Se está hablando mucho sobre educación, por lo menos en televisión, porque no hemos visto convocatorias a maestros, profesores, funcionarios, intelectuales, a debatir sobre la actual educación venezolana sus aciertos y limitaciones y como vamos a enfrentar un futuro, donde nos encontramos que tanto los alumnos, los docentes y los técnicos cayeron en la trampa subliminal de la derecha y por ahora han abandonado el país dejando con muchos déficits nuestro sistema educativo en todos los niveles.
Cuando eso pase con el llamado que se espera y la sapiencia tenga un pie en nuestra educación una de las tareas que tendrá que asumir es la actualización permanente del currículo en su integralidad social, política, científica y técnica, con visión socialista y la consiguiente correspondencia con la actividad laboral. Creo sin embargo que desde ahora podemos vislumbrar y proponer algunos cambios que deben iniciarse desde ya en la educación venezolana para que las nuevas generaciones estén preparadas para cuando el futuro las alcance.
Esta preparación para el futuro tiene muchos elementos que considerar, de los cuales hay uno que junto con la ética, la solidaridad y el amor al trabajo, puede desde ya irse pensando en introducir aunque sea inicialmente con pequeñas incorporaciones, de conceptos desde el más bajo nivel educativo a la Inteligencia Artificial. No hay que escandalizarse, pues la Inteligencia Artificial es una prolongación de nuestra inteligencia y al introducirla estamos preparando a los niños para un mundo laboral y social cada vez más dominado por esta tecnología. Inevitable.
Y antes de plantear los beneficios inmediatos que nos traería el manejo en las escuelas y centros educativos de la Inteligencia Artificial es absolutamente fundamental capacitar a los docentes, incluyendo en esta capacitación dotación de los conocimientos fundamentales de la IA ya que ellos deben estar en capacidad de explicarles los conceptos a los niños, de resolver conjuntamente con ellos los problemas que se presenten e introducirlos en ese mundo que se nos viene encima; dotar a los maestros y a las escuelas del equipamiento necesario para trabajar con la IA y por supuesto introducir mejoras visibles en las condiciones laborales que ellos perciben, todo lo cual producirá en unas personas dedicados a una actividad por un alto deseo de enseñar, un incremento considerable de su motivación innata.
Los maestros deben manejar para introducir con éxito esta modificación en la educación básica del país, en primer lugar la importancia de la Inteligencia Artificial en todas las actividades que se realizan actualmente en el mundo del trabajo donde la que hoy no ha sido afectada, para mañana lo será.
Necesita manejar los conocimientos básicos en que se fundamenta la IA y poder explicárselos a los niños. Debe aprender a integrar la IA en sus clases de forma creativa, divertida, utilizando herramientas y recursos adecuados. Y debe en la medida de lo posible dirigirlos hacia análisis, resultados y solución práctica de problemas, expansión de conocimientos para lo cual se debe estar preparado.
Esto nos lleva a que se cambiaría el sentido de la educación con la participación continúa de todos los niveles administrativos y de dirección, ya que se necesitaría un seguimiento de los métodos y procesos aplicados y que los docentes sepan cómo evaluar el aprendizaje de sus alumnos en relación con la IA.
Para la implementación es necesario contar con un Consejo de asesores de las autoridades ministeriales que conjuntamente den forma y pongan tiempo, definan las etapas, consigan dinero, se reúnan con los docentes y posteriormente den en consenso una fecha para el arranque de tamaña iniciativa futurista y hacedora de mañanas.