en su territorio tropas venidas de Colombia, Ecuador, y Venezuela; obstáculos que Bolívar sopesa reposadamente, en función de no herir sentimientos a los alto-peruanos, pero finalmente todos estos obstáculos quedaron superados por la decisión de los propios alto-peruanos.

La entrada de Sucre en el territorio del Alto Perú fue bien recibida, principalmente, porque inmediatamente, dio muestras de comprender el sentimiento nacionalista de los alto-peruanos, y de respetar su decisión de constituirse en nación soberana e independiente. Sucre, por su cuenta, toma de decisión de convocar, el 7 de febrero de 1825, una Asamblea donde participen las cuatro provincias, que en efecto se reúnen en Oruro, el 15 de febrero; La Paz; Chuquisaca; Santa Cruz y Potosí.

Se ha dicho que Bolívar se angustió ante esta convocatoria, y, lo que es más, reprochó de Sucre, fue el haber adelantado los acontecimientos, porque Bolívar temía, una reacción adversa del Gobierno argentino, pero afortunadamente no fue así. El Gobierno argentino reconoció de manera inmediata la libertad de las provincias.

El 10 de julio se reunió en Chuquisaca la Asamblea formada por 49 diputados. Su primer acuerdo fue enviar un mensaje a Bolívar. Ese primer acuerdo estaba firmado or los ilustres José María Serrano, presidente de la asamblea que declaró la Independencia de Bolivia el 6 de agosto de 1826. Ángel Mariano Moreno, y José Ignacio de San Ginés. Ya constituidos, el día 11, acuerdan dar a la nueva nación el nombre de Bolívar.

Fue fijado el día 6 de agosto, fecha en que se celebra el aniversario de la Batalla de Junín, considerando el día apropiado para la proclamación de la Independencia y la creación de la nueva Reepública. El día 13 de julio la asamblea discute y aprueba las bases políticas del nuevo Estado, creando la Bandera de Bolivia el día 17, el 19 es aprobado el Escudo, y el día 20, se acordó pedirle a Simón Bolívar que elabore una Constitución «hija de sus luces y experiencia, para que, discutida y sancionada por la Asamblea, haga la dicha de la República». Así fue el nacimiento de Bolivia.

El Congreso Anfictiónico de Panamá

Después de Ayacucho, Bolívar comenzó a afrontar los problemas de la organización de las nuevas naciones. Percibía Bolívar, los riesgos de las grandes concentraciones de poder; el peligro de que quedaran bajo la influencia de la hegemonía británica o de alguna otra potencia. Bolívar temía a las tendencias que tomarían las divisiones territoriales y jurídicas de los nuevos estados; divisiones territoriales que la Corona Española había organizado para la administración de aquel vasto territorio americano, en trescientos años de dominación imperial.

La solución planteada por Simón Bolívar era conseguir un equilibrio mediante la conformación de federaciones, que luego se organizaran en una unidad continental, como hab[ia sido su anhelo desde los primeros días del proceso independentista; el dilema estaba por definir la forma de cómo hacerlo. Era necesario discernir una estrategia diplomática, capaz de alcanzar y sostene el equilibrio entre las nuevas naciones; de lo contrario se correría el riesgo de que se produjera una funesta disgregación de los territorios, perdiéndose los logros republicanos que con sacrificio paatrio se habían conquistado en los campos de batallas, por los años de guerra, que por sus características de lucha social, podemos llamar Guerra Popular Revolucionaria

La unidad continental, era una idea que desde los inicios de la lucha por la independencia, Bolívar había sostenido con firmeza. Por eso, El 7 de diciembre de 1824, convocaba, desde Lima, al Congreso de Panamá, invitando a los Gobiernos ya constituidos en la América meridional, a enviar sus representantes a la magna Asamblea para discutir allí, las bases de una futura Confederación de Naciones, que sirviese a la vez "de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete de los tratados públicos cuando ocurrieran dificultades y de conciliador en sus diferencias..."

Bolívar asentaba aquí, la idea concreta del arbitraje como principio de Derecho internacional, como lo refleja en la circular donde se manifiesta la convocatoria al Congreso, desde Lima, 7 de diciembre de 1824.

"Después de quince años de sacrificios consagrados a la libertad de América por obtener el sistema de garantías que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya de que los intereses y las relaciones que unen entre sí, a las Repúblicas americanas, tengan una base fundamental, que eternice, si es posible, la duración de estos Gobiernos. (…)"

Pero ya la idea de crear la gran nación, cuya extensión abarcara a toda América, exeptuando a la América del Norte, ya tenía sus raíces en las ideas integracionistas del Venezolano Universal Francisco de Miranda, quien había propuesto que esta gran unión de países se llamara Colombia, que conformaría una gran nación desde México hasta la Patagonia y Simón Bolívar ya en 1815, cuando escribe la célebre carta de Jamaica, ya expresa con claridad esa idea:

"Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo en una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene su origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse; [...] ¡Qué bello sería que el Ismo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras tres partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración..."

En el pensamiento de unidad continental de Bolívar, se centraba la idea de establecer un sistema fuerte y sólido de gobierno, para consolidar el poder del gran cuerpo político, que proponía para las garantías de la conformación de gobiernos soberanos; como ya lo eran los estados independizados por la espada libertadora. Este nuevo sistema según Bolívar, debía estar regido por una autoridad excelsa, capaz de dirigir la política de los gobiernos de los nuevos estados, cuya influencia debía conservar y amparar la uniformidad de sus principios.

Bolívar insistía, en los momentos más precisos, la imperiosa necesidad de la organización de los gobiernos soberanos, que garantizasen la independencia y la buena marcha de las políticas de Estado, en que tan respetable autoridad no puedía existir, sino en una Asamblea de Plenipotenciarios, nombrados por cada una de las Nacientes repúblicas y expresa:

«Profundamente penetrado de estas ideas invité en ochocientos veintidós como Presidente de la República de Colombia, a los Gobiernos de México, Perú, Chile y Buenos Aires, para que formásemos una Confederación y reuniésemos en el Istmo de Panamá u otro punto elegible a pluralidad, una Asamblea de Plenipotenciarios de cada Estado, «que nos sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades y conciliador, en fin de nuestras diferencias... E1 día que nuestros Plenipotenciarios hagan el canje de sus poderes, se fijará en la historia diplomática de América una época inmortal... Cuando después de cien siglos la posteridad busque el origen de nuestro Derecho Público, y recuerde los pactos que consolidaron su destino, registrará con respeto los protocolos del Istmo... en él encontrará el plan de las primeras alianzas que trazará la marcha de nuestras relaciones con el Universo... ¿que será entonces el Istmo de Corinto, comparado con el de Panamá...?

Reunión del Congreso y causas de su fracaso

Concurrieron al Congreso de Panamá los Plenipotenciarios de las nuuevas naciones americanas: Colombia, Guatemala y México; de Europa: Inglaterra y Holanda; de los comisionados que envió Estados Unidos: uno murió en Cartagena, y el otro llegó cuando el Congreso había terminado las deliberaciones. Los representantes de Bolivia no recibieron a tiempo sus credenciales; los de Brasil no fueron nombrados o no les llegó la convocatoria a tiempo; Chile estaba confrontando diatribas políticas, que no le permitieron concurrir; Argentina admitió el compromiso, pero el Gobierno del momento, aconsejado por Bernardino Rivadavia, que hasta el año 1824 había sido ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de la Provincia de Buenos Aires, declinó al compromiso, al oponerse a las decisiones del Congreso de Panamá. Otros estadistas opinaron después, que el Congreso de Panamá obedecía a "un proyecto cesáreo del Libertador", lo cual tenía la finalidad de vincularlo a las falsas intesiones de convetirse en emperador.

Es de advertir que el Libertador no había invitado para el Congreso de Panamá, a los Estados Unidos de América, a Inglaterra ni a Holanda, porque su idea central era la constitución de una Confederación de Naciones hispanoamericanas. Fue el General Francisco de Paula Santander, como encargado de la Presidencia de Colombia, en su carácter de Jefe del Ejecutivo, por ausencia de Bolívar, quien inconsultamente les envió invitación, lo que resultaba un acto deliberado y premeditado, por este General traidor, que nunca se caansó falsear, en su esencia el pensamiento de Bolívar.

El agente estadounidense, Henry Clay, fiel a la Doctrina Monroe, había impartido instrucciones a sus enviados a Panamá, según documentos oficiales de la misma Secretaría de Estado, publicados después, de no aceptar en nombre de Estados Unidos, la idea de un Consejo Anfictiónico investido con poderes, para decidir las controversias entre los Estados americanos, o para regular en cualquier forma su conducta. Había comprendido el Gobierno de los Estados Unidos, según las apreciaciones de Clay, perfectamente la intención del Libertador, que no era otra que organizar el Congreso de Panamá y su alianza intercontinental, como equilibrio en la política internacional, entre los Estados del Sur, frente a los Estados Unidos del Norte y defenderse entre sí, de posibles amenazas imperiales. De allí las instrucciones a los representantes estadounidenses, para oponerse al Congreso Anfictiónico, ponderado por Bolívar, y que constituía la idea central en las deliberaciones del Congreso. Pero aunque los plenipotenciarios estadounidenses no pudieron hacer acto de presencia en las deliberaciones, sin embargo las ideas de la Doctrina Monroe, cursaron efectos que contribuyeron al fracaso del Congreso Anfictiónico de Panamá.

No es extraña esta posición del gobierno estadounidense, tomando en cuenta que desde 1823, en ese país imperaba la trágica Doctrina Monroe, en se proponía el expansionismo y anexionismo, con miras a convertir a los países Hispanoamericanos en su "patio trasero" con miras a imponer el neocolonialismo, como en efecto ha sucedido, en Nuestra América, durante los años sucesivos a la independencia de las colonias subyugadas por el imperio español, bajo el acoso imperial de los gobiernos de los Estados Unidos, de lo que El Libertador Simón Bolívar nos alertó cuando en su célebre carta donde pronostica que: "Los Estados Unidos de Norteamérica parecen destinados por la providencia para plagar a América de miserias a nombre de la libertad".

Influencia Internacional Del Congreso

La convocatoria e instalación del Congreso de Panamá, marca el paso más trascendental, dado hasta entonces, dentro del Derecho Público, en contribución para la conformación en Hispanoamérica, de una efectiva Sociedad de Naciones. Sus bases efectivas y los principios jurídicos que debían regir entre los Estados confederados. El real significado de ese adelantado pensamiento de Bolívar, era la estrategia diplomática perfecta, para la preservación de la unidad continental de los hispanoamericanos y a la vez preservar la independencia y la soberanía de los pueblos, en alianza, para enfrentar posibles intromisiones imperiales. Era el primer Congreso de naciones que se reunía en este territorio, para proclamar un nuevo Derecho público: el Derecho americano, que entre sus bases principales, se contaba el inicio del Arbitraje Internacional, cuyo creador práctico y estratega fundamental ha sido Bolívar, lo cual se ha reflejado en las diversas organizaciones de asociaciones de pueblos y países, donde se comparten acuerdos en común, en diferentes partes del mundo actual.

Aspiraba el Libertador constituir una verdadera Sociedad de Naciones. La idea central del Congreso, era poner en manos de los pueblos de América un instrumento salvador contra las ambiciones desmesuradas de las grandes potencias; pero esos representantes plenipotenciarios de nuestros pueblos, recien emancipados, no pudieron entender la importancia de tan loable proyecto jurídico. Todo por sus ideas de influencias de soberanías localistas, más el influjo imperial estadounidense monroista, lo cual trajo como fatal consecuencia de no poder llegar a un acuerdo de unidad recíproca en el Congreso de Panamá, quedando aquel histórico y valioso encuentro sin ningún resultado.

La idea Bolivar sobre el Congreo Afictiónico fracazó en el momento, pero no se perdió; ha subsistido afortunadamente, para el mundo, y aún después de más de un siglo, el pensamiento de Bolívar sigue influyendo en la organización político-social de la Humanidad. Desde ese momento histórico, El Libertador Simón Bolívar se convierte en el auténtico precursor, que ha inspirado a las Sociedades de Naciones que se ha realizado en América, como La Unidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio para los Pueblos (ALBA-TCP), Comunidad del Caribe (CARICOM), (PETROCARIBE), La organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), entre otras organizaciones en el contexto internacional, que aun reflejan el sentido de la unión necesaria de los pueblos.

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